- Redacción
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- 2007-04-01 00:00:00
A orillas del Guadiana se asientan unos viticultores que entienden el vino como algo que rebasa la copa, que se extiende más alla del viñedo al jardín, al hotel, al restaurante, a la vida de los aficionados y a la cultura de una zona. Eso es Pago del Vicario. 7.000 metros cuadrados de jardines, un amplio salón de conferencias, cursos de cata, logística para reuniones de empresa o inmersiones en el mundo vitivinícola y sensorial, un hotel precioso y original, un restaurante amplio, pulcro, abierto al horizonte... y todo eso arropado por el viñedo, perfumado por los estimulantes efluvios de la vendimia, de la fermentación o por la profundidad de las maderas, según la época. El nuevo complejo vinícola y turístico de Ciudad Real es un planteamiento revolucionario entre las bodegas de Castilla-La Mancha y, mas aún, una apuesta ejemplar para el enoturismo de este país, obra de los hermanos Barco nacida con el presente siglo. En principio fue el vino El edificio de la bodega es un original catalejo que se difumina entre el viñedo de 130 has. y, por su estructura, admitirá las ampliaciones que sean precisas. Es vanguardista en la concepción y respetuoso en la imagen. Se asienta a 9 kilómetros de Ciudad Real, a 600 metros de altitud, vecino al río Guadiana que a su paso suaviza el clima del entorno, de modo que goza de temperaturas más suaves pero sufre los habituales contrastes entre día y noche, los que favorecen la calidad de la uva para vinificación. Un vino santo Los suelos son muy variados, de modo que la plantación se hizo por pequeñas parcelas, eligiendo las variedades de uva más adaptadas a la tierra, pero también forzando extraer diferentes matices de una misma variedad que vegete sobre pizarras, limos o arenas. Porque esa investigación, ese juego, es la columna vertebral de la filosofía de la casa y la pasión de su enóloga, Susana López Mendiondo, que llega a incluir en su catálogo propuestas tan curiosas como un dulce de Merlot o un blanco de Tempranillo, como investigación de las propiedades de la pulpa de una variedad más apreciada por la estructura que proporciona el hollejo. El vino estrella se ha bautizado como Agios, que en griego significa Santo. Es una producción muy limitada del mejor Tempranillo y Garnacha tintorera, con un año de barrica de roble francés nuevo. Frutal, maduro, balsámico y confitado en la nariz, cobra potencia y estructura en el paladar y en el recuerdo. Y lo mejor es degustarlo in situ, en el magnífico hotel que, tanto en las habitaciones como en la vista al río, invita al relax, en sus salones elegantes y confortables o frente al moderno menú del restaurante. O sumarse al Club de Amigos del Vino para disponer de una barrica en la que se crían 300 botellas propias, personalizadas. Ver, beber, vivir, bien merece una visita. PAGO DEL VICARIO Ctra. Ciudad Real-Porzuna, Km 16 (Ciudad Real) Tel. 926 666 028 y 902 092 926 Fax: 926 666 029 Mail: info@pagodelvicario.com www.pagodelvicario.com