- Redacción
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- 2006-02-01 00:00:00
En el rudo páramo castellano, sobre un milenario lecho de cantos rodados, nacen uvas, como la Prieto Picudo, que renuevan la historia y expresan el terruño. En la ribera del Cea, en León, entre Ribera, Bierzo, Rueda..., reverdece un bodoque de viña de 200 has. , asentado en un proyecto tan sensato como sentido. Urbano, el alcalde de Gordoncillo, se propuso rescatar la villa de la amenaza de abandono y la desertización, a base de lo que en su día la hizo rica y productiva, la vid. Así, durante la segunda concentración parcelaria de mediados de los años 90 promovió una bodega capaz de elaborar la producción de las parcelas de casi todos los vecinos, convertidos en accionistas. Convenció a las administraciones, venció la desconfianza de los 101 propietarios y reunió 300 has. de tierra variopinta pero avara, escasa en nutrientes, idónea para vinos de calidad. Desde el 96 al 98 plantaron en espaldera la autóctona Prieto Picudo, las vecinas Mencía y Verdejo y la ubicua Tempranillo, y se asomaron al nuevo siglo con la inauguración de una bodega crecedera, semienterrada, dimensionada para cuando toda la finca esté en producción, y con la incorporación de una enóloga como María de la O Maroto, una vital y tenaz astorgana, especializada en la zona y en esas raras uvas. La prieto Picudo De la bodega salió el primer tinto de Prieto Picudo -superando la tradición de rosados de aguja-, y la osadía de experimentar la crianza en barrica, contradiciendo la teoría de los santones que no consideraban que esta uva tuviera estructura para envejecer. El éxito de su labor de pioneros, la calidad y la originalidad de sus vinos ha servido de reclamo a otras bodegas que se van asentando en esta olvidada región. Más aún, les ha valido imponer en las catas concurso incluso su refinado Verdejo, sin contraetiqueta de D.O. Son Vinos de Calidad de Castilla León elaborados con mimo a pesar de la gran capacidad de la bodega: 750.000 litros anuales. Un equipo compacto Las uvas se vendimian de madrugada, se maceran pacientemente en frío en busca de aromas y color, se elaboran en depósitos de tamaño moderado a temperatura controlada y se guardan casi un año en barricas nuevas. Se trabaja con austeridad, pero con un magnifico entendimiento del equipo, desde al director, José Manuel Fernández al encargado de campo, Jesús Ángel Velado, la enóloga María de la O, y la exótica Sandrine Castets colocando la marca en México o en China. Juntos han impuesto una imagen renovada, la bodega luminosa, abierta al visitante, y el sencillo y expresivo vestido nuevo del vino, los Peregrino blanco, rosado, tinto joven y tinto roble. BODEGAS GORDONZELLO Alto de Sta. Marina s/n 24294 Gordoncillo (León) Tel. 987 758 030 Fax: 987 757 201 comercial@gordonzello.com