• Redacción
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• 1998-11-01 00:00:00

Coincidiendo con el fin del invierno sureño, la revista Cuisine & Vins realizó su Expo' 98 en el marco del Park Tower Sheraton de Buenos Aires. Esta fiesta de los sentidos es ya una exposición histórica para los paladares sensibles. Nuevos productos artesanales, shows gastronómicos y un panorama de las mejores bodegas argentinas que presentaron sus novedades. También se probaron vinos extranjeros, desde los uruguayos de Castel Pujol, los chilenos y españoles de Miguel Torres, Albariños, oportos añejos y célebres champagnes como Veuve Clicquot y Roederer. Clases dictadas por los mejores cocineros argentinos y algunos foráneos, concurso para jóvenes chefs, y certámenes entre escuelas de hostelería, charlas, catas y degustaciones informales a cargo de los más importantes enólogos transcurrieron en una clima eufórico y festivo, con gran asistencia de un público cada vez más interesado en las cosas del comer y del beber.

vinum y archigula
Allí estuvo presente, con un stand ultraconcurrido, la revista Vinum y la flamante Archigula, medios que despertaron un gran interés en el público. Quienes se acercaron al stand para curiosear en las revistas españolas pudieron probar un buen Rioja, omnipresente desde la apertura hasta el cierre de la feria, generosamente ofrecido por el madrileño Federico Lacasa de Bodegas Hispano Argentinas (Marqués de Griñón-Martins) del grupo ARCO. Muchas novedades enológicas aparecieron a la hora de las degustaciones en el salón Vip al que se accedía por invitación especial: el mismo Nicolás Catena presentó dos nuevas estrellas de su línea SF: un Pinot Noir varietal 100% que, de lejos, es el mejor del mercado, y un Cabernet-Malbec, listo para beber ya. Este es una apuesta de Catena, quien en un reciente almuerzo me comentó las dudas sobre la longevidad del Malbec, el cepaje argentino tinto por excelencia. El bodeguero, que desde hace años insiste en elaborar vinos del más alto nivel internacional, cree que la duración del Malbec todavía es un misterio, porque recién hace unos cinco años se comenzó a vinificarlo como se debe. Las dudas se refieren a si el tiempo hará perder esa cualidad afrutada que caracteriza al cepaje. Catena sostiene que el Cabernet Sauvignon puede ayudar al Malbec a optimizarse según pasen los años.
Respecto a otras bodegas, fue en la Expo donde se presentaron los flamantes vinos Viniterra, que ya lograron una importante demanda en el mercado externo.

Champagne y caviar
Bodegas Flichman lanzó dos nuevos tintos en su línea Caballero de la Cepa, un excelente Syrah y un Malbec elaborado de un modo especial, con uvas sobremaduradas, casi pasas, al estilo de algunos vinos venecianos. Chandon, por su parte, con un stand casi adosado al de Ostras Patagónicas, lanzó oficialmente su Comte de Valmont Blanc, el hermano blanco de un incomparable fenómeno de marketing, como fue el Comte de Valmont tinto, al que supera ampliamente en calidad y personalidad. La bodega ecológica artesanal Finca La Anita presentó una primicia: un notable Syrah cosecha 1996, sin filtrar, una tendencia que empieza a asomar, que recién estará en el mercado en Abril.
Gran éxito de los vinos de Marqués de Griñón, especialmente el Crianza, a base de Tempranillo, un tinto que los argentinos adoptaron instantáneamente. Bodegas Hispano Argentinas es quien distribuye el champagne Veuve Clicqot, cuyo millésime 1990 fue presentado a un grupo de conocedores acompañando caviar de Beluga.
Por primera vez los uruguayos se presentaron en un salón argentino: los hermanos Carrau, de Bodegas Castel Pujol, deslumbraron a los especialistas no sólo con dos tintos, un Tannat varietal 100% y otro corte de Tannat con Cabernet Franc, sino con un Chardonnay que asombró a todo el mundo por su intensidad aromática. Entre los blancos hizo furor el Sauvignon Blanc Santa Digna, de Miguel Torres, al que muchos comparan con los mejores varietales Sauvignon de Nueva Zelanda. Lo importa Dulmes, quien trae al país también Vega Sicilia, Tokay, los vinos de Robert Mondavi y Roederer.

Chile, a la búsqueda de un cepaje emblema

Como el Malbec y el Torrontés para los argentinos y el Tannat para los uruguayos, por primera vez Chile está intentando tener un cepaje propio que lo distinga en la vinicultura mundial. La uva es el Carmenère, también llamada Grand Vidure, una legendaria variedad francesa que durante siglos fue cultivada en la región de Burdeos, especialmente en Graves. Cuando sobrevino la plaga de filoxera, a fines del siglo XIX, esta cepa fue desapareciendo hasta que se la dio por extinguida. No lo estaba. Crece rozagante en los viñedos chilenos donde tantas veces se la confundió con Merlot. Fue identificada en 1991 por el ampelógrafo francés Claude Valat, y el asombroso hallazgo fue confirmado en el VI Congreso Latinoamericano de Viticultura y Enología realizado en Chile en 1994. En 1851, antes del desastre de la filoxera, don Silvestre Ochagavía trajo personalmente a Chile cepajes franceses entre los que se encontraba el Carmenère. Felizmente para esta uva tinta, la cruz del sur fue su destino.
La Grande Vidure o Carmenère tiene una gran suavidad al paladar, al estilo del Merlot, con sabores y aromas a ciruelas, cerezas y roble, y toques especiados. Ya se la está usando como varietal -Reserva Grande Vidure 1995 de Villa Carmen- y en algunos cortes. Seña, un tinto ultra premium, producto de
una alianza entre Viña Errázuriz y Robert Mondavi, tiene 70% de Cabernet Sauvignon, complementado con Merlot y Carmenère.
Vinos para mirar

En el mes de Septiembre se inauguró en el Centro Cultural Recoleta una muestra de las etiquetas de Colección Privada de Navarro Correas, con las obras originales de los más prestigiosos artistas plásticos argentinos. Esta colección, bien privada, por cierto, nació hace 20 años por inspiración del entonces propietario de la marca, perteneciente ahora a CINBA, Nicolás Carrasco, quien todavía está a cargo de la elaboración de los vinos.
El barón Rothschild fue el primero, en 1945, en llevar las obras de los grandes artistas contemporáneos a las etiquetas de su Grand Cru Classé Mouton Rothschild: Dalí, Picasso, Chagall, Miró, entre otros, y hasta Andy Warhol y John Huston. Los originales se exhiben en un museo en el Château bordalés y cada botella ilustrada por estos pintores es codiciada por los coleccionistas del mundo, aunque esté vacía o el vino, muerto. En el caso de Navarro Correas cada original estaba junto a la botella con la correspondiente etiqueta. Para festejar estos 20 años de la bodega con el arte, y al mismo tiempo para recibir al próximo milenio, se presentó una versión especial, Reserva Privada, en botellón de tres litros, elaborado a base de Cabernet, Malbec y Merlot. En su etiqueta figuran las 20 obras de los pintores que ilustrarán las diferentes cosechas, entre otros Pérez Celis, Raquel Forner, Josefina Robirosa, Luis Felipe Noé, Marcelo Bonevardi, Antonio Seguí y Luis Fernando Benedit.