Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
En el primer semestre de 2002, las ventas mundiales en las subastas de vino han descendido alrededor de un 10 por ciento (en comparación con el año anterior). Mientras que el descenso fue moderado en Nueva York (por debajo del 5 por ciento), los beneficios en Gran Bretaña bajaron hasta un 30 por ciento. Con ello, la evolución presenta un notorio paralelismo al ambiente de los mercados financieros. No obstante, en el segmento más exclusivo del mercado del vino se distinguen diversas tendencias. Así, las raras añadas de vinos superiores de primera calidad de las Casas de Burdeos y Borgoña siguen con los precios en alza. Sotheby’s (Aulden Cellars) de Nueva York subastó, por ejemplo, una caja de Bâtard-Montrachet de 1978 de la Domaine Ramonet por 7.637 $ USA. Este precio supera en un 186 por ciento al valor del índice. En Londres, también en Sotheby’s, se vendieron ocho botellas de Château La Mission-Haut Brion de 1945 por 12.541 $ USA, un 130 por ciento por encima del valor del índice. Algo más difícil lo han tenido las fincas superiores de Burdeos. Probablemente sea debido a que los vinos de los años 1989 y 1990 siguen estando disponibles, pero los precios han descendido hasta un 30 por ciento. “En Alemania y Suiza observamos una evolución muy parecida”, dice el subastador Franz J. Wermuth, que en su subasta de verano en Zürich también registró precios récord para rarezas como el Magnum de Château Latour del 61 y Château Pétrus del 61, 70 y 75. Califica de momentáneamente difícil la demanda de Burdeos superiores de los años 95 y 96, mientras que el precio del 97 está en franco retroceso. Wermuth aconseja mantener a toda costa estas añadas. También los vinos de culto californiano acusan la presión. Mientras que los precios de la cosecha del 97 siguen en un nivel elevado, algunos de los años siguientes acusan un marcado descenso, sobre todo el 98, calificado como de nivel medio. Así, el Harlan Estate del 97 se mantiene a 1.000 dólares, mientras que el precio del año 98 ha caído por debajo de los 500.
