• Redacción
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• 1997-10-01 00:00:00

Vernaccia y Tintos
Casale-Falchini
Superficie viñedos: 35 ha.
Producción: 320.000 botellas
La finca de Riccardo Falchini es una de las más antiguas de la DOC. El constructor Falchini la compró en 1964. Tiene fama de ser polémico y de no tener pelos en la lengua. Como muchos otros de esta región, también él cree que el potencial de calidad del Vernaccia ya ha sido sondeado y vendido.
Hasta 1976, el Vernaccia se vendía a grandes embotelladoras (Cecchi, Melini, Ricasoli). Durante la conversión al embotellado propio, el enólogo estrella Giacomo Tachis aportó su “secreta” ayuda.
El Vernaccia más emocionante de 1995 fue el Vinea Doni (20 por ciento de fermentación en barrica, 10 por ciento de Chardonnay). El mejor vino de la casa es el Vino da Tavola (vino de mesa) Campora (Cabernet sauvignon).

Vernaccia

Fontaleoni
Superficie viñedos: 14 ha.
Producción: 70.000 botellas
(una parte se vende a granel)
Esta floreciente finca pertenece a Franco Troiani. Embotella desde 1981. El Vernaccia de más carácter se llama Vigneto Casanuova. Prescinde del macerado con los hollejos y de la utilización de levaduras seleccionadas, pues prefiere la fermentación maloláctica. El viñedo que ha comprado recientemente en Le Fonti probablemente aporte la uva para un Vernaccia de barrica. En cuanto al tinto, se ciñe a un Chianti Colli Senesi

La Rampa di Fugnano
Superficie viñedos: 9 ha.
Producción: 30.000 botellas
(el resto se vende a granel)
Los suizos Gisella Traxler (antigua dueña de una escuela para adultos) y Herbert Ehrenbold (antes experto en hardware) son los propietarios desde 1990. Con ellos, ha entrado un viento fresco en esta empresa, antes más bien mediocre. El Vernaccia del 95 fue uno de los mejores del año.
Las cepas en Rampa di Fugnano maduran más bien tarde.
Además de dos Vernaccia, la pareja de bodegueros ofrece un Chianti Colli Senesi y un vino de mesa con la Sangiovese como base. Para ampliar sus experimentos, Traxler y Ehrenbold plantaron Merlot y Viognier en 1995.

Le Calcinaie
Superficie de viñedos: 4,5 ha.
Producción: 30.000 botellas
Es una finca joven y floreciente, que merece una visita. El primer vino fue el Teodoro 1993 (Sangiovese, Merlot, Cabernet), elaborado en barrica. En el transcurso de pocos años, la oferta se ha ampliado enormemente. 1994 fue el año de producción del primer Chianti Colli Senesi, y en 1995 se embotelló el Vernaccia, una pequeña parte del cual se elaboró en barrica.
En 1996 siguió el nacimiento del Vernaccia Vigna ai Sassi, de barrica aún más acentuada y una combinación muy satisfactoria de las variedades Trebbiano y Malvasía que se llama Fedro.
El propietario es Simone Santini, un extravertido toscano típico. Simone es alumno del meritísimo enólogo Andrea Mazzoni, a quien sigue pidiendo consejo. Le Calcinaie dará que hablar en el futuro, también en el campo del vino tinto.

Montenidoli
Superficie viñedos: 20,5 ha.
Producción: entre 100.000 y 150.000 botellas
La finca está en una zona relativamente alta y pertenece a Elisabetta Fagiuoli. Esta mujer reservada, oriunda del Veneto, es tan culta como original. Cuando compró Montenidoli en 1965, en la casa no había ni luz, ni agua corriente. Los viñedos estaban en un estado lamentable. Además, sólo había cepas de Sangiovese, Canaiolo, Trebbiano y Malvasía en el viñedo, pero ninguna de Vernaccia.
En 1971 embotelló el primer vino llamado Sono Montenidoli , un Sangiovese excelente. El primer embotellado de Vernaccia no se realizó hasta 1984. Los Vernaccia Fiore y Carato (barrica) son de lo mejor que se hace en este campo. El Sono Montenidoli sólo se produce en los mejores años. La cosecha siguiente es la del 94, también elaborado en barrica.
Entre los elaboradores de San Gimignano, Elisabetta Fagiuoli es de los tradicionales. Nunca plantaría una variedad “ajena a la Toscana”. En comparación, sus vinos son plenos y redondos, porque tiende a esperar para la vendimia. La fermentación maloláctica es lo habitual.

Panizzi
Superficie viñedos: 7,5 ha.
Producción: 50.000 botellas
Giovanni Panizzi compró esta finca en 1979, que entonces tenía una extensión de tan sólo una hectárea. Pero la producción de Vernaccia no empezó hasta 1985. Panizzi se estableció definitivamente en la región en 1993, sin embargo, cualitativamente, ya pertenecía a los grandes. El Vernaccia Riserva (barrica) le había dado fama. Para este Riserva sólo se emplean las cepas más viejas, lo que reduce drásticamente la producción a 4.000 botellas. Una diferencia más con el Vernaccia estándar: el Riserva pasa por la fermentación maloláctica.
Desde 1995 se experimenta en la casa Panizzi con Cabernet Sauvignon, Merlot, Sangiovese y algo de Syrah. Hasta ahora, los resultados no son grandiosos, pero el primer intento serio de conseguir hacer un gran tinto aún no está materializado.

Fattoria Ponte a Rondolino - Teruzzi & Puthod
Superficie viñedos: 65 ha.
Producción: 1 millón de botellas
Esta es la historia del éxito de dos autodidactos, que lo consiguieron, a pesar de ser inexpertos y ajenos al lugar, gracias a su celo y su espíritu pionero. Enrico Teruzzi y Carmen Puthod aparecieron en San Gimignano en 1974. El fracaso de las primeras cosechas no pudo robarles el valor ni el convencimiento de que todo esto tenía que ver poco con la suerte y con la magia y mucho con los conocimientos. Así que se concentraron en la bibliografía correspondiente, instalaron la tecnología más avanzada y dieron en el clavo.
El éxito se lo deben sobre todo al Vernaccia Terre di Tufi, uno de los primeros vinos blancos de Italia elaborados en barrica. El volumen de producción de este éxito de ventas subió como la espuma y alcanzó ya en 1996 las 300.000 botellas (en 1984 solo fueron 1.600 botellas). En general, la estructura de los vinos parece haber disminuido un poco en los últimos tiempos. Sin embargo, el Terre di Tufi de San Gimignano sigue siendo la medida de todas las cosas, aunque los críticos a veces le reprochan pobreza de expresión.

Tintos

Cusona-Guicciardini Strozzi
Superficie viñedos: 65 ha.
Producción: 500.000 botellas
Se trata de la hacienda más preñada de historia de San Gimignano. Desde finales del siglo XVIII se reparten la finca dos familias, los príncipes Strozzi y los condes Guicciardini. A pesar de su muy antigua tradición, la comercialización del Vernaccia no se inició hasta 1968.
Como en toda la zona de San Gimignano, también aquí dominan naturalmente los vinos tintos desde antaño. El príncipe Strozzi, que ya desde hace tiempo maneja los destinos de la empresa, fue el primer presidente de la DOC de San Gimignano. Se esforzó por dar a conocer el Vernaccia en los EE.UU. y fue el primero, con Riccardo Falchini, que introdujo la regulación de temperatura durante la fermentación.
Aunque los cinco tipos de Vernaccia de esta casa son impecables, resultan muy similares entre sí. Algo que tienen en común es una cierta blandura, ya que por lo general se efectúa la fermentación maloláctica.


Más interesante es el Sodole, un Sangiovese criado en barrica. A este vino de mesa pronto le hará compañía el Millanni, que fue creado con motivo de la celebración del milenio de Cusona. El Millanni es una mezcla de Sangiovese y Cabernet, elaborado en barrica. Las impresiones de las catas realizadas hasta ahora son muy prometedoras.

Fattoria Paradiso
Superficie viñedos: 16 ha.
Producción: 90.000 botellas
Esta finca, situada en un lugar paradisíaco, es propiedad de Graziella Capelli, secundada por su marido Vasco Cetti (de profesión cardiólogo y pediatra). El año de la compra, 1973, en la hacienda aún no había cepas. Los primeros vinos no se embotellaron hasta 1981. Hasta 1996, la Fattoria Paradiso estaba en producción bajo los auspicios del afamado enólogo Giulio Gambelli. Su sucesor es Paolo Caciorgna, cuyo éxito va en aumento.
La Fattoria Paradiso es de las escasas fincas en San Gimignano que produce vinos tintos consistentes y magníficamente estructurados. Su mascarón de proa es el Paterno II, un Cuvée compuesto de 90 por ciento de Sangiovese y un 10 por ciento de Cabernet, madurado en barrica. A partir de la cosecha de 1997 también habrá un varietal puro de Merlot.