- Redacción
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- 2007-11-01 00:00:00
La familia Philipponnat se asentó en Ay y Mareuil sur Ay en 1522. Sus antepasados, propietarios de viñedos, vinificadores y negociantes de vino fueron proveedores del Rey Sol, Luis XIV, allá por 1670, en una época en la que los vinos de Champagne aún no eran espumosos. En el siglo XIX, crearon su propia marca, que actualmente dirige un descendiente directo de la noble familia, Charles Philipponnat, fiel a los eternos principios de la casa: viña propia de bajo rendimiento, tratamientos naturales, maduración plena y pacientes crianzas en una perfecta cava del siglo XVII. Los viñedos de Philipponnat se extienden por el corazón de la Champaña más exquisita, la de los Premiers y Grand Crus, con 17 hectáreas de bellos viñedos orientados a la solana, cepas de Pinot Noir sobre el suelo pizarroso de Mareuil, Ay, Mutigni y Avenay. Las joyas más preciadas son los antiguos y famosos viñedos de Clos de Goisses y Leon. La filosofía que rige la viña marca la personalidad de sus vinos: viña vieja, bajos rendimientos, abonos exclusivamente orgánicos y vendimia en plena madurez de la uva. Después, basta la elaboración más natural y una larga crianza en la paz y la oscuridad de la cava, a 12 grados constantes, para atesorar en cada botella personalidad y elegancia. Historia es experiencia La familia lleva desde tiempos inmemoriales elaborando vinos y la experiencia le permite diseñar y controlar exhaustivamente sus productos desde el cultivo hasta el embotellado. Sus primeras viñas se plantaron en 1522. En 1697, Pierre Philipponnat registra su emblema, el escudo rojo y oro que distingue hasta hoy a la familia, que, después del Segundo Imperio, se consagra como elaboradora de vinos de Champagne. En 1910, Auguste y Pierre Philipponnat compran unas cavas históricas, que datan del siglo XVIII, y crean la Maison de Champagne. La muerte de Auguste en la Primera Guerra Mundial obliga a Pierre a llevar él solo las riendas de la bodega. En 1935, adquiere un pago de excepción: el de Clos de Goisses, y en 1997 se une al grupo Boizet, que imprime un nuevo impulso comercial con el objetivo de desarrollar marcas de alta gama destinadas a la gran restauración. Viñas y vinos Les Remissones, la Bauve, Buisson Saint Loup, Cuivron… son los evocadores nombres de las viñas históricas de Philipponnat. El Clos des Goisses destaca con 5 hectáreas admirables, en pendiente muy pronunciada, con exposición hacia el sur, en la ladera que domina el río Marne. En este pago único, en el que el trabajo aún se realiza de forma manual, pequeñas escaleras permiten subir a las diferentes parcelas, protegidas por muros de piedra donde las uvas, bañadas por el sol, maduran plenamente. Desde lo alto se contemplan todas las regiones vitícolas de Champagne, un bello panorama que se pierde en el horizonte. En este terruño sin igual se elabora la Cuvée de Clos des Goisses, un vino único en la zona, pues procede de un solo pago plantado con Pinot Noir y Chardonnay, que envejece en la cava durante 10 años y bien puede mejorar con la guarda otros 10. El resultado es una copa que puede acompañar un menú rotundo, foie, carnes rojas, trufas…, un vino muy potente y estructurado, de gusto muy pronunciado y muy largo en boca. Un vino que merece ser decantado para revelar toda la potencia de sus aromas, fineza y voluptuosidad. Feliz aniversario Con la vendimia del año 2000, la puerta del tercer milenio, Philipponnat decidió rendir homenaje a la fecha de nacimiento de la casa y creó una selección excepcional, Cuvee 1522 Grand Cru, elaborado exclusivamente con uvas de viñas Crand Crus y envejecido 5 años con sus lías finas antes del degüelle. La elaboración sigue un proceso muy estudiado. Una pequeña proporción del vino fermenta y envejece en barrica. Se priva de la fermentación maloláctica a otra parte del coupage para mantener el necesario nivel de frescura, y la mezcla se dosifica como un Extra Brut, con sólo entre 4 y 5 gramos de azúcar por litro, la tercera parte de lo habitual de los Extra Brut. El resultado es un trago complejo, pero con una extraordinaria frescura y un larguísimo final. En las grandes añadas, se elabora Philipponnat Reserve Brut Millesime, de producción muy limitada y con largos años de envejecimiento, apto por su potencia y carácter para compartir la mesa. La tendencia actual de consumo prima los Champagnes rosados. El Brut Philipponnat es de un rosa intenso y espuma finísima, un clásico con un sabio toque de vino tinto. Es fresco, aromático, ideal para estimular el paladar a la hora del aperitivo. Pero la copa más clásica e indiscutible sigue siendo un Royal Reserve Brut, de color oro pálido, aroma cítrico, con toques de vainilla y pan, paladar complejo, con cuerpo y un final largo. Capaz de alegrar la primera copa del día y también de acompañar aperitivos, mariscos, pescados... Pero el catálogo es muy amplio. He aquí los resultados de la cata: Blanc des Blancs 1999 Marca su carácter exuberante de fruta exótica (mango) con un perfume muy personal de crianza (trufa, humo). Boca llena de fuerza. Cuvée 1522 Millesimée 2000 Ciertos guiños mediterráneos. Deja entrever la bollería, el membrillo y su delicada crianza. Tiene estructura y profundidad. Sublime Réserve 1996 Pocos semisecos encontrará con esta calidad. Muy comedido en azúcar, con un paladar muy equilibrado, comprometido y fresco. Distribución en España LOS VINOS DEL MUNDO – FRANÇOIS DE GRAEVE C/ Nil Fabra 34 – entlo – 2ª 08012 BARCELONA TEL.: 934 864 242 FAX: 934 864 249 www.losvinosdelmundo.com