• Redacción
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• 2003-12-01 00:00:00

LUBINA ASADA CON BERENJENAS, CHANTARELAS,YOGHOURT Y CHUTNEY DE MANGO Sergi Arola, flamante dos estrellas Michelin, y actual Premio Nacional de Gastronomía, propone un plato de pescado de base tradicional pero recreado con el ingenio de un artista de sólida formación culinaria y grandes recursos técnicos. El juego de texturas y sabores, bajo la dominante de la lubina, sorprende por la evocación de una cocina histórica que Sergi sitúa más allá del tiempo. Aura 2002 Aura. Blanco (Verdejo). La mejor virtud de este blanco reside en su expresión aromática y final amargoso, típicos de una buena Verdejo, que son claves para que tenga éxito la combinación. Belondrade y Lurton 2001 Belondrade y Lurton. Blanco con madera (Verdejo). Todo un recital de aromas delicados que aúnan la expresión y buen hacer de su crianza. Cuerpo y buen desarrollo que ensamblan a la perfección con esta lubina cargada de exotismo. Cérvoles 2002 Celler de Cantonella. Blanco con madera (Chardonnay y Macabeo). La uva Chardonnay juega un papel importante en la cesión de aromas y textura grasa. Dos componentes, entre otros, que ligan muy bien con la Chantarella y la lubina. Do Ferreiro Cepas Vellas 2002 Gerardo Méndez Lázaro. Blanco (Albariño). De las mejores armonías. Es respetuoso con la lubina, sabe conjugar muy bien los aromas, que están en consonancia con los sabores. Delicado y muy sugerente. Emilio Rojo 2001 Emilio Rojo Bangueses. Blanco (Lado, Torrontés y otras). Su buena carga aromática se conjuga a la perfección con las notas del chutney de mango. El acento ácido es idóneo para realzar la frescura de la lubina. Buena fusión. Gran Reboreda 2002 Bodegas Campante. Blanco (Albariño). La misma tónica de aromas tropicales que recuerdan al mango o la piña son perfectos para este pescado. De acidez comedida y bien desarrollada que respeta la unión. Guitián 2002 A Tapada. Blanco (Godello). El toque graso de entrada de boca sienta bien a la lubina, realza la berenjena y se potencia en aromas con la chantarella. El final es claramente exótico, propiciado por el mango. Luis Alegre Reserva 1998 Luis Alegre. Tinto con crianza (Tempranillo). Curioso y llamativo. Su delicadeza en el paso de boca, sin taninos agresivos, y un grado alcohólico moderado, son cualidades acordes para acompañar esta lubina asada. Muy sugerente. Lusco 2002 Lusco do Miño. Blanco (Albariño). Todo está en consonancia, aromas tropicales delicados que respetan el pescado, buena expresión de la acidez y final ligeramente amargoso que se funde con la berenjena. Viña Mein 2001 Viña Mein. Blanco (Treixadura, Torrontés, Godello y Loureiro). Un vino que sabe adaptarse a gran diversidad de platos, incluso a la berenjena donde sale victorioso. Refuerza el plato y le impulsa vigor y potencia aromática. Príncipe de Viana 2002 Príncipe de Viana. Rosado (Garnacha). Todo se desarrolla en armonía porque es un rosado sin excesos, notas de frutos rojos que aportan más complejidad al plato, dulzor bien medido que no distorsiona, y amargor que se potencia con la berenjena y la seta. Terras Gauda 2001 Terras Gauda. Blanco (Albariño, Loureiro y Caíño). Moderado en aromas pero armado de una acidez que ayudará a la armonía con el plato, aporta a la lubina más sensación de frescura. Los aromas se enlazan con facilidad y armonía.