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Comer con vino nuevo

  • Redacción
  • 2001-01-01 00:00:00

La verdad es que hace ilusión tomar los primeros vinos de la vendimia recién terminada, antes de que acabe el año. Además de disfrutar de sus intensos aromas, sirve para tomar el pulso a la vendimia. Pero como todos los vinos, tienen su pareja ideal en la mesa, o tal vez en la barra de un típico bar de tapas, o acaso en las mesas corridas de un guachinche canario, o quizás bajo la acogedora sombra de una parra en el campo. Lo importante es que la categoría de las viandas esté a la altura del vino. Estos jóvenes inquietos y aromáticos combinan a la perfección con los productos del cerdo que se elaboran en Castilla, bien sea el exquisito chorizo, bien la contundente morcilla o incluso los crocantes torreznos recién sacados de la sartén. Asimismo, los pescados azules, concretamente el atún, se sentirá la pareja perfecta en compañía de unos de estos vinos, servido, eso sí, más bien fresquito. En fin, son infinitos los casos en que estos vinos hacen un buen papel de novios, pero donde el emparejamiento alcanza cotas de sublime es con unas sabrosas, jugosas y tiernas chuletitas de cordero asadas, a ser posible, con sarmientos bien secos.

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