- Redacción
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- 2003-12-01 00:00:00
CORDERO CONFITADO EN LECHE CON CANELA, VAINILLA Y ROMERO Manolo de la Osa es un gigante de la cocina que imparte su magisterio desde el restaurante Las Rejas, en Las Pedroñeras (Cuenca). Ha sabido revitalizar la cocina regional, refinándola sin perder un ápice de su encanto y sabor. En esta ocasión nos ofrece un plato tradicional navideño, genial en su simplicidad. El sabor entrañable del cordero se ve enriquecido por la filigrana aromática de las especias. 904 Gran Reserva 1992 La Rioja Alta, S.A. Tinto (Tempranillo, Mazuelo y Graciano). Hay que tomarlo a 18-20º C para potenciar al máximo los aromas y la sensación golosa de entrada: así resultará más atractivo para la confitura delicada del cordero. El final es un espectáculo de juego de aromas. Alión Reserva 1999 Bodegas y Viñedos Alión, S.A. Tinto (Tempranillo). Su magnífica acidez y tanino granuloso son fundamentales para la textura del cordero. Amplia fusión. Aromas que no distorsionan y perduran con destacada expresión del romero y canela. Calderona Élite 2001 Frutos Villar. Tinto (Tempranillo). Un buen diseño de vino, en el que destaca la golosidad de su paso de boca, brillante tanino fundente que se combinan a la perfección con la carne. Final aromático largo. Chivite 125 Colección Reserva 1999 Julián Chivite. Tinto (Tempranillo). Carga de aromas complejos (tabaco, maderas aromáticas, especias) ideales para mejorar el plato. Buena compenetración vino-cordero que se funden en texturas similares. Dominus 1998 SAT Los Curros. Tinto (Tempranillo). La madurez frutosa y el alcohol realzan el dulzor, en una excelente fusión con el cordero. Agrada mucho la combinación de tostados de madera con la canela y el romero. Grans Muralles 1998 Miguel Torres. Tinto (Garnacha, Monastrell, Samsó, Garro y Cariñena). Uno de los más delicados. Necesita alcanzar una temperatura templada para poder apreciar su excelente buqué. Las notas de canela se combinan muy bien en el final de boca. Numanthia 2001 Vega de Toro. Tinto (Tempranillo). Un paso de boca muy bien desarrollado, buena armonía de texturas, final amargoso que realza el sabor del cordero con notas aromáticas finales de madera y vainilla. Quercus 2001 Bodegas Fontana. Tinto (Tempranillo). Este vino es un complemento para el cordero, con el aporte tanto de aromas a frutos rojos como de sabores, destacando la ligera golosidad de entrada que se funde con el confitado. Remírez de Ganuza 2001 Fernando Remírez de Ganuza. Tinto (Tempranillo). Es un vino maduro que no pierde la frescura en boca, estupenda para la carne del cordero, lleno de aromas de crianza (tostados finos, especias) que se complementan muy bien. Largo final. Santa Rosa 1998 Enrique Mendoza. Tinto (Cabernet, Merlot y Syrah). Excelente madurez, jugosidad plena que combina con sabiduría con este cordero confitado. Recital aromático de ciruelas, romero y canela, todo ello en armonía. Secastilla 2001 Viñas del Vero. Tinto (Garnacha). Garnacha madura donde las haya. Ese dulzor moderado otorga buena armonía, y su final queda potenciado por las notas de frutos rojos y tostados de la madera. Vall Llach 2001 Celler Vall-Llach, S.C.P. Tinto (Cariñena, Merlot y Cabernet). Potente, aunque sabe esperar. Es perfecto por su complejidad aromática y buena acidez. Combinación que no satura, realzando la jugosidad y excelencia del vino y el cordero.