- Redacción
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- 1999-04-01 00:00:00
La “Tierra del hierro memorable” llamó el escritor inglés D.H. Lawrence al quinto continente, a principios de este siglo. Se refería al entonces ubicuo “corrugated iron”, esa chapa ondulada con la que se construían en aquella época por todo el país granjas, casas, establos y casetas para el retrete. En estos últimos años, arquitectos ambiciosos han redescubierto este material histórico. Aplicado correctamente, no sólo combina solidez y delicadeza, sino que también es intemporalmente bello. La nave de barricas de Turkey Flat Vineyards es un ejemplo modélico de una construcción de chapa ondulada perfectamente conseguida. En su interior, maduran las esencias de Peter y Christie Schulz, que sin duda causarán furor en los próximos años. Algunos Syrah del super-año 98 tienen un inmenso 16 % de alcohol y, en verdad, uno no creería que tales vinos puedan resultar tan frutales y elegantes. A la categoría de los pesos pesados pertenece también el Grenache noir (Garnacha negra). Cultivada en la forma clásica de matorral y podada para producir poca cosecha, esta variedad da vinos comparables a los Château-neuf-du-Pape o Priorato. La última creación de Peter es un blend al estilo del sur del Ródano, que se compone de un 50 % de Mourvèdre, un 25 de Garnacha y otro 25 de Syrah. La primera cosecha de este vino, del 97, saldrá al mercado en breve.
Peter Schulz, de 46 años, y su mujer, Christie, fundaron su finca relativamente tarde. Anteriormente, él había trabajado como gerente de viticultura y consejero en todo el sur de Australia; ella era fotógrafa de publicidad. Cuando inauguraron su finca vinícola en 1993, podían enlazar, sin embargo, con una vieja tradición: hace ya 100 años, la familia de Peter se había hecho cargo de ese viñedo de Syrah que había plantado antaño el refugiado Johann Friedrich August Fielder, procedente de Silesia, y que entonces fue registrado como el primer viñedo de Barossa Valley. Reza así:
barossa valley: En el viñedo Número 1
“Section One, Hundred of Moorooroo”. Las viejas cepas de Syrah, de 145 años, aún siguen en producción. Sólo queda preguntar el origen del extraño nombre de la bodega. Muy sencillo: poco después de que la familia Schulz adquiriera los viñedos en Tanunda Creek, anidaron allí hembras del pavo del matorral. La familia Schulz actuó con pragmatismo y, junto al viñedo, construyó una carnicería. Actualmente, la carnicería aloja la sala de degustación y venta. Con sus deterioradas paredes y la vieja estufa de hierro colado, la habitación es una joya muy especial y un emocionante contrapunto a la construcción de chapa ondulada de enfrente. Turkey Flat es una winery, tan “chiquita y bonita” que constituye una rareza en Australia.