• Redacción
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• 2000-12-01 00:00:00

Cabernet Selección 1998
René Barbier.
De mar y montaña, la cocina catalana tiene estas ocurrencias exquisitas. Para acompañar este Cabernet nada mejor que una pularda rellena de colas de cangrejos de río, acompañada de la salsa resultante y de unas aromáticas setas.

Callejo Gran Reserva 1994
Félix Callejo.
Para los grandes platos, grandes vinos, de buena raza y de cosecha excelente. Para casarlo con una faisanita cocinada al estilo de Perigord. Pocos tintos harán los honores mejor que este Ribera equilibrado, con cuerpo y de complejos aromas de crianza.

Castillo de Alhambra 2000
Vinícola de Castilla.
Un buen Tempranillo, fresco, de maceración carbónica, todavía “sangrante”, plenamente floral; una delicia para unas manitas de cordero rellenas de setas o delicados carpaccios de atún. Aunque su mejor destino es inmolarse en un lechazo al estilo de Castilla.

Ceremonia 1997
Vicente Gandía Pla, S. A.
Elegante, de amplios aromas frutosos y finas especias. Su toque goloso vendrá muy bien si se empareja con una pavita rellena con pasas y piñones. La fina carne del ave se fundirá con su tanino pulido, los aromas de las frutas y los tonos especiados del vino.

Finca Valpiedra 1996
Finca Valpiedra.
La becada posee una carne exquisita, aunque puede resultar demasiado sabrosa si no se tiene el vino adecuado. Un buen novio sería este Rioja de poderosa musculatura, de interminables retronasales de frutillos negros y especias exóticas.

Gran Claustro 1996
Cavas del Castillo de Perelada.
Buqué muy complejo, donde reinan la fruta madura y las especias. Buen cuerpo y espléndidos retronasales. Para acompañar a un plato de caza, o un lomo de corzo asado al Oporto, guarnecido de manzana asada y colmenillas.

Izadi Expresión 1998
Viña Villabuena.
Limpios aromas de frutillos rojos y un recuerdo especiado de madera acompañarán a un capón relleno y asado en su jugo. El elegante tanino se fundirá en la boca con la carne perfumada del ave y el relleno combinará con los aromáticos retronasales del vino.

Marqués de Cáceres Reserva 1994Unión Vitivinícola.
Sirva una buena pieza de lomo alto de buey asada al horno, acompañada de su jugo y setas, para disfrutar de este riojano de buqué elegante y cuerpo sedoso, que envolverá el paladar en un conjunto delicioso con los aromas de la carne y las setas.

Marqués de Vargas 1996
Marqués de Vargas, S. A.
Una bendición para el paladar unido a la deliciosa carne de un faisán relleno de paloma y trufas. Sus especias exóticas y el tanino aterciopelado harán del conjunto plato/vino un todo sumamente armónico.

Mayor de Ondarre 1994
Ondarre.
Si la fiesta va de platos contundentes como es un buen tostón asado en horno de leña, nada mejor que emplear este vino. Por su sofisticado buqué y tanino carnosos parecerán nacidos el uno para el otro.

Muga Reserva 1994
Muga.
A medio camino entre lo clásico y lo moderno. Con la fuerza y estructura necesarias para acompañar a un solomillo de buey “Wellington”; es decir: cubierto de foie-grass y trufas, envuelto en una fina pasta de milhojas y hecho al horno. Los aromas resultantes de su unión pueden ser memorables.

Pata Negra 1994
Cosecheros Abastecedores.
La perdiz al modo de Calatrava es un sofisticado e inteligente plato que los monjes de Yuste nos legaron, y al que este tinto valdepeñero, con su cuerpo y fuerte estructura, sabrá acompañar y comprender.

Remírez de Ganuza 1996
Fernando Remírez de Ganuza.
Por sus aromas complejos, equilibrio y expresividad de sus taninos, merece que lo acompañemos con un gran plato. Como la propuesta que Arzak y Adriá nos hacen en su libro “Celebrar el Milenio”: Becada al abrigo de puerros, crujiente de ave y puré de salvia.

Selección Especial 1991
Campillo.
Un tinto con fuerza y estructura, y vocación de dominante. La unión con un magré de pato acompañado de unos dados de foie-grass puede resultar una de las mayores satisfacciones de estas fiestas.

Vino Primero 2000
Fariña, S. L.
Un vino joven francamente especial, jugoso, profundamente aromático, para gozarlo durante todo el año. En estas fiestas ya puede acompañar a platos de pescado azul o carnes poco elaboradas, como unas chuletitas de cordero o un pollito de Bresse asado.

Viñas del Vero Cabernet 1998
Compañía Vitivinícola Aragonesa, S. A.
Para los quesos, este Cabernet es un todo terreno: es el mejor acompañante de los quesos de pasta dura, pero acompaña muy bien a todos los que no sean azules. De estos últimos se puede encargar bien un vino dulce, ya abierto para los postres.