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En el Penedés tienen cabida elaboradores de toda índole, desde grandes empresas conocidas en todo el mundo, como la de Torres, a los cellers minúsculos que basan su filosofía en la elaboración de la propia materia prima y el trato personalizado del producto. De estas características se podrían citar a más de veinte bodegas. Como Jané Ventura, Can Feixes, los hermanos Milá, los Olivella Sadurní, Carlos Esteva y sus Caus... Y los Albet y Noya, descendientes de los antiguos aparceros de la masía de Can Vendrell, que llevan desde los años 80 enfrascados en la agricultura biológica, ahora tan de moda en el resto de Europa. El cultivo ecológico que practican está basado en el empleo de fertilizantes verdes, orgánicos y compuestos. Asegura Josep María Albet que el uso de pesticidas químico-sintéticos e insecticidas resta equilibrio a la cepa y afecta al crecimiento y maduración de la uva, y altera los componentes aromáticos del fruto.