• Redacción
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• 2010-09-01 00:00:00

Ha habido décadas en Sauternes y Barsac en las que no se embotellaban más de dos o tres buenas cosechas, y al menos un año no se embotellaba nada. Pero desde hace 15 años ya no ha salido mal ninguna cosecha y muchas de ellas son legendarias. De una gran clase y un estilo de rabiosa actualidad es también la última añada en Sauternes: las condiciones climáticas han sido prácticamente óptimas para este tipo de vinos, la lluvia se presentaba siempre que era necesaria, la botritis trabajó en un tiempo récord y no sólo la calidad es excelente, sino también la cantidad. 2009 es una añada en la que los vinos de Sauternes poseen tanto potencia y plenitud como frescor y casta, y por consiguiente encajan perfectamente en la línea de las añadas impares 97, 99, 01, 03, 05, 07: este medio mnemotécnico puede parecer una generalización, pero la verdad es que no funciona mal. Lo único que se le puede reprochar a algunos vinos de 2009 es cierta falta de complejidad y finura como la que poseían algunos de 2008. 2.200 hectáreas de viñedo 200 productores 4 millones de botellas anuales 26 Crus Classés 16,5 Château Caillou Soberbia nariz de lima con componentes minerales; muy pocos Sauternes poseen tan franca elegancia en esta añada, que ha producido vinos más bien potentes. Caillou es la excepción que confirma la regla. Impresionante por su equilibrio y su frescor. 2014 a 2022. Château de Malle Muestra frescor y casta, resulta denso y lleno pero no pesado, más bien con un perfil claramente dibujado. 2013 a 2018. Château Doisy Védrines Tal y como ocurre con frecuencia, en esta fase resulta muy cerrado, se intuye más que se huele la compleja aromática con sus componentes minerales; también en boca es relativamente contenido, pero con profundidad y densidad, y un final fresco sobre notas cítricas. 2017 a 2030. Château Nairac Jugoso y fresco, excelente equilibrio entre frescor y abocado, asombrosa mineralidad también, responde a su estilo, aúna alegre frutalidad con temperamento impetuoso. 2013 a 2022. Château Rabaud Promis Posee frescor y casta, resulta agradablemente delgado, pero muy denso, termina jugoso y largo sobre notas cítricas; muy logrado, será un placer en todas las fases de su vida. 2015 a 2022. 17 Clos Haut Peyraguey Reservado, pero extremadamente denso e incluso vigoroso, con mucha casta y profundidad, el final lleno, rico, largo y mineral; imprescindible que madure una vez embotellado. Tremendamente lleno de carácter. 2015 a 2025. Château Guiraud Se presenta potente pero no demasiado pesado, jugoso, denso y con casta, tremendamente estructurado, con un final largo y persistente, tras el embotellado es imprescindible que madure un tiempo. 2017 a 2030. Château Sigalas Rabaud Denso y sin embargo fresco, bien dibujado, con un delicado final mineral; como siempre, aún muy cerrado en este estadio pero con excelente potencial para el futuro. 2015 a 2025. 18 Château Suduiraut El principio suave, evolución delicada, la mineralidad y la densidad no se perciben hasta el final, sorprendentemente fogoso, posee una delicada nota amarga y, por ello, resulta largo y complejo a pesar de su fuego. Un vino muy hermoso que por su estilo recuerda a su gran vecino Yquem. Su equilibrio es modélico. 2015 a 2030. 18,5 Château Climens Como Climens no se ensambla hasta pasada una larga fase de crianza, la única posibilidad de hacerse una idea de lo que en el futuro será este vino consiste en catar en la bodega, directamente de la barrica, los diversos “lotes” por separado. Las muestras, por una vez sorprendentemente homogéneas, nos transmiten una imagen de franca regularidad, gran mineralidad, casta, densidad y profundidad. Sin duda, tiene potencial para llegar a convertirse en uno de los más grandes vinos de esta añada. 2025 a 2050. Château Lafaurie Peyraguey Es posible que Lafaurie Peyraguey no sea uno de los más regulares entre los grandes vinos de Sauternes. Pero cuando sale logrado, es uno de los más ricos en finura y delicadeza. La añada de 2009 es de lo mejor que hemos catado nunca: soberbia y compleja nariz de flores y notas minerales; textura oleosa a la vez que fresca, asombrosa mineralidad que se suma a la casta y a una opulencia manejada con maestría, final tremendamente refinado y largo. 2014 a 2030. Château Rieussec Durante veinte años, Rieussec ha estado intentando desbancar del podio a su vecino Yquem por su plenitud y por un marcado y complejo abocado; pero desde hace unos pocos años, lo está logrando más y más por la finura y la elegancia. En 2009, este “nuevo” estilo se hace notar especialmente en el paladar: soberbia nariz con componentes minerales, florales y frutales, lima; acidez perceptible, soberbio y fresco abocado, gran mineralidad y densidad, longitud inacabable, compleja y aromática; tiene mucha clase, es un placer beberlo ya, pero además está preparado para la eternidad. 2015 a 2030. 19 Château d’Yquem Si bien preferimos el sobresaliente Yquem de 2008 a este de 2009, esto no tiene nada que ver con su calidad. Lo que más nos importa es el encanto y la armonía, por encima de la plenitud y de la amplitud. No obstante, también este año es Yquem el mejor de todos los Sauternes, aunque con poca ventaja: hechuras muy precisas, se presenta tremendamente potente, denso y rico, muestra mucha casta, frescor e intensidad aromática. 2016 a 2030. Geografía Barsac es una parte de Sauternes, pero no a la inversa, y estas dos más otras tres demarcaciones (Bommes, Preignac, Fargues) se hallan en la orilla izquierda del Garona, a unos 40 kilómetros al sur de Burdeos. La variedad Sémillon está representada en un 75 a 80 por ciento, la Sauvignon entre un 15 y un 20 por ciento, además de algo de Muscadelle. Terruño Los suelos están generalmente compuestos por gravilla, arena, cal y lodo. Su especialísimo clima permite llevar a cabo la vendimia en varias pasadas, en las que se recogen uvas destinadas a la elaboración de vinos dulces nobles. El rendimiento por hectárea se sitúa entre 9 y 15 hectolitros, es decir, únicamente unas 1.500 a 2.000 botellas. Variedades 80% Sémillon, 20% Sauvignon y Muscadelle. Estilo Los vinos de Sauternes, en los últimos años, no sólo han ganado en precisión aromática y finura, sino también en frescor y casta. Resultan dulces y frutales, pero no pesados, más bien incluso amables a su manera. Son verdaderos todoterreno, adecuados para el aperitivo, buenos como vinos de meditación, acompañan a la cocina moderna, los platos asiáticos y los canapés, se pueden beber jóvenes pero también se pueden guardar durante décadas. Consumo óptimo aprox. 4 a 10 años (para los vinos y añadas más modestos), 6 a 50 años y más para los crus superiores. Fronsac / Canon Fronsac Alternativa calidad-precio Un año muy logrado en las fincas que se han podido permitir el lujo de esperar a la maduración óptima, sin tener que embotellar vinos al estilo Oporto. Los mejores Fronsac –la mayoría de ellos pertenece a la agrupación Expression de Fronsac– son ricos en extracto y vigorosos, pero al mismo tiempo los taninos son pulidos y se han mantenido asombrosamente frescos. ¡Y aquí los precios son razonables, incluso en el caso de que se produjera una Burdeosmanía! Nuestro consejo: Si cuvées tan intransigentes como Moulin Haut Laroque o Moulin Pey Labrie le resultan demasiado potentes, pruebe con Fontenil o Dalem, que siempre salen algo más pacíficos 1.100 hectáreas de viñedo 150 productores Alrededor de 8 millones de botellas anuales 16,5 Château Dalem Brigitte Rullier se mantiene, también en 2009, en el rumbo de los vinos llenos y frutales, pero nunca situados en primer plano, pues su vino empieza suave, evoluciona hacia taninos frescos, densos y llenos, sin dureza, termina fogoso pero también jugoso; excelente. 2016 a 2025. 18 Moulin Haut Laroque El perfeccionista Jean-Noël Hervé ha logrado una vez más un vino espectacular que, en estilo, no es comparable a ninguno de todo Burdeos. Vino de una increíble calidad de los taninos, llenos, sin revelar ni un ápice de agresividad o rusticidad. Alcohol perceptible, pero perfectamente equilibrado por su especial extracto. Debe madurar mucho tiempo. 2020 a 2030. Geografía Los viñedos se hallan a una altura ligeramente superior a Pomerol y Saint-Émilion, en un lugar algo ventoso, lo que conlleva un proceso de maduración diferente y conduce a un estilo muy distinto al de las otras dos appellations de la orilla derecha. Sólo algunos vinicultores hacen grandes vinos. Terruño Lodo y suelo calcáreo. Variedades 78% Merlot, 22% Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Malbec. Estilo Los más italianos de entre los Burdeos se caracterizan por unos taninos angulosos, pero asombrosamente frescos, extracto y alto contenido alcohólico que, en el mejor de los casos, les garantiza una larga maduración Consumo óptimo aprox. 8 a 20 años (para los vinos y añadas más modestos), 15 a 50 años y más para los crus superiores.