Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Configuración e información Ver Política de Cookies

Mi Vino

Vinos

CERRAR
  • FORMULARIO DE CONTACTO
  • OPUSWINE, S.L. es el responsable del tratamiento de sus datos con la finalidad de enviarles información comercial. No se cederán datos a terceros salvo obligación legal. Puede ejercer su derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos, así como ampliar información sobre otros derechos y protección de datos aquí.

No solo con pescado

  • Redacción
  • 2002-03-01 00:00:00

Cuántas veces hemos procurado adecuar los suculentos platos de la gastronomía mediterránea a tan ávidos vinos, y en la mayoría de los casos hemos recurrido, por inercia, al equívoco de casar siempre los blancos con el pescado. Pues bueno, he aquí una de las excepciones que confirman la regla. Vigorosos vinos son los elaborados con el varietal Chardonnay, de porte erguido, corpulentos y con buen equilibrio grasa-acidez. Un retrato que a primera vista nos sugiere pescados azules, blancos, con salsas elaboradas y guarniciones atrevidas. Su personalidad dota a estos vinos de suficiente capacidad como para tomarlos con carnes blancas a la parrilla -en el caso de los fermentados en barrica-, pasteles salados, carpaccios de carne y pescado, brochetas de avestruz con adornos de setas de temporada, etc.

enoturismo


gente del vino