• Redacción
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• 2003-02-01 00:00:00

Hace apenas diez años, Hubrecht Duijker, gran conocedor y amante de los vinos españoles
-tanto, que recibió la medalla de oro del Ministerio de Agricultura por su libro Vinos de Rioja, cosechó alguna enemistad entre los vascos en su Atlas de los Vinos de España, simplemente por una tontería, por una descripción que muchos aficionados y expertos avalarían sin pudor: “hay chacolís de sabor tan austero y espinoso que parece como si uno se estuviera bebiendo un vaso de alfileres”.
Ya por ese entonces los había frescos, estimulantes, sabrosos, más carnales que la media, más frutales, más maduros, pero la verdadera transformación, la domesticación de la uva Hondarribi y su adecuación al gusto es fruto de esta década.
Como muestra emblemática está el nacimiento de la nueva D.O. Chacolí de Álava -Arabako Txakolina-, para desarrollar y proteger vinos bien diferenciados de sus hermanos costeros, el de Guetaria y el de Vizcaya.
El núcleo de la Denominación de Origen es la asociación de media docena de caseríos donde, por tradición, por amor al arte, los baserritarras habían conservado la práctica enológica que en otro tiempo fue pilar fundamental de la economía de la región.
Así fue, según testimonios escritos desde el año 760 hasta el fin de la Edad Media, cuando el viñedo de txacolí cubría las lomas de la comarca de Aiara, Amurrio y Laudio, protegida por una legislación que impedía “importar” otros vinos hasta haber terminado con los locales del año. Pero las 550 has. registradas en el año 1877 no soportaron el embate de la filoxera y las sucesivas plagas, y en el momento de fundar Arabako Txakolina, en 1989, habían quedado reducidas a 5 hectáreas, en lunares dispersos y plantadas con variedades de uva tan caprichosas y heterogéneas como los medios o métodos de elaboración de cada bodeguero.
Así, los objetivos básicos del proyecto fueron hacer crecer la superficie de viña, unificar el sistema de producción y obtener un vino natural de calidad. Y todo se ha conseguido. El viñedo ha crecido, año tras año, hasta 55 has. que produjeron en la pasada campaña 230.000 kilos de uva; la dotación técnica pasa hoy por prensa neumática, acero inoxidable, equipos de frío, filtros avanzados... y en una defensa solidaria sin precedentes, desde 1996 se procesa y se comercializa en común, actualmente con 35 socios, con el objetivo de llegar al medio millón de botellas anuales, de respetar el medio, de investigar en la mejora de la calidad tanto en el campo como en el resultado, en la botella.
Ese resultado es un blanco fresco y para tomar fresco, entre 6 y 8º C, de color amarillo pálido con destellos verde limón, límpido y brillante, con aromas frutales característicos de esta local variedad, florales y con un recuerdo de levaduras. Y en la boca, el alegre ataque de una pizca de carbónico -de aguja, que no de alfileres-, con un postgusto refrescante, ligero, que invita a beber.
La DO en cifras
Sede del Consejo Regulador:
Avda. Maskuribai s/n. Edificio El Salvador
01470 Amurrio (Álava)
Tel. 945 891 211
Presidente: Mariano Álava
Secretario: Jose Antonio Merino
Superficie de Viñedo................................. 55 Has.
Producción 2002............................. 230.000 Kg.
Bodegas asociadas.......................................... 35
variedades:
Blancas: Hondarribi Zuri, Gros Manseng,
Petit Manseng, Petit Courbu.