- Redacción
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- 2008-06-01 00:00:00
Durante la última semana de mayo, Jerez de la Frontera (Cádiz) no sólo fue el epicentro mundial de los vinos nobles, con la celebración de Vinoble 2008, sino que logró reunir a lo más granado de la sumillería mundial en el I Encuentro Internacional de Sumilleres, organizado por OpusWine. En la Sala Compañía se dieron cita casi 60 profesionales de una veintena de países para debatir sobre el presente y el futuro del sumiller, además de dar un gran paso para dignificar la profesión. El Comisario de Vinoble y director de OpusWine, Carlos Delgado, acompañado de Francisco Lebrero, segundo Teniente de Alcalde y delegado de Fomento Económico de Jerez, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes. Delgado afirmó en el debate inaugural que «un sumiller no es sólo el que abre las botellas de vino en los restaurantes». Son los diplomáticos de la gastronomía, el enlace entre el cliente y un buen vino y, ante todo, «expertos especializados cuyo objetivo se centra en tres cuestiones: aconsejar un buen vino para cada plato, informar de las distintas opciones según la carta y, por último, garantizar que ese vino se disfruta como debe ser, en la copa correcta y a la temperatura adecuada». El papel del sumiller Se sucedieron interesantes ponencias como «Introducción General a la Sumillería», impartida por April Kipatrick, sumiller del Ruth’s Chris Steak House de Toronto (Canadá); «El sumiller y los vinos generosos», por Francisco del Castillo, profesor de Análisis Sensorial y director de cursos de sumilleres; Guy Bonnefoit, miembro del Consejo de la Unión Alemana de Sumilleres, habló de la independencia de los sumilleres frente a los grupos de presión. El debate fue constante, se intercambiaron experiencias y los sumilleres coincidieron en que su labor es «informar y aconsejar al cliente, sin caer en la pretenciosidad, pero huyendo de la humildad». El encuentro sirvió de prólogo al VI Salón Internacional de los Vinos Nobles, Vinoble 2008, al que acudieron los sumilleres para conocer en primera persona la rica y singular variedad de vinos nobles del planeta. Aunque la presencia de los sumilleres en este salón no es nueva, esta vez, explicó Delgado, lo que se ha pretendido es que «fueran uno de los puntales de la muestra, no sólo por dar prestigio al evento, sino por el hecho de que son los que llevan el vino a la mesa, los que sugieren lo que a la mayoría no se le ocurre y los que tienen en su mano el poder de decidir lo que la gente va a beber». Para Francisco Lebrero, con la celebración de este congreso previo, Vinoble «hace una apuesta decidida por el consumo y por la cultura enológica», pero también por reivindicar la labor de los sumilleres.