- Redacción
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- 2001-02-01 00:00:00
Madrid ha sido un enclave vinícola importante hasta que desastres como la plaga de la filoxera o la guerra civil acabaron con más de dos tercios del viñedo. En los años 80 un grupo de bodegas pioneras, como la de Félix Martínez, comenzaron tímidamente a embotellar un vino muy competitivo. De aquel originario Jeromín hasta los “Puerta del Sol” ha pasado toda una época en la que se manifiesta el grado de progreso y perfeccionamiento de esta Denominación. El siguiente paso ha sido verdaderamente espectacular, bien es verdad que cuenta Félix con la inestimable ayuda de sus hijos Juan Pablo y Manuel, enólogo éste, poseedores ambos de una ilusión que no conoce obstáculos. Por eso han llegado a este tinto, que, sin complejos, se aúpa al nivel de los sobresalientes. Es un vino que aúna la fruta y la carnosidad de una Syrah magnífica con la sinceridad y la elegancia de una vieja Tempranillo de sus pagos de Villarejo. Bajas producciones, una elaboración moderna y una madera de alta calidad han puesto el colofón a lo que será el comienzo de una gran etapa.
De la Tierra del Vino
Ricardo Sánchez ha llegado al vino por ventura. El caprichoso dedo del destino hizo que sus trabajos como geólogo le acercaran a la realidad de las comarcas vitícolas castellanas. Toro, Fermoselle o Cigales, zonas en plena efervescencia vinatera, se abrieron a su perceptiva sensibilidad. También se fijó en la ancestral “Tierra del vino” poseedora de un pasado notorio y de la que ahora solo quedan los restos, es decir: pequeños majuelos ocupados por viejísimas cepas de Tempranillo o Tinta de Toro. La visión de ese tesoro semi abandonado le produjo una pena inmensa, primero, y la esperanza, después, de que se podía recuperar si se buscaba una solución práctica. El paso inmediato fue buscar socios que aportaran el dinero necesario, para poner en marcha un proyecto tan ambicioso como atractivo: una bodega en el pintoresco pueblo de Coreses, con las condiciones necesarias para elaborar vinos de calidad. Su primer intento serio es este tinto joven, que me ha sorprendido por su franqueza e intensidad, del que hay poco más de 25.000 botellas. Es un maceración carbónica que ha hecho la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble americano.
Félix Martínez 1998
B. Vinos Jeromín. C/San José, 8 - 28590 Villarejo de Salvanés (Madrid)
Tel. 918742030. D.O. Vinos de Madrid. Precio: 3.100 Ptas. Tipo: Tinto de crianza.
Variedades: Tempranillo con algo de Syrah y Cabernet Sauvignon
Crianza: Un año en barrica nueva de roble americano. Fecha de entrada: 10/1/01
Consumo óptimo aprox: 7 años a 18º C.
1ª Cata: De un color picota, violáceo, muy al gusto actual, que permite pronosticar una carga frutosa importante. En ella sobresalen los recuerdos de frutillos negros, tipo ribes nigrum, algo de eucalipto que le da frescor y una carga muy medida de barrica con aromas especiados (domina la vainilla). Es un vino de buena tanicidad (en estos momentos resulta algo secante) pero nada preocupante si se piensa en futuro. Tiene un final fresco y agradable, y permite apreciar la limpieza que caracteriza al conjunto.
Novo 2000
Viñas Zamoranas. Pago de la Vega, s/n 49530 Coreses (Zamora).
Tel. 980590995. Sin D.O. (Vino de la Tierra de Zamora).
Precio: 600 Ptas. Tipo: Tinto joven. Variedad: Tinta de Toro.
Crianza: No tiene. Fecha de entrada: 19/1/2001
Consumo óptimo aprox: un año a 14º C. Puntuación: 8/10
1ª Cata: Es de un contundente rojo amoratado. Los claros aromas de mora se diversifican entre una baya bien madura y una mermelada de la misma fruta, que se aprecian en la nariz con finura pero que literalmente estallan en boca. Se advierte el aroma sutil de un fino tostado. Aunque se manifiesta en el paladar rotundamente, con volumen y carnosidad, proporciona una frescura muy agradable gracias a su justa acidez. El conjunto resulta armónico y la estructura, firme, lo justo para que aguante todo el año.