- Redacción
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- 2002-10-01 00:00:00
Prado de Irache Reserva 1997
Bodegas Irache.
Poco expresivo al principio, necesita abrirse con una fuerte oxigenación en jarra decantadora. Después afloran aromas complejos (hierbas, especias), fruta negra en licor y clavo. Muy armónico y fresco, jugoso, con tanino por pulir que mejorará con su estancia en la botella.
Ppe. de Viana 1423 Res. 1996
Príncipe de Viana.
Un buqué concentrado, limpio, con recuerdos de torrefactos, almizcle y cedro. Tiene estructura, es sedoso, con un grato final que recuerda a las frutas pasificadas.
Santa Cruz de Artazu 2000
Artadi.
Un vino sorprendente, elaborado a partir de una Garnacha espléndida. Resulta elegante, complejo, llena la boca de finos matices, con un tanino muy rico y bien trabajado. Pero tengan paciencia, todavía será necesario que se desarrolle en la botella un tiempo para redondearse.
Viña Perguita Reserva 1996
Fernández de Arcaya.
Hay cierta reducción, que se abre lentamente, aparecen aromas de fruta pasa; es muy agradable en el paso de boca; un vino ya hecho, listo para beber gracias a una buena evolución.
Viña Sardasol Merlot 2001
La Virgen Blanca, S. Coop.
Un vino moderno, bien frutoso, con la madera sutil. En boca es carnoso, con un tanino envolvente y suave, de final amplio y persistente.
V. Sardasol Tempranillo-Merlot ‘01
La Virgen Blanca, S. Coop.
Muy concentrado, mejor cuando se airea. Se aprecian los aromas de frutillos de bosque claros. Es goloso, jugoso e impregna el paladar.
Viñas Viejas Reserva 1998
Julián Chivite.
Aparece la fruta en licor, maderas perfumadas, muy limpia en nariz. Equilibrado, con un tanino jugoso bien contrastado con el resto, exhibiendo buenos aromas en el final de boca.
Viñedo nº 4 2001
Bodega de Sarría.
Cierta evolución, delicado, acusa ciertos aromas de monte bajo con un poco de alcohol, nada importante. Muy redondo, alegre, listo para beber.
Viñedo Sotés 2001
Bodega de Sarría.
Bastante cerrado, nota común en vinos muy concentrados que se viene sucediendo sin mayor contratiempo. Agradables aromas de fruta en licor y tostados elegantes. Buena boca, carnoso, mejor incluso que la nariz, estructurado y armónico.
Capricho de Goya
Herederos de Camilo Castilla.
Concentrado, muy poderoso. Aparece la fruta pasa, la corteza de mandarina, miel... todo muy bien conjuntado. En boca es donde descubre su mejor arma, el equilibrio, la sedosidad del alcohol bien integrado y un final de postgusto que persiste bastante.
Gran Feudo Moscatel 2000
Julián Chivite.
Notas de limón, flores, no muy intenso. Lo mejor, cuando se bebe, desarrolla mejor su dulzor, la acidez fresca y equilibrada, donde refleja la jugosidad del conjunto
Montecristo Moscatel 2001
Herederos de Camilo Castilla.
Aromas muy delicados, camomila, miel... con una buena expresión de la variedad Moscatel. Es meloso en su justa medida, graso, con magnífico desarrollo, pleno de perfumes frutosos, con buena persistencia.
Ochoa Moscatel 2001
Ochoa.
Fruta con excelente punto de madurez, miel, cáscara de mandarina con paso goloso, amplio y sencillo. Su alianza con una cubitera lo hace imprescindible para resaltar todas sus virtudes.
Piedemonte Moscatel 2001
Piedemonte.
Aromas exóticos muy sugerentes (piña y maracuyá), limas, con frescura de fruta recién lavada. Equilibrado en su paso, envolvente, con final que recuerda a los cítricos y que lo hace muy agradable.