- Redacción
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- 2002-05-01 00:00:00
Murrieta cumple 150 años. La entrañable casa simboliza algo más que una bodega, es toda una institución en Rioja, sin apartarse un ápice de la seriedad que la ha caracterizado durante tantos años, Vicente Dalmau Cebrián, hijo, ha comenzado una apreciable y prudente renovación de los vinos, dándoles un carácter más moderno, menos tiempo en maderas usadas, más peso de fruta y más color. El flamante reserva 98 ya se ha beneficiado de esta decisión que comenzó con su Dalmau (vienen verdaderas joyas en las próximas añadas). No le falta audacia al joven presidente de Murrieta. Para celebrar el magno aniversario de la bodega, saca este tinto elaborado con Mazuelo, cepa que no goza precisamente de la fama de otras variedades que posee la finca. El vino desde su nacimiento mismo se ha comportado de forma extraordinaria, con un cuerpo y una juventud sorprendentemente madura. Ha sido embotellado solamente en formato magnum y expresa muy bien el espíritu de la casa: La tradición se alimenta de savia nueva
La evolución continúa Otro tanto le ha ocurrido a Viña Villabuena, más conocida como Izadi. Tuvo un ambicioso comienzo, por los años ochenta. Además de la bodega, se levantó un hotel donde el buen aficionado podía disfrutar de la belleza y la paz del viñedo riojano. Los vinos que elaboraba eran de corte clásico. Pero a Gonzalo Antón, director gerente del invento, le faltaba un trabajo que desarrollar: y era elevar los vinos a la altura de los tiempos. En el 97 decide renovar la casa por todo lo alto, y para ello cuenta con la asesoría de Mariano García. Los clásicos, ceden ante vinos profundamente modernos, como el llamado Expresión, un tinto casi de colección por las pocas botellas que elabora. La evolución de la casa no ha parado, porque este Selección del 99 se acerca todavía más hacia la intensidad frutal, que ya había comenzado en la cosecha 97. Ha sido elaborado bajo la estricta mirada del enólogo Ángel Ortega, y se eligieron los racimos en la mesa de selección, un Graciano excelente pero escaso y un Tempranillo escogido en los pagos de Villabuena y Samaniego. Después de una cuidadosa crianza en barricas nuevas, ha salido a la luz con la contraetiqueta de “cosecha”, para que no falte un detalle.
Mazuelo 150 Aniversario 2000 (Magnum)
B. Marqués de Murrieta. Ctra. Zaragoza, Km. 5. Finca Ygay. Logroño (La Rioja)
Tel. 941 27 13 70. E-mail: bodegas@marquesdemurrieta.com. D.O. Rioja Calificada.
Precio: 50 E. Tipo: Tinto crianza. Variedad: Mazuelo. Crianza: 6 meses en barrica
francesa y 6 meses en barrica americana. Fecha de entrada: 17/4/2002.
Consumo óptimo aproximado: 7 años a 16/18° C. Puntuación: 8’50/10
1ª Cata: Excelente color cereza con buena capa. Es un vino explosivo en nariz y muy ilustrativo, porque sus cuantiosos aromas resultan todavía evidentes y se pueden captar por separado. El toque de casis, la mermelada de frutillos o el limpio recuerdo de fruta tropical hacen de bloque maestro. Los acompañan, con mucha prudencia, recuerdos de monte bajo o lejanas notas especiadas. Es un vino con estructura, carnoso, de concentrados sabores y pleno de taninos muy jugosos que cuidan el paladar con delicadeza. Posee un final de boca armonioso y prolongado.
Viña Izadi Selección 1999
B. Viña Villabuena. Herrería Travesía 2, nº 5. 01307 Villabuena de Ebro (Álava)
Tel. 945 60 90 86. E-mail: izadi@izadi.com. D.O. Rioja Calificada. Precio: 29,09 E.
Tipo: Tinto crianza. Variedades: 80% Tempranillo, resto Graciano. Crianza: 16 meses en
barricas nuevas de roble americano y francés. Fecha de entrada: 11/4/2002
Consumo óptimo aproximado: 10 años a 16/18° C. Puntuación: 8’25/10
1ª Cata: Un gran color de juventud, rojo picota profundo, ribetes violáceos y densa lágrima, deja un grato recuerdo en la copa. Igual que sus finos aromas de especias, pimienta, un delicado toque de canela... y mucha fruta, preferentemente frutillos rojos, enmarcada en una madera bien medida que recuerda ligeros toques tostados. Posee una buena estructura y envuelve el paladar su tanino maduro, quizás algo “tieso” por la combinación con una acidez todavía notable, pero que se ajustará sin dificultad tras unos meses de crianza en botella.