- Redacción
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- 2008-06-01 00:00:00
Cerca de 1.200 etiquetas de 23 países compartieron durante cuatro días los jardines árabes del Alcázar jerezano y los hermosos salones del Palacio de Villavicencio. Una vez más, Vinoble convocó a los mejores vinos generosos, licorosos y dulces que se elaboran en los cinco continentes: vendimias tardías de Alemania, Argentina, Suiza o Chile; vinos botrytizados de Francia y Austria, fondillones de Alicante, moscateles de Samos, Italia, Málaga o Valencia; vinos dulces de California, Georgia o México; generosos del Condado de Huelva; y claro está, las Manzanillas y los Finos, Amontillados, Olorosos, Palo Cortado, Cream, Pale Cream, Pedro Ximénez y Moscateles de Jerez. Plenamente consolidado, el Salón forma ya parte de la agenda anual de bodegueros, importadores y periodistas especializados de todo el mundo. Alrededor de 400 bodegas; distribuidores, importadores, tiendas especializadas... de 40 países; sumilleres de prestigiosos restaurantes y hoteles; medios especializados y generalistas de una treintena de países, han encontrado en los stands de Vinoble una excepcional oportunidad para intercambiar conocimientos, contrastar experiencias y realizar interesantes contactos comerciales. Una oportunidad de aprender Las catas comentadas y las presentaciones fueron de nuevo la mejor ocasión para aprender más sobre los vinos generosos, dulces y licorosos y sobre sus complejos procesos de elaboración. Profesionales y amantes del vino de todo el orbe pudieron así acercarse en profundidad a los vinos de botrytis, late harvest, Pedro Ximénez, marsalas, malvasías, garnachas... y tuvieron el privilegio de disfrutar de los grandes Portos tawny y de los más viejos vinos de Jerez que se guardan como tesoros en las bodegas. Los laboratorios del gusto -celebrados a la misma hora en todos los stands- y las Armonías Sublimes mostraron las potencialidades de estos grandes vinos en combinación con distintos preparados gastronómicos. Son sólo algunos de los grandes momentos de la sexta edición de Vinoble. Tokaj de las tierras volcánicas de Hungría, Sauternes nacidos en las orillas del Garona, vinos de hielo procedentes de las frías madrugadas de Canadá, vinos centenarios de Jerez, Pedro Ximénez de las tierras albarizas de Córdoba... Son sólo algunos de los vinos extraordinarios que han podido disfrutarse en la sexta edición de Vinoble, el Salón Internacional de los vinos nobles celebrado en Jerez del 25 al 28 de mayo.