- Redacción
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- 2000-05-01 00:00:00
Hasta ahora pocas empresas se han preocupado de estudiar exhaustivamente las posibilidades de los varietales españoles, muchos de ellos olvidados casi siempre por razones económicas. Por ello hay que ensalzar el trabajo de ciertos elaboradores que permanecen con el espíritu creador intacto, como los de Bodegas Pirineos. Han llevado a cabo una difícil labor con variedades poco menos que desaparecidas como la Parraleta. Tras una investigación de cinco años, han conseguido la selección clonal de esta variedad, con la que se acaban de plantar 4 ha. de viña. Según Jesús Astraín, enólogo de la bodega, solo quedaban en Somontano las últimas mil cepas. De estas vides centenarias se elaboró este tinto con la meticulosidad que requiere el evento. Se eligió cuidadosamente la uva y, después de largas maceraciones en acero inoxidable, se hizo la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble americano, que culminó con una suave crianza de 8 meses. El resultado no es solo el de una buena experiencia: es un vino moderno, pleno de matices y sobre todo original, que merece ser tenido en cuenta.
El Finca Luzón ‘99 lo descubrí en el certamen de “Vinos de Jumilla”, donde afortunadamente estuve como jurado. Así, catado a ciegas, me sedujo al instante, entre el tropel de grandes vinos que competían. Mi amor se vio finalmente recompensado: resultó ganador en la cata concurso. Pertenece a la Finca Luzón, una de las empresas más interesantes de la zona, que ha tomado definitivamente el rumbo de la calidad embotellada. Posee la capacidad suficiente como para elaborar vinos de auténtico lujo. Más de 360 ha. de viñedo lo avalan, de las cuales 122 son Monastrell, aunque también hay sitio para la Tempranillo o la Tintorera y las foráneas Cabernet, Merlot y Syrah. El lagar de elaboración está bien equipado, con buena tecnología y un limitado parque de barricas para dar crianza a una pequeña parte de su producción. Los hermanos Gil, sus propietarios junto a la familia Alfocea, se han embarcado en un proyecto ambicioso, dotando a esta finca de una preciosa casa rural, con restaurante y ocho habitaciones, a las afueras del pueblo. El lugar ideal para que el buen aficionado pueda retirarse a descansar, abandonando sus ojos a un mar de viñedos.
Finca Luzón 1999
Finca Luzón. Ctra. Jumilla-Ontur, Km 17. 30520 Jumilla (Murcia). Tel. 968 78 41 35
D.O. Jumilla. Precio: 550 Ptas. Tipo: Tinto joven
Variedades: La mayor parte Monastrell, y Cabernet, Merlot y Tempranillo.
Crianza: No tiene. Fecha de entrada: 1/4/2000. Consumo óptimo aprox: Dos años a 14/15ºC. Relación calidad/precio: Excelente
1ª Cata: No es su color juvenil, sugestivo, condensado y violáceo, lo que destaca expresamente, o los intensos y límpidos aromas de ciruelas en sazón, de uva tinta recién vendimiada, de cereza madura y sana. Ni siquiera la suave carnosidad que aporta su dulce tanino, la perfecta estructura o la pródiga concentración, que agranda su presencia hasta los perfumados retronasales. Lo fundamental en este vino es su admirable conjunción de colores, aromas y sabores que representa un gozo para los sentidos.
Parraleta 1998
B. Pirineos, S.A. Ctra. a Naval, km. 3,500. 22300 Barbastro (Huesca)
D.O. Somontano. Precio: 3.600 Ptas. Tipo: Tinto crianza. Variedad: Parraleta
Crianza: en barrica nueva de roble americano. Fecha de entrada: 30/3/2000
Consumo óptimo aprox: 7 años a 16/17ºC.
Relación calidad/precio: Buena
1ª Cata: Es muy cubierto, los colores se funden en un negro azulado de ciruela, de cereza picota y se aprecia su gran lágrima teñida. La nariz se recrea en sus aromas de mora y frambuesa, de tinta china, notas de pimienta negra, una pizca de cuero, todavía muy nítidos por la falta de reducción en botella. Es sabroso y sale una acidez chispeante y delicada que le da frescura. En los aromas de boca se acentúa la agradable sensación de los torrefactos, de esa madera tan bien medida, apenas levemente apuntada.