- Redacción
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- 2000-12-01 00:00:00
En estas manxas -secas- tierras de molinos de viento, permanece vivo el recuerdo del caballero Don Quijote y de su fiel compañero Sancho. Laten en la sobriedad de la llanura sus hazañas desventuradas y sus fallidos o ideales encuentros con la gastronomía y el vino de la zona. Pero, sobre lo literario, la función de los caballeros andantes en la historia del vino de La Mancha es una sólida realidad, pues fueron las órdenes sacro-militares, los Templarios, los Caballeros de Santiago y los de San Juan quienes, en el proceso de repoblación y reconquista, implantaron y arraigaron la vid en sus extensos dominios.
Por entonces, las tierras de La Mancha eran principalmente productoras de cereales. El vino, siempre presente en su historia, iría poco a poco adquiriendo carácter hasta convertirse, junto y sobre la aceituna y el trigo, en el verdadero protagonista de estos campos.
La Denominación de Origen de La Mancha tiene hoy 291 bodegas inscritas que se encuentran repartidas en 182 municipios, lo que la convierte en la zona vinícola más grande de Europa. Su clima es continental, y se caracteriza por veranos muy calurosos, que pueden llegar a superar los 40º C, e inviernos muy fríos, por debajo de los 10º C. Esto, unido a unos suelos con un alto porcentaje de cal y arcilla, configura un lugar idóneo para el cultivo de la vid. Esta inmensa altiplanicie, situada a 700 metros sobre el nivel del mar, ha sido el reino de la variedad Airén, un mar de blancos rústicos que podían acabar rebautizados en otras zonas o convertidos en alcohol o vinagres, hasta que en 1974 se constituye la D.O. y su Consejo Regulador.
El trabajo ha sido arduo. Pasa por modernizar las rutinarias cooperativas, dinamizar la inversión tecnológica, convencer de la necesidad de la figura del enólogo, erradicar de la vendimia la imagen de los rebosantes tractores bajo el sol. Pasa por dejar atrás el granel y la litrona. Pero el proceso, con el impulso de la competencia y de empresas pujantes, ha ido mucho más allá, y los tanques de acero que hoy compiten en el paisaje con los molinos, y los ordenadores que regulan las bodegas futuristas han dado fruto, y los blancos de Airén que hoy compiten en los concursos y se exportan a todos los mercados son frescos, aromáticos, afrutados y deliciosos.
Una de las novedades vinícolas es la incorporación de variedades de uvas blancas, como la Chardonnay y la Sauvignon Blanc, y de tintas como la Syrah, la Cabernet Sauvignon o la Merlot, que vienen a sumarse a la Cencibel, la Tempranillo local. Así, la oferta y la calidad de los tintos puede competir sin complejos en la copa y con ventajas en el bolsillo. De la aridez de su extenso campo mana un caudaloso río de buen vino.
La DO en cifras
Sede del Consejo Regulador: Avda. Criptana, 73.
13600 Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Tel. 926 54 15 23/ 926 54 15 92 Fax. 926 58 80 40
Presidente: Nicolás López Treviño.
Secretario: Alfonso Alonso Ramos.
Superficie de viñedo inscrita ..................................... 191.474 Has.
Registro viticultores ................................................ 21.920
Variedades Autorizadas:
Blancas: Airén, Pardilla, Viura o Macabeo, Chardonnay,
Sauvignon Blanc.
Tintas : Cencibel o Tempranillo, Garnacha, Moravia,
Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.
Producción media del 99: ......................................... 1.250.000 hl.
Calificación últimas cosechas: 98 (Ex) 99 (MB)