- Redacción
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- 2000-12-01 00:00:00
Gessami 2000
Gramona, S. A.
Aromático, fresco, ligero, alegre. Excelente acompañante de aperitivos a base de pescados ahumados o frescos. Puede suplir a un espumoso joven.
Marqués de Riscal 1999
Vinos Blancos de Castilla.
Un Verdejo bien constituido, sabroso y de potentes aromas frutosos, cualidades necesarias para ser protagonista en el plato de pescado. También hará un excelente papel con unos cangrejos de río en salsa, o unas cestitas de brandada de bacalao y de setas.
Sumarroca Muscat 1999
Cavas Sumarroca
Delicado, con finos aromas florales y un elegante posgusto amargoso. Bueno para el primer trago de la tarde-noche, tomado de aperitivo, con pequeños canapés de salmón, de crema de queso, de huevo y tomate.
Cantosán Sauvignon 1999
SAT Los Curros.
Posee tal intensidad aromática que no siempre resulta fácil encontrarle pareja. Sus notas de hierba fresca, de boj o maracuyá, pueden ser un acicate para la primera copa, para acompañar a canapés aromatizados con menta, orégano (pizzas) o un salmón marinado al eneldo.
Tío Pepe
González Byass
A los langostinos recién cocidos, a las quisquillas o a unas coquinas a la marinera el fino ensalza su sabor como pocos. Y el Tío Pepe es el clásico de los finos, que mantiene una regularidad admirable y que lleva la complejidad de aromas hasta los más altos niveles.
Manzanilla en Rama
Saca de Invierno
Antonio Barbadillo, s.a.
Manzanilla poderosa, jamón ibérico, lomo o morcón, harán un matrimonio indisoluble. La manzanilla en rama, con sus toques salinos y aromas de yodo y mar, potencia los valores de nuestros embutidos más nobles.
Pedro de Soutomaior 1999
Adegas Galegas.
Combinación feliz con una ensalada de bogavante y vieiras, aliñada sin vinagre (vale el de Módena, pero solamente para perfumar). Los sutiles aromas del vino se fundirán con los del marisco, y el paladar será limpiado por la justa acidez de este equilibrado albariño.
Lusco 1999
Lusco do Miño.
Ostras y albariño: un contubernio singular, de una riqueza de sabores y aromas que roza la perfección. La acidez del vino limpia la sensación de grasa y deja que el sabor marino de las ostras impregne el paladar.
Viña Meín 1999
Casal de Meín.
Un ribeiro aromático, profundo, con armonía y poder. Un buen acompañante del besugo asado tradicional, o de la lubina. Mimará a los dos pescados en los aromas finales y limpiará con su untuosidad la fortaleza de las guarniciones.
Lar de Oro Chardonnay 1999
Inviosa.
Un Chardonnay de aromas frutosos, de recuerdos amielados y con bastante peso en boca, fresco y armonioso. Buen compañero para los entrantes de bacalao, pimientos del piquillo y crema de paté o de queso azul. Tómese a temperatura moderada (9-11º C) para que sus espléndidos aromas se expresen con libertad.
Terras Gauda 1999
Terras Gauda.
Posee tanto cuerpo que podemos enfrentarlo a mariscos poderosos y salir triunfantes. Navajas y almejas al natural serán los acompañantes idóneos. Sus finos aromas enlazarán con los recuerdos de manzana o florales del vino, y su acidez limpiará el paladar de la carga yodada de los mariscos.
Santiago Ruiz 1999
Santiago Ruiz.
Este clásico Rosal tendrá un lugar de privilegio si de entrantes disponemos de unos mariscos. Sus originales aromas y la viva acidez le darán el equilibrio necesario. En especial si entre ellos hemos elegido unos percebes. Habremos conseguido entonces una de las armonías más completas entre alimento y bebida.