• Redacción
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• 2001-10-01 00:00:00

En el Grao de Valencia, eternamente vivo y activo, no es raro encontrar algún barco local donde, con el barroquismo típico de la zona, con formas espectaculares y colores falleros, aparecen imágenes de naranjas y racimos de uva. Efectivamente, frutas y vino han sido las exportaciones que han marcado la economía de la región desde hace mucho tiempo, y casi todas las grandes bodegas que hoy se esmeran en el cuidado de la tierra y la uva, en elaborar vinos de calidad competitivos con las D.O. más prestigiosas, proceden de aquellos comerciantes -oriundos de la Europa vinícola- exportadores de vino a granel en barcos gigantescos, de aquellos saneados negocios que se inauguraron a finales del S.XIX. El XX, sin embargo, no comenzó con buen pie. La filoxera también llegó aquí, tarde pero implacable, reduciendo los viñedos y recluyéndolos en la Valencia interior.
Una sensible pérdida, puesto que el vino y su cultura se disfrutaban desde épocas muy tempranas. Su imaginería y recuerdos aparecen ya en los primeros vestigios de la dominación griega, romana y fenicia, e incluso perviven sin dificultad durante los largos siglos árabes. Las abundantes ánforas vinarias en los fondos marinos dan idea del movimiento exportador de este litoral ya en tiempos romanos. Sagunto se impuso, ya por entonces, como un importante foco vitivinícola, y ni siquiera las prohibiciones religiosas del Corán hicieron mella en el cultivo y la producción, ni en cantidad, ni en consumo, ni en fama y prestigio exaltado por los poetas musulmanes.
Un territorio diverso, desde comarcas montañosas a las riberas mediterráneas, determina un catálogo de vinos que van desde los tintos potentes y corpulentos, teñidos por la garnacha, a los más delicados, ligeros y pálidos moscateles, en un momento en el que ven reverdecer su fama.
Unos y otros, más los frescos rosados, son el resultado de una profunda transformación enológica y una potente inversión económica y tecnológica que busca eclipsar la imagen de los graneles y las astronómicas cifras en pro de la calidad, y que deja atrás las clásicas elaboraciones licorosas, empalagosas, y los vinos de mesa impersonales, para aplicarse en conservar en los blancos todo su potencial aromático, y en redondear los tintos con nuevas variedades de uva y con crianza en madera. Como muestra de esa política, basta citar el presupuesto de inversión de 400 millones de pesetas en barricas desde el año 99 al 2002.
El sector lo merece, puesto que sustenta más de 10.000 puestos de trabajo y genera más de 12.000 millones de pesetas anuales. Es uno de los puntales de la agricultura regional y de la imagen internacional, pues si en el mercado español se comercializan 12 millones de botellas de la D.O., son más del doble las que viajan a la Unión Europea, a Suiza, Canadá y países asiáticos.

La DO en cifras

Sede del Consejo Regulador:
Quart 22, bajo. 46001 valencia
Tel. 963 91 00 96 Fax. 963 91 00 29
Presidente: Salvador Martínez Cervera.
Secretario: Chema García de la Cuadra.
Superficie de viñedo inscrita .....................................17.300 Has.
Registro viticultores ......................................................12.000
Variedades más extendidas:
Blancas: Merseguera, Macabeo, Moscatel, Malvasía...
Tintas: Monastrell, Tempranillo, Garnacha tintorera, Merlot..
Producción media: 650.000 Hl..
Calificación de las últimas cosechas: 97 (B) 98 (MB) 99 (MB) 00 (Ex)