- Redacción
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- 2001-02-01 00:00:00
Azpilicueta Reserva 1995
AGE, S. A.
Excelente ejemplo de evolución de clásico a un vino más actual. Y mucha culpa la posee una madera nueva que le cede aromas especiados, una fruta más clara (arándanos) y un paso de boca carnoso y vivo.
Barón de Ley 1994
Barón de Ley.
Cereza, con un ribete que apunta los tonos teja y la capa media. Hay un toque balsámico que combina bien con el regaliz y las notas especiadas. Es amable y tiene un punto goloso que envuelve el paladar.
Barón de Oña 1995
Torre de Oña.
Es un vino con volumen, bien vestido, con unos aromas especiados muy interesantes, tiene concentración de sabores y bastante cuerpo.
Berberana Alarde 1994
Berberana Vinícola.
Un color muy vivo y los aromas limpios y especiados dan elegancia a este vino de suave paso de boca y amplio final, muy agradable en conjunto.
Campillo Gran Reserva 1992
Campillo.
Es uno de los más vivos y brillantes de color. El hilo conductor es la elegancia, y sus sabores están totalmente integrados con armonía y justo equilibrio.
Castillo de Sajazarra Res. 1996
Señorío de Líbano.
Muy cubierto, potentes aromas de frutillos de bosque, notas especiadas de buena madera. La potencia de nariz se trasmite en boca, corpulento y armonioso.
Castillo de Ygay 1970
Marqués de Murrieta, S. A.
Es un milagro en nariz, donde su complejísimo buqué entrega aromas distintos conforme se abre en la copa, siempre distinguido y elegante.
Cerro Añón 1996
Olarra.
Es un vino realmente complejo, sus aromas de confitura de mora están envueltos en un toque finísimo de especias y tabaco. Es sabroso y muy pulido, con volumen en el paso de boca, redondo.
Cincel Gran Reserva 1989
Virgen del Valle.
Rubí, algo abierto y con tonos teja, es un vino expresivo, con elegantes notas balsámicas y de caja de puros. Redondo, con un paso de boca suave y un final especiado.
Conde de Valdemar G. Res. 1994Martínez Bujanda.
Es un vino contundente y elegante. Se aprecia su noble buqué donde resalta el tabaco y el cedro. Con una firme estructura, mantiene un excelente cuerpo y un buen final.
Corral Gran Reserva 1991
Corral.
Los clásicos como este riojano nunca pasarán de moda. Porque este vino posee un buqué muy complejo, una magnífica evolución en boca, es sumamente equilibrado y su tacto de terciopelo supone una caricia para el paladar.
Duque de Huéscar 1995
Viña Herminia.
Bien vestido, uno de los que mantienen ciertos tonos violáceos. Su conseguido buqué evoca frescura porque conserva bastante frutosidad, con notas especiadas. En boca se desarrolla intenso, y tiene un final muy armónico.
El Coto Reserva 1994
El Coto de Rioja.
Tiene una rica evolución especiada, y desarrolla un buen buqué. Sabroso y redondo, con un paso de boca excelente, donde sobresale la integración de sabores, y deja un paladar aterciopelado.
Excelso 1982
Franco Españolas.
Precioso color rubí con tonos teja. Los aromas de fruta confitada ponen la nota sobresaliente en su buqué. Tiene cuerpo y una acidez justa.
Faustino I 1994
Faustino Martínez.
De un rojo rubí con leves tonos teja. Se aprecia la integración de la madera en su buqué especiado. En boca eresulta muy sabroso y de taninos amables; llena el paladar con suave persistencia.