- Redacción
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- 2006-02-01 00:00:00
En el año 2005 nunca ha estado de más llevar un paraguas en la maleta. Aunque el sol salía de vez en cuando, el tiempo en el norte y centro de Italia ha sido bastante húmedo a finales de verano y en otoño. Los vinicultores han tenido que estar en alerta permanente: sólo los que han sabido podar hojas a tiempo y luchar contra la podredumbre han podido recolectar uvas sanas y maduras. El volumen de cosecha se sitúa un poco por debajo del año pasado, únicamente en el sur se ha producido hasta un 10% más que en 2004, circunstancia que ha hecho caer considerablemente el precio de la uva, con las consiguientes protestas de los viticultores. Piamonte Con las intensas lluvias a principios de octubre, la paja se separó del grano: los que para entonces ya tenían las uvas en la bodega, pueden estar contentos con una añada equilibrada. Ni tanto calor como en 2003, ni tanta cantidad como en 2004: el año 2005 trajo una equilibrada mezcla de sol y lluvia. Los vinos blancos brillan por su ácido crujiente y frescos aromas frutales. Pero a finales de octubre, antes de la vendimia de las tintas, la lluvia se instaló durante más de una semana. Los que ya habían vendimiado han podido recolectar buena calidad; después, fue más difícil. Los vinicultores esperan grandes cosas del Barbera de 2005: seduce con su delicado buqué y su carácter equilibrado, a diferencia del de 2003, con esa potencia que más bien recuerda al sur de Italia. También la Nebbiolo, la uva básica para Barolo, Barbaresco y Roero, se presenta elegante y equilibrada. RESTO DEL NORTE DE ITALIA (Lombardía, Trentino–Sur del Tirol, Véneto, Friul) Los que han trabajado bien el viñedo habrán conseguido buenos resultados. Agosto y septiembre han sido bastante lluviosos, y los hermosos días de otoño tampoco han conseguido salvarlo todo La primavera y también los primeros días de verano del año 2005 prometían mucho. Pero el fin del verano y el otoño, sobre todo en el Friul, han estado pasados por agua. De vez en cuando se interrumpía la lluvia con periodos de calor húmedo. Para los viticultores supuso un gran esfuerzo luchar contra el peligro de podredumbre. A pesar de todo, los resultados son respetables. Los vinos blancos del sur del Tirol, aunque de una estructura algo débil, convencen con su fresca acidez y su delicada aromática frutal. Lo mismo puede decirse de los blancos en Lombardía y en el Friul. La calidad de los tintos depende de cuándo se hayan vendimiado: Lagrein, en el sur del Tirol, y Cabernet y Merlot en el Friul se han visto perjudicados por las precipitaciones, mientras que los vinicultores de Valpolicella hablan de una muy buena base para la pasificación de las uvas para el Amarone. Hay menos cantidad en 2005: en algunas regiones, el volumen de cosecha es un 15 por ciento menor que el año anterior. Toscana (y centro de Italia) Calidad y cantidad en equilibrio: la buena uva equilibrada y una cantidad hasta un tercio menor que el año anterior prometen una añada buena. Ha sufrido incluso la Maremma, habitualmente mimada por el clima: las lluvias a principios de septiembre han retrasado la maduración de las uvas, pero también trajeron a los vinicultores una disminución natural del volumen de cosecha. En el interior de la Toscana no han podido andarse con remilgos. Ya en agosto, y en parte también en septiembre, ha habido lluvias y chubascos. En Chianti, Montalcino y Montepulciano sólo están contentos los vinicultores que previsoramente han reducido el follaje para combatir la podredumbre y favorecer la maduración, y que han aprovechado los pocos días de sol para la vendimia. Por ello, la cosecha de este año comporta hasta un tercio menos que la pasada. Especialmente la Cabernet y la Merlot en Chianti han sufrido bajo los caprichos del clima. El Sangiovese, por el contrario, ha sorprendido con sus taninos maduros, frutalidad y elegancia: no es una añada excepcional, según opina también la mayoría, pero la certeza sólo puede darla la maduración. ¡Siempre se puede confiar en la Sangiovese para que nos sorprenda! También la costa del Adriático se ha visto afectada por el mal tiempo. Los vinicultores han estado ocupados día y noche para sacarle buenos resultados a los viñedos de Montepulciano y Sangiovese. SUR DE ITALIA (Apulia, Calabria, Campanía, Sicilia, Cerdeña) Un año fresco ha permitido la maduración óptima de los vinos tintos y blancos, confiriéndoles una elegancia inusual en el Sur. En cuanto a la cantidad de uva, 2005 ha sido una vez más una cosecha récord. Suficiente agua en invierno y primavera de 2005 ha sido una buena base, luego el verano mimó las vides con temperaturas equilibradas, y los largos periodos de sol en otoño han permitido la maduración necesaria. El único inconveniente ha sido que, al crecer muchas uvas, los precios se han visto sometidos a grandes presiones; por ello en otoño se produjeron protestas y manifestaciones de vinicultores bloqueando las carreteras. En cuanto a la calidad, todas las regiones del sur de la península Itálica se han beneficiado de este año equilibrado, que permite esperar muy buenos vinos de Anglicano y Uva di Troia, pero también de Negroamaro y Primitivo. También en Sicilia la cantidad de cosecha se sitúa alrededor del diez por ciento más que la del año anterior. Los vinos de Sicilia y también los de Cerdeña se presentan equilibrados y redondos, los blancos sorprendentemente crujientes y los tintos -Nero d’Avola, Carignano, Cabernet y Syrah-, con estructura, frutalidad y elegancia. Así les fue «Estamos muy satisfechos. Cuando empezaron las grandes lluvias a finales de septiembre, principios de octubre, ya lo teníamos todo en la bodega. Si hubiéramos esperado, ya no habríamos conseguido esta calidad. Para el Barbera es muy buen año: no es del tipo siciliano de 2003, sino una variante más equilibrada. El Nebbiolo probablemente salga muy parecido al de 2004, con buen equilibrio y gran elegancia.» Luca Currado (Vietti, Piamonte) «Un año difícil debido a las lluvias: hemos tenido que seleccionar constantemente y luego vendimiar a toda prisa, pero en líneas generales estoy satisfecho. El Sangiovese tiene un color muy hermoso y taninos maduros, aunque no excesivos. En definitiva, no se puede comparar con la cosecha de 2002, que no tenía nada de todo esto. El que más ha sufrido la humedad ha sido el Syrah, y tampoco ha sido un gran año para el Cabernet» Paolo De Marchi (Isole e Olena, Toscana) «El Brunello de 2005, aunque no será excepcional, al fin y al cabo no deja de ser una añada muy buena, en contra de las previsiones tras el lluvioso verano. Hemos podado mucho las hojas, y gracias a ello hemos cosechado uvas muy buenas y maduras.» Lorenzo Lisini-Baldi (Fattoria Lisini, Toscana) «En los blancos hemos tenido un 30 por ciento menos de cosecha que el año pasado y en los tintos, hasta un 50. Las lluvias de agosto y septiembre trajeron amenaza de podredumbre, y tuvimos que deshojar con decisión. Pero los resultados son bastante buenos. Los vinos blancos tienen unos aromas magníficos y están muy marcados por la acidez, los tintos son muy frutales, pero tienen menos estructura. El Refosco está muy logrado.» Mauro Simeoni (Mario Schiopetto, Friul) «Los vinos blancos gustan por su frutalidad, pero son algo más delgados y ácidos que el año pasado. Por suerte pudimos vendimiar en St. Magdalener (conocida zona vinícola plantada de Vernatsch, cercana a Bolzano [nota de la redacción]) antes de la lluvia, por eso hemos logrado calidad. Lagrein, con pocas excepciones, ha sufrido mucho con el tiempo lluvioso a finales de septiembre. Sin embargo el Cabernet resulta crujiente y con mucha fruta, pues aún pudo madurar bien después del periodo de lluvias.» Stefan Filippi (Kellerei Bozen, Sur del Tirol) «Estamos francamente satisfechos, igual que el año pasado. Claro que también esta vez hemos tenido que trabajar mucho en el viñedo. La calidad vuelve a ser muy alta, sobre todo la del Negroamaro y Malvasia Nera, pero también la de los blancos, como el Chardonnay.» Rosanna Taurino (Cosimo Taurino, Apulia) «La vendimia duró aquí 33 días, y sólo dejó de llover durante siete. Estábamos constantemente en el viñedo, para sacarle lo mejor. Pero mejor me preguntan si 2005 ha sido una buena cosecha dentro de dos o tres años.» Edoardo Valentini (Valentini, Los Abruzzos)