• Redacción
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• 2002-11-01 00:00:00

La Mancha cambia para bien. No es solamente del blanco al tinto, cosa harto necesaria, sino de concepto. Y cooperativas como la de Santa Rita, con más de 600 has. de viñedo, ya elaboran vinos que sorprenden y, sobre todo, se atreven a plantar cara al mercado, copado en exceso por otras denominaciones cuya fama se debe a cuatro marcas únicamente, y cuyos vinos no siempre dan lo que piden. Razones le sobran, buena materia prima, moderna tecnología en la bodega y un profesional de muchos quilates: Tomás Buendía, enólogo que además de producir vinos tan expresivos como jóvenes, blanco y tinto -todo un prodigio de fruta- puede trabajar vinos tan equilibrados como este reserva. Procede de un Cencibel (me gusta llamarle así, a pesar de los “unificadores”) cosechado en los ventajosos pagos de Mota del Cuervo, criado en barricas de roble americano, con tanto tino, que apenas si se notan los escandalosos aromas de vainilla a poco que se le vaya la mano al artista. El resultado es un vino moderno, carnoso aunque nada pesado y, sobre todo, elegante. A buen seguro que reclutará incondicionales allá donde se abra una botella. Y eso a pesar de la etiqueta.
Uvas contadas Es muy gratificante un paseo por La Rioja en pleno otoño, cuando el aire fresco trae aromas de vendimia... Con verdadero entusiasmo, Benjamín Romeo me muestra su tierra, su querido San Vicente de la Sonsierra y su viñedo. Tiene claro (hijo, nieto de viticultores) que le debe la máxima fidelidad a la viña si quiere elaborar un vino diferente. Durante quince años fue el director técnico de Artadi, y en su haber lleva la gloria de realizar el “Pisón”, o el “Grandes Añadas”. No satisfecho todavía, ha logrado hacer realidad su sueño: retirarse a elaborar un vino de capricho. Así es su “Contador”, que nace como una fantasía. Para hacer 2.000 botellas de un vino único, de los mejores racimos se eligen los granos maduros y sanos. Este “La Cueva del Contador”, no llega a tanto, pero sí se aprecia el magnífico fruto de dos majuelos de viñas viejas. Como un vino de “garage”, aunque realmente lo es, pues Benjamín no necesita más que un amplio espacio para los tinos de madera francesa donde fermentar y una pequeña cueva en la falda del cerro, justo debajo del castillo, para que sus barricas francesas, de “boutique”, le críen con mimo sus vinos.
Varonés Reserva 1995
B. Santa Rita. San Agustín, s/n. 61630 Mota del Cuervo (Cuenca).Tel. 967 18 0071
D.O. La Mancha. Precio: 8’71_
Tipo: Tinto crianza. Variedades: Cencibel (Tempranillo)
Crianza: 18 meses en barricas de roble americano. Fecha de entrada: 1/10/2002
Consumo óptimo aproximado: tres años a 16/18º C. Puntuación: 8’3/10

1ª Cata: Conserva muy bien el color cereza, se aprecia algún reflejo teja, aunque, lejos de parecer un veterano, conserva viveza en la coloración, muy atractiva. Un buqué donde todo está tan bien integrado que es una dura prueba tratar de describir aromas concretos. Aún así hay tonos de vainilla, de frutillos, de monte bajo o un fondo de confitura. Es sabroso y con cuerpo, el paso de boca aterciopelado, de suave untuosidad. Un final donde vuelve a lucir la elegancia y la expresión aromática del buqué que llena la copa. Un vino para disfrutar.
La Cueva del Contador 2000
Vinos de Benjamín Romeo. Amorebieta, 6. 26338 San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)
Tel. 941 33 42 28. D.O. Rioja Calificada. Precio: 50_
Tipo: Tinto crianza. Variedades: Tempranillo
Crianza: 18 meses en barricas nuevas de roble francés
Fecha de entrada: 2/10/2002. Consumo óptimo aproximado: 7 años a 16/18º C

1ª Cata: Rojo picota, tonos violáceos hasta en la lágrima, muy cubierto. Los limpios aromas traen todo un cesto de frutillos de bosque (moras, frambuesas, fresas, arándanos). Pero si se abre con bastante tiempo, incluso una hora antes, descargará todo el bagaje aromático, que es mucho. Hay, además, notas de ahumados, pimienta y un toque de regaliz. En el paladar se muestra fresco -con un ligero recuerdo de maceración carbónica-, conserva la sutileza de una acidez justa, y un tanino sedoso y elegante. Se puede disfrutar en este momento pese a su impetuosa juventud.