• Redacción
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• 1999-06-01 00:00:00

Una comunidad marítima, como es Galicia, parece a veces olvidarse de esta su tierra, la de tierra adentro. Pero sea por olvido ajeno o por abandono propio Valdeorras ha vivido un profundo sueño desde que el Sil se mostró avaro con las pepitas de oro de su fondo hasta que hace dos décadas, los buscadores encontraron otro tesoro, una uva autóctona, la godello. Hasta ese momento, la Valdeorras vinícola se asociaba inevitablemente con rústicos y robustos tintos, madurados hasta un rojo indeleble por un clima mucho más seco que el de el resto de las comarcas gallegas.
La Denominación ocupa 1.500 hectáreas distribuidas en diez municipios orensanos y las viñas, hoy como ayer, trepan en pendientes y en terrazas desde el fondo de los valles hasta donde solo triunfa el monte bajo o el páramo negruzco de pizarras. Hoy como ayer, pero las cepas no son las mismas cepas. La invasión de Alicante o de Jerez que era fruto de una busqueda de cantidad, deja paso al mimo hacia la Mencía y la Godello. Y así han nacido nuevos tintos y nuevos blancos que cosechan éxitos y garantizan el futuro.
Los monjes del Santuario de las Ermitas desde tiempos inmemoriales tuvieron como su primera producción agrícola el vino blanco y tinto, que aparece citado en documentos antiguos como de notable calidad. Pero es entre los siglos XVII y XVIII cuando la documentación describe el ordenado control del convento sobre más de doscientos viñedos vecinos.
Cuando apenas se conservaban unos cientos de cepas de godello desperdigadas, los analistas descubrieron que, a pesar de tratarse de una variedad delicada, facilmente atacable por enfermedades en condiciones húmedas, podían aquí, en tierra más seca y vendimiadas antes de la época lluviosa, librarse de ese azote.
En el 76 se realizó la primera elaboración de la variedad por separado, y el resultado ha llevado a un sensible cambio de orientación, auspiciado y potenciado por la politica del Consejo Regulador. Algo que ha transformado incluso la rutina de las cooperativas nacidas en los años cincuenta y sesenta que, aun sin abandonar los graneles, compiten hoy en marcas embotelladas y elaboraciones de calidad.
La inversión en tecnología, la ampliación y modernización del viñedo son muy notables, pero quizá, aun antes de degustar los vinos, lo que sorprende es el gusto y el cuidado con que esa transformación se lleva a cabo. Es el fruto del amor por la tierra y de la fe en el futuro.

La DO en cifras

Sede del Consejo Regulador
Car. Nal. 120, Km. 463
32340 Villamartín de Valdeorras (Ourense)
Tel. 988 30 02 95
Fax 988 30 02 95
Presidente: Antonio Raluy Rodríguez
Secretario: Felipe González Macías

Superficie de viñedo inscrita................................. 1.500 Has.
Registro de Viticultores.............................................. 1.400
Variedades autorizadas
Tintas: Mencía, Merenzao y Garnacha.
Blancas: Godello, Doña Blanca y Palomino.

Producción 98/99: 3.500.000 aproximadamente.
Calificación de las últimas añadas
91 (B) 92 (B) 93 (B) 94 (B) 95 (B) 96 (B) 97 (B)