Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
Además de la magnífica Garnacha, una amplia variedad de cepas cede sus preciosos colores y aromas a los rosados nacionales. Se emplea la Bobal en buena parte del Levante, en Utiel, Requena, Valencia e incluso en la Manchuela. La Tempranillo se utiliza en gran número de bodegas: rosados de Navarra, La Rioja, Ribera, la Mancha, Extremadura o Cigales, incluso en Zamora donde se le conoce como Tinta de Toro, contienen su toque inconfundible. En Alicante y Murcia predomina la frutosa Monastrell. Hay un buen número de elaboradores, sobre todo en Cataluña y Somontano, que emplea las variedades de origen francés como base, las Cabernet, Syrah, Merlot y, como nota curiosa y rara, la Pinot Noir. Los bodegueros de las islas, procuran elaborar sus rosados con las cepas autóctonas; como los canarios, con su Listán negro, y los mallorquines, con las originales Fogoneu y Callet. En fin, rosados para todos los gustos y de todos los tonos que en la temporada de calor serán, sin duda, buenos compañeros.