- Redacción
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- 2006-02-01 00:00:00
Logos significa razón, algo que le sobra a la tercera bodega de la familia Escudero, al rotundo vino navarro que redondea sus bodegas de riojas y cavas. En la actualidad rige la empresa la cuarta generación de bodegueros y viticultores, Amador y sus hermanos. En 1852 el bisabuelo, Juan Escudero, comenzó a elaborar vinos a base del viñedo de sus antepasados, en una bodega excavada en la montaña con un lagar de piedra y seis cubas de roble. Los vinos llegaban en pellejos a los pueblos de la Sierra de la Demanda o Cameros. Más tarde, en 1958, Benito Escudero Abad, actual propietario de la bodega, donde derrocha un ejemplar dinamismo octogenario, comenzó a elaborar las primeras botellas de cava, que constituye en la actualidad uno de los puntales de la bodega de Grávalos, pueblo riojano con antigua tradición vinícola. Sus viñedos riojanos están situados en la frontera de Navarra, en pleno corazón de los tres reinos medievales. Hace más de 20 años que su inquieto hijo Amador compagina la labor en su bodega familiar -Escudero- y la creación de la innovadora Valsacro, con el asesoramiento a varias cooperativas de la vecina Navarra llana, entendiendo que la frontera entre ambas Denominaciones de Origen es artificial y no implica diferencia de calidad. Para demostrarlo, en 2001 encontró su ideal, unos viñedos muy viejos, cepas seculares y retorcidas que invitan a una doble selección, en la cepa y en la bodega, sobre la cinta de selección manual y rigurosa. Elaboran en la bodega del Marqués de San Adrián, ya que las dos propias, la antigua Escudero y la moderna Valsacro, están situadas en la D.O. vecina, y envejecen en madera nueva, en dos líneas ligeramente diferenciadas: una en roble americano y francés, y las uvas más prometedoras, prácticamente todo el tiempo en barricas francesas. El trabajo en la viña La calidad se va puliendo en cada paso, por ejemplo, con dos podas en verde, en junio y agosto. En la variedad Garnacha no suele ser necesario regular la producción, ya que, por lo avaro del terreno, las escasas lluvias y la ancianidad de las cepas supera apenas los 2.500 Kgs./ha. En las variedades Tempranillo y Cabernet es necesario eliminar racimos, sin compasión, para limitar una producción aproximada de 4.000 Kgs de uva por ha. Se vendimia plenamente madura, en el mes de octubre, y a mano, haciendo una escrupulosa selección de las uvas más sanas y en sazón y se elabora al estilo tradicional, con encubado en depósitos de cemento revestidos con resina de Epoxi durante 30 días, fermentación con levaduras autóctonas, y con estricto control de temperatura sin que sobrepase los 30º y con una leve prensa neumática. Permanecen entre 14 y 16 meses en barricas, de roble francés (70 %) y roble americano (30 %), donde realiza la fermentación maloláctica antes de cuatro pulcros trasiegos. El Logos I se embotelló sin ningún filtrado ni tratamiento, el Logos II se clarifica ligeramente como manda la tradición, con clara de huevo. Esa es la teoría básica, pero un enólogo tan personal y conocedor de la zona no impone sus normas, sino que mira y escucha a la propia uva, a la vendimia de cada año. Más aún, sólo elabora Logos en añadas de notable calidad. BODEGAS LOGOS (Grupo BODEGAS ESCUDERO) C/ Sor Mónica de Jesús, 2 31522 Monteagudo (Navarra) Tel: 941 398 008 Fax: 941 398 070