- Redacción
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- 2000-12-01 00:00:00
Fransola 1999
Miguel Torres.
Muy equilibrado, fresco, sabroso, un blanco fiel acompañante de un buen rodaballo. Un matrimonio del que saldrán ganando los dos, pues este pescado es uno de los más exquisitos manjares que da la mar, sabroso, graso y de finos aromas marinos.
Enate Chardonnay 1998
Viñedos y Crianzas del Alto Aragón.
Un vino con estructura y potencia, con una amplia gama de aromas entre las que se encuentra la fruta (manzana), el hinojo o las notas lácteas de mantequilla. Un buen acompañante de pescados con salsa que lleven nata. Por ejemplo un lenguado relleno de gambas al vino blanco y glaseado.
Raimat Selección 1998
Raïmat, s.a.
El besugo cocinado a la manera tradicional de Navidad es un plato realmente sabroso, con mucho poder sápido. Necesita la compañía de un vino muy aromático, que aporte la untuosidad y la acidez suficiente para limpiar el paladar de la sensación de pesadez. Este Raimat es su vino.
Marqués de Alella Allier 1999
Parxet, S.A.
Recuerda este buen Chardonnay a la fruta madura, a las maderas especiadas, delicadas y elegantes. Posee excelente estructura y poder sápido. Con esas aptitudes necesita como contrincante platos poderosos y a la vez sutiles. Los pescados en salsa serán sus aliados perfectos: una merluza rellena o un lenguado al vino blanco.
La Miranda d'Espiells 1999
Juvé & Camps, S.A.
Resulta muy fresco por su justa y bien medida acidez, con buena definición de los aromas varietales. Justo lo que necesitan un plato de centollo (txangurro) o un pastel de cabracho.
Colección 125 1998
Julián Chivite.
Hay un plato que actualmente se considera anticuado: la langosta Thermidor. Poderoso, elegante, dotado de infinidad de matices aromáticos. Será sencillamente el amante perfecto de este blanco navarro. ¡Que no separe la ignorancia lo que la cocina de Escoffier unió!
Príncipe de Viana
Chardonnay 1998
Príncipe de Viana.
Un Chardonnay clásico, con los aromas frutosos a flor de piel y una acidez justa y viva que actuará de equilibrante si nos decidimos a unirlo en la mesa con un plato de merluza con salsa de chipirones.
Vendimia Tardía 1998
Pirineos.
De gran cuerpo, graso y bien estructurado. Dones que le confieren carácter de tinto. Podrá con una lubina “Chambord” que lleva de ingrediente vino tinto. Si se prefiere un buen blanco, este Somontano es su vino.
Doña Beatriz Ferm. en Barrica 1999Avelino Vegas.
Gran expresión aromática, con los aromas propios de la uva bien sostenidos por las especias aportadas de su fina crianza en barrica. Perfecto para la cocina futurista: unos filetes de rodaballo a la salvia con pistachos, setas de otoño y hortalizas confitadas, que nos recomiendan los maestros Adriá y Arzak en su libro de fin del milenio.
Vinya La Calma 1998
Can Ràfols dels Caus, S.L.
Posiblemente es el único vino español elaborado con la variedad Chenin blanc. Y el mérito no es este, sino su fragancia y el estupendo cuerpo, la untuosidad, la persistencia y el carácter que le imprime la exquisita barrica de roble francés. Hará una pareja excelente con una lubina con cebolla compotada al brandy.
Faraón 1998
Delgado Hermanos.
En el frío invernal más de un comensal agradecerá un plato de crema o un consomé doble. Le harán buena compañía los aromas profundos de este generoso vino, su excelente cuerpo y su complejidad. Tomado en la copa o servido en la taza (por supuesto, en la proporción justa).