- Redacción
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- 2008-02-01 00:00:00
Francia Pasada por todas las aguas La mayoría de los vinicultores – a excepción de los del sur – recordarán 2007 como un año de angustias y temores. Tras un comienzo suave, que conllevó una anticipación de la floración de las vides de hasta un mes con respecto a lo habitual, en el mes de mayo apareció un mal tiempo que se prolongó hasta el final del verano impidiendo la correcta maduración y facilitando la explosión de enfermedades en los viñedos. La salvación llegó en septiembre, que parecía salido de un cuento de hadas. En resumen, un año de intenso trabajo que ha tenido como resultado una calidad buena, aunque no excelente. Burdeos Calidad: buena Cantidad: escasa La salvación llegó en septiembre: un tiempo ideal para la vendimia, que palió en gran parte las inestabilidades del clima sufridas por la región bordelesa este año. Tras un verano fresco y lluvioso, durante el que el sol apenas salió entre las nubes, muchos vinicultores ya habían dado por perdida la cosecha de Burdeos de 2007. Pero entonces, el mes de septiembre más hermoso desde hacía 60 años salvó la cosecha. 255 horas de sol, apenas precipitaciones, días cálidos y noches frescas favorecieron la formación de azúcar, color y aromas. La vendimia se llevó a cabo sin prisa; por ejemplo, la Merlot se cosechó a lo largo de todo un mes. No obstante, 2007 es una añada entreverada: sólo los productores que se han afanado en combatir las enfermedades (especialmente el falso mildiú, que puede provocar grandes daños) y han seleccionado sus uvas rigurosamente pueden congratularse por haber conseguido una buena calidad. La Merlot se presenta, en general, redonda y aromática con aromas de zarzamora y casis; la Cabernet Sauvignon, por su maduración tardía, se ha visto especialmente favorecida por este otoño dorado y se presenta compleja y equilibrada. Los blancos secos están definidos por las notas cítricas y una fresca acidez. Por último, la cosecha de dulces nobles es pequeña y tremendamente concentrada. Borgoña Calidad: buena a muy buena Cantidad: escasa (tintos) hasta normal (blancos) Muy buen Chardonnay, buen Pinot Noir: los vinicultores no se pueden quejar. A diferencia de otras regiones, la mayoría de la Borgoña se ha visto libre de enfermedades. También en la Borgoña, este año el verano no se ha merecido su nombre. Poco sol y muchas nubes, lluvia y hasta granizo (que ha destruido parte de la cosecha en la región de Yonne) no han permitido a la uva madurar más que de modo muy irregular. Pero al menos una ventaja ha tenido el mal tiempo: debido a las temperaturas extraordinariamente frescas, no se han podido desarrollar enfermedades provocadas por hongos. El mes de septiembre hizo dar un giro brusco al timón de la calidad. La mayoría de las uvas pudieron finalmente madurar gracias a los soleados días. Sobre todo está logrado el Chardonnay, que promete unos vinos blancos muy característicos y con mucha expresión. Algo más heterogéneo ha resultado el Pinot Noir, pero en general se presenta redondo y frutal con taninos sedosos. Alsacia Calidad: excelente Cantidad: normal El verano fresco no ha conseguido afectar a las cepas de Alsacia: el resultado de la vendimia es excelente en todas partes. A un verano lluvioso y turbio ha seguido un mes de septiembre de fábula también en Alsacia. El sol hizo madurar las uvas de modo óptimo, las noches frescas les aportaron frescor y aroma, y el viento estabilizó su estado de salud, de modo que los vinicultores se pueden felicitar por una cosecha excelente. Los vinos son frescos y frutales, bien estructurados y muy característicos de su variedad, especialmente el Riesling. Durante el hermoso mes de octubre se vendimiaron dulces nobles concentrados. La única nota amarga: en Bennwihr y Mittelwihr, el granizo destruyó casi 1.700 hectáreas de viñas en junio. Los vinicultores afectados han obtenido una reglamentación especial para la compra de uva, y sus compañeros con cosechas abundantes les han echado una mano como proveedores de uva. Ródano / Provenza Calidad: muy buena Cantidad: abundante El sol de septiembre y el mistral han regalado al Ródano y a la Provenza la tercera muy buena añada consecutiva. En el Ródano, el tiempo ha estado dividido: mientras que el norte sufrió un mes de agosto muy lluvioso, el verano en el sur fue inusualmente seco. Pero, al final, todo volvió a equilibrarse: en el norte, el otoño dorado compensó las inclemencias anteriores, mientras que en el sur el incesante mistral suavizó el estrés por sequía. El resultado son unos vinos blancos frutales y aromáticos con mucho brillo, y rosados igualmente logrados. Los tintos del norte se muestran complejos y elegantes, y sus hermanos sureños del valle del Ródano y de la Provenza son frutales y redondos con un color especialmente hermoso: vinos para el mercado moderno. Champagne Calidad: buena a muy buena Cantidad: abundante Las enfermedades y la podredumbre han mermado la cosecha. Todavía es incierto si se van a vinificar champagnes de añada. Los vinicultores de la Champagne han tenido un año difícil. Un invierno suave motivó que el crecimiento de las cepas se adelantase un mes. A partir de mayo, se vieron castigadas por las inclemencias: las lluvias propiciaron la extensión masiva del falso mildiú y de la podredumbre gris, y las tormentas de granizo devastaron más de 900 hectáreas de viñas en el valle del Marne y en Côte des Bar. La vendimia se inició unas tres semanas antes de lo habitual y, gracias a una mejoría del tiempo en septiembre, se desarrolló en buenas condiciones. Las mejores uvas muestran un buen equilibrio entre el azúcar y la acidez, y hacen esperar champagnes frescos y crujientes. Puede que la calidad sea suficiente para producir champagnes de añada. Loira Calidad: buena Cantidad: escasa «A salvo de las aguas». Así describen la añada de 2007 los vinicultores. Mereció la pena el intenso trabajo en el viñedo. Para los vinicultores del Loira, ha sido un año de intenso trabajo: las enfermedades, sobre todo el falso mildiú, exigieron una atención constante y repetidos tratamientos, con lo que se aumentaron los costes y se redujo el volumen de cosecha. Las uvas se desarrollaron de modo muy irregular debido al inestable tiempo durante el verano, pero, gracias a los días soleados antes de la vendimia, pudieron madurar plenamente en su mayor parte. El resultado son unos Sauvignon Blanc tersos y vivaces que, tras unos años consecutivos de calor inusual, han podido recuperar su tipicidad ancestral, unos Cabernet Franc densos y unos Gamay suaves y frutales. Los dulces nobles se podrán disfrutar más bien jóvenes, ya que apenas ha aparecido botritis. Languedoc Calidad: buena a muy buena Cantidad: escasa Contraste en el Languedoc: ¡Ha dominado una sequía inusual! La cosecha es escasa y concentrada. Las cepas del Languedoc no se han mojado los pies. Aunque el verano no ha sido muy caluroso, apenas ha habido precipitaciones y, en algunas regiones, los vinicultores han tenido un déficit de agua del 80 por ciento. La sequía y una fuerte presión de los hongos en primavera han provocado una cosecha escasa. La vendimia se llevó a cabo con un tiempo de ensueño y aportó unos tintos densos y de color intenso con claros aromas frutales y taninos elegantes, así como unos blancos equilibrados con una hermosa acidez. Así les fue «Después de un mal verano, creíamos que la añada estaba perdida. Pero luego la vendimia fue coser y cantar. El clima estuvo de nuestra parte durante todas las semanas. Los Merlot jóvenes presentan taninos sorprendentemente sólidos y un color intenso, y el Cabernet promete más extracto y estructura que en 2006.» Henri Lurton, Château Brane Cantenac, Burdeos «2007 ha sido un año rebelde. Las caóticas condiciones climáticas, con un invierno suave, una primavera veraniega y un verano frío y lluvioso, han provocado gran irregularidad en la maduración. En Domaine de la Vougeraie, hemos eliminado hasta un tercio de las uvas tintas para que al lagar sólo llegaran uvas maduras. Las uvas blancas se han presentado especialmente productivas, pero también realmente buenas en cuanto a la calidad.» Nathalie Bergès-Boisset, Maison Jean-Claude Boisset, Borgoña «2007 ha sido uno de esos años en los que no se sabe realmente si se llegará a buen puerto o no. En agosto, las lluvias superaron la media en 100 milímetros. La enorme presión de la podredumbre sólo se pudo paliar trabajando calculadamente en el viñedo. Así, hemos podido librarnos por los pelos de la catástrofe. Con sus reducidos niveles de azúcar, 2007 difícilmente entrará en la historia como un gran año.» Jean-Hervé Chiquet, Champagne Jacquesson, Champagne «Un año formidable para casi todas las variedades. Hemos podido vendimiar selecciones de uvas pasificadas con una botritis maravillosa. En Clos Saint-Landelin, hemos logrado un contenido potencial de alcohol de un 30 por ciento, algo que no habíamos registrado ¡desde 1640! Incluso la Riesling ha desarrollado podredumbre noble por primera vez desde hace 17 años. Peor parada ha salido la Pinot Noir. Los hollejos se estresaron mucho con las húmedas condiciones climáticas y ya a finales de agosto tuvimos que vendimiar las uvas.» Thomas Muré, Domaine René Muré, Alsacia «Los consumidores pueden esperar vinos sabrosos y frutales. El sur del valle del Ródano, a diferencia del norte, se libró de las lluvias y el granizo. Un mistral especialmente fuerte condujo a las uvas al borde del estrés por sequía. En general, lo peor de las inclemencias del tiempo parece haber pasado de largo por aquí. El resultado son vinos de color intenso y taninos redondos y suaves. ¡Qué más se puede pedir!» Christophe Cardona, Cave des Vignerons de Rasteau, Ródano