- Redacción
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- 2013-11-04 10:59:52
«“¡Hermanos, alcémonos al sol, a la plenitud, al alcohol!” Con este lema hicieron furor los vinos icono de Chile y Argentina durante los pasados veinte años. Pero con nuestra cata de vinos de Sudamérica hemos vuelto atrás en el tiempo: dos vinos primigenios, el Estrella Cabernet de la Bodega Weinert y el Casa Real de Viña Santa Rita, recibieron las más altas calificaciones. ¡Regocijo generalizado!
«Silla de montar y ¿quizá incluso un deje de bretanomices?”, barruntaba uno de los catadores. “Notas balsámicas”, opinaba otro. Y un tercero se sintió tan inspirado por este vino resplandeciente, de anticuado color granate, que escribió “como el suelo de un bosque tras la lluvia otoñal”. Tan solo Beat Caduff, cocinero estrella en Zúrich y enamorado del vino, tuvo el olfato adecuado en esta cata ciega: “Tengo la impresión de que huele a Weinert”, aventuró a decir, y tenía razón. Al final, este hermoso y originario Estrella de 1994, un Cabernet Sauvignon de la Bodega Weinert en la Mendoza argentina con crianza de varios años en grandes barricas de madera, recibió 18 puntos. Un vino intemporal y con personalidad propia, que se alza firme como una roca entre las tendencias y modas que vienen y van.
Fue la máxima valoración en esta cata de vinos icono de Sudamérica organizada por VINUM. En el segundo puesto aterrizó otro icono, pero del otro lado de los Andes, de Chile. El Casa Real de Viña Santa Rita, vinificado por primera vez en 1989, pertenece a la primera generación de vinos icono chilenos. Con su simbiosis de discreta frutalidad de bayas oscuras y sus características notas de pimienta y especiado de hierbas, además de su compleja elegancia en el paladar, ha determinado decisivamente ese “sabor chileno” de los años noventa que los críticos europeos con frecuencia adscribían más bien al clasicismo bordelés que al Nuevo Mundo.
En busca de la elegancia
En los 20 años posteriores, desde 1995 hasta hoy, su imagen ha cambiado bastante. Con la marea de vinos chilenos y argentino buques insignia de sus bodegas que en estos tiempos han surgido en el mercado, la que marcaban el paso eran las selecciones de frutalidad plena y altamente concentrada. Pero quién sabe, quizá ahora el péndulo empiece a oscilar en dirección contraria…
Cuando en las más prestigiosas regiones productoras de vino tinto del mundo se observa una evolución comparable, podemos hablar de una tendencia. Hace 25 años, en el valle del Douro portugués, el francamente sutil Barca Velha se consideraba la medida de todas las cosas, pero luego fue desplazado por las novedosas bombas de fruta. Ahora están redescubriendo el Barca Velha precisamente por sus cualidades clásicas. En Ribera del Duero, los vinos de Vega Sicilia experimentaron una montaña rusa similar con final feliz. Y actualmente en Sudamérica está mejor considerado lo “complejo y bebible” que lo “supergrande y superpotente”. Al menos, este es el resultado de nuestro panel de cata de VINUM.
Pero también es posible que nuestra cata diga más de las preferencias de los catadores que de la calidad de los vinos. Porque todos y cada uno de los vinos catados eran de excelente calidad, incluso los altamente concentrados y marcados por el abocado de extracto, como por ejemplo el Cabernet Sauvignon Taita de 2007 de Montes (Chile) o el Malbec Estate Reserve de 2008 de Bodega Colomé (Argentina). En definitiva: el jurado valoró más la elegancia y la ligereza.
Con nuestra cata de iconos también pretendíamos dilucidar qué vinicultores del continente vinícola Sudamérica son líderes en la actualidad. Pero la evaluación de este ensayo no arroja un resultado obvio. De los 18 grandes vinos evaluados, 10 procedían de Chile y siete de Argentina. Una relación casi idéntica se encuentra entre los vinos, pues ninguno fue calificado por el jurado con menos de 17,5 puntos, lo que indica que los vinos top de Chile y Argentina presentan hoy un nivel de calidad similar. Sin embargo, si se contemplan con más detalle las variedades estrella nacionales, la imagen es más diferenciada. Los vinicultores superiores de Chile, hoy por hoy, saben manejar perfectamente la Carmenère, tan difícil por tardía. Pero no siempre fue así. Porque hasta el cambio de milenio, con frecuencia se cometía el error de plantar Carmenère y Merlot en el mismo viñedo, lo cual confería a los vinos un carácter verdoso y especiado de hierbas, con cierta sensación de inmadurez. Hoy ya no queda nada de eso. Las grandes cuvées como el Seña apuestan cada vez más por la Carmenère. También puede ser top elaborado en varietal, como demuestra el impresionante Carmenère Armida de 2008 de De Martino, tercer puesto de esta cata.
Por el contrario, el Malbec, auténtico orgullo de la vinicultura argentina, no convenció del todo. Incluso en los Malbec superiores el jurado siempre encontró, además de una compacta frutalidad de bayas oscuras, también taninos algo ásperos y astringentes en el final, de modo que las dos bodegas que habían presentado tanto un Cabernet Sauvignon como un Malbec, Bodega Catena Zapata y Bodega Weinert, vieron con sorpresa a su Cabernet Sauvignon lograr la calificación más alta. Los aficionados a la variedad Malbec podrían objetar que el Malbec sencillamente necesita más maduración en botella para poder desplegar su auténtica categoría; pero tanto en el caso del Malbec como en el del Cabernet, la Bodega Weinert presentó la añada perfectamente madurada de 1994 y, aun así, el jurado prefirió el Cabernet.
¡Menos cool climate, por favor!
El papel de exóticos en esta cata lo desempeñaron tres vinos brasileños y un Tannat de Uruguay. Pero de estos cuatro vinos, tan solo el Lote 43 de Bodegas Miolo, en la brasileña Serra Gaucha, pudo situarse en el segmento cualitativo medio. El carísimo Quorum (un ensamblaje de Merlot, Cabernet Sauvignon, Tannat y Cabernet Franc), del productor brasileño Lidio Carraro, también quedó al final del escalafón, así como dos varietales de Tannat. Se esperaba que los vinos de Brasil y Uruguay, con su acidez presente y sus taninos prietos, respondieran a las preferencias del jurado; pero parece ser que lo que nuestro jurado buscaba no era cool climate puro, ¡sino más bien encanto sudamericano en una dosis ligera y fácilmente digerible!
El panel de cata de VINUM
La cata de VINUM con 18 grandes vinos de Sudamérica, rigurosamente preseleccionados, tuvo lugar en Zúrich. Todos los vinos se decantaron 30 minutos antes del inicio de la cata y se cataron a ciegas. Las notas de cata publicadas a continuación corresponden al valor medio redondeado de todos los catadores y catadoras eliminando la nota superior e inferior otorgada a cada vino como desviación singular. La designación del vencedor de esta cata y de la selección de los dieciocho mejores vinos, que presentamos en este número, se ha basado en estas notas exactas (redondeadas a la décima).
Los vinos se clasificaron según los siguientes estilos:
Clásicos: Recios, voluminosos en su juventud, con frutalidad de bayas a la que se suman hierbas aromáticas, pimienta y componentes terrosos.
Modernos: Vinos plenos y opulentos con una compacta frutalidad de bayas que en ocasiones resulta dulzona, transportada por un perceptible especiado de madera de roble. Para beber pronto.
Cross-over: Vinos que aúnan características tanto clásicas como modernas.
Argentina: Moderno
17,5 puntos
Achàval Ferrer
Finca Altamira Malbec 2010
Mendoza, Argentina
Al principio reductivo, tras airearlo desarrolla una frutalidad de bayas un tanto unidimensional que recuerda a la confitura, con componentes lácteos y marcadas notas especiadas. También en el paladar resulta juvenil y con mucho temperamento, marcado por los taninos recios y una acidez presente.
Chile: Cross-over
17,5 puntos
De Martino
Carmenère Armida 2008
Valle del Maipo, Chile
Aromas de frutillos rojos y negros, sobre todo zarzamora y cereza, también mucha menta y componentes florales y terrosos. En el paladar presenta mucha materialidad con unos taninos recios y compactos. Un vino con personalidad propia y mucho potencial.
Chile: Moderno
17 puntos
Viña San Pedro
Tierras Moradas Carmenère 2008
Maule Valley, Chile
Intenso aroma de frutillos, con notas de casis, zarzamora y arándano, además regaliz y mucha pimienta. En el paladar el vino se presenta carnoso, lleno y denso, con un matiz de abocado de extracto. Un vino potente de principio a fin.
Argentina: Cross-over
17,5 puntos
Bodega Catena Zapata
Nicolás Catena Zapata 2009
Mendoza, Argentina
Seductores aromas de grosella roja y frutillos del bosque oscuros, además componentes terrosos y minerales, y unas notas especiadas muy bien integradas. En el paladar, este ensamblaje bordelés (Cabernet Sauvignon, Malbec, Cabernet Franc y Petit Verdot) es potente, pero perfectamente equilibrado.
Argentina: Clásico
18 puntos
Bodega Weinert
Cabernet Sauvignon Estrella 1994
Mendoza, Argentina
Aromática extraordinariamente compleja con frutalidad de bayas maduras, ciruela, pimienta, malta y sotobosque, además notas balsámicas, terrosas y discretamente animales (silla de montar). Recuerda a un vino de Burdeos con crianza clásica. En el paladar complejo, jugoso y equilibrado.
Chile: Clásico
17,5 puntos
Viña Garcés Silva
Amayna Syrah 2009
Maule Valley, Chile
Aromas de bayas rojas, además hierbas aromáticas, hojas verdes, regaliz, humo y hasta una pizca de caucho. En el paladar se presenta muy bien estructurado, con taninos recios y presentes, y una acidez jugosa. Un vino con personalidad propia y mucho carácter.
Chile: Clásico
17 puntos
Concha y Toro
Don Melchor 2006
Puente Alto, Chile
En la nariz, bayas maduras, ciruela, además notas especiadas y balsámicas, pero también cuero y sotobosque. En boca presenta una hermosa maduración con un elegante abocado de extracto, pero no por ello resulta menos potente y lleno de fuerza, con mucho tanino, ligeramente astringente en el final.
Argentina: Moderno
17 puntos
Salentein
Primus Malbec 2010
Mendoza, Argentina
Frutalidad de bayas que se percibe ligeramente dulce, con casis y cereza pero también componentes verdosos y especiados de hierbas, además notas presentes de pan tostado y especias. En el paladar opulento y potente, con taninos suaves y cálidos, y un perceptible abocado de extracto. Acidez presente.
Argentina: Cross-over
17 puntos
Alta Vista Alto 2009
Mendoza, Argentina
La nariz se percibe fresca, con grosella roja, menta, eucalipto, pimienta, también componentes terrosos y etéreos. En el paladar este ensamblaje de Cabernet Sauvignon y Malbec resulta compacto y equilibrado, con unos taninos todavía algo impetuosos pero de buena calidad y la acidez apropiada. Largo.
Chile: Moderno
17,5 puntos
Viña Errázuriz
Viñedo Chadwick 2010
Valle del Maipo, Chile
Aromas de bayas negras dulces, además tabaco, ciruela pasa, chocolate y caramelo. Mucho especiado de roble bien integrado. En el paladar pleno, con extracto dulce, taninos presentes pero suaves y la acidez jugosa adecuada. Impresionante, aunque algo unidimensional.
Argentina: Cross-over
17 puntos
Bodega Catena Zapata
Malbec Adrianna Vineyard 2009
Mendoza, Argentina
Se presenta tremendamente complejo, con aromas de casis, arándanos, regaliz, también hierbas aromáticas mediterráneas y una pizca de humo, además componentes minerales (greda). En el paladar enormemente concentrado. Un vino potente con taninos algo rústicos. Largo, pero ligeramente astringente.
Argentina: Clásico
17 puntos
Bodega Weinert
Malbec Estrella 1994
Mendoza, Argentina
Aromática compleja y muy madura con casis y compota de ciruelas, además hojas marchitas, tierra, cuero y notas balsámicas y animales. En el paladar complejo y lleno, elegante por la crianza, equilibrado y fácil de beber. Un gran vino de estilo tradicional.
Brasil: Clásico
17 puntos
Bodegas Miolo
Lote 43 Merlot/Cabernet Sauvignon 2008
Serra Gaucha, Brasil
Aromas de frutillos rojos maduros, además mucha pimienta, hierbas aromáticas, violetas y sotobosque, también se percibe un deje de notas animales. Luego, en el paladar, este vino se presenta con plenitud madura y nobles notas de especias, equilibrado, con taninos aún recios
Chile: Moderno
17 puntos
Lapostolle
Clos Apalta 2010
Colchagua Valley, Chile
Derrochadora plenitud frutal con bayas oscuras dulces, canela, tabaco y marcadas notas especiadas. En el paladar lleno y suave, con un frutal abocado de extracto. Se trata del típico éxito de ventas de la nueva escuela, al que no le falta frescor gracias a su jugosa acidez.
Chile: Moderno
17 puntos
Montes Taita
Cabernet Sauvignon 2007
Colchagua Valley, Chile
Aromática extrovertida con picota concentrada como mermelada y casis, además chocolate, toffee y notas especiadas de pan tostado. En el paladar potente y opulento, con un claro abocado de extracto a la par que unos taninos todavía algo impetuosos. Recuerda un tanto a la fuerza bruta.
Chile: Moderno
17 puntos
Liger-Belair, Massoc y Parra
Aristos Duque d’A Cabernet Sauvignon 2009
Cachapoal, Chile
Pura fruta, sobre todo licor de casis y picota, además notas especiadas bien integradas con un toque de madera de cedro. En el paladar potente, pero equilibrado gracias a los taninos presentes y una acidez jugosa. Un ejemplo logrado de hechuras modernas.
Chile: Clásico
18 puntos
Viña Santa Rita
Casa Real Cabernet Sauvignon 2009
Valle del Maipo, Chile
Aromática compleja con notas de menta, violeta, pimienta y sotobosque, además frutas y bayas rojas frescas, sobre todo grosella, pero también ciruela madura. En el paladar lleno de fuerza pero equilibrado, transportado por una acidez jugosa y taninos recios.
Chile: Cross-over
17,5 puntos
Viña Seña 2010
Valle de Aconcagua, Chile
Aromas de frutillos del bosque dulces, grosella y saúco, hierbas aromáticas secas, notas minerales (greda) y discreto especiado. En boca, equilibrado, con el abocado de extracto apropiado y taninos muy suaves y finamente estructurados. Se trata de un ensamblaje consistente (Cabernet Sauvignon, Carmenère y Merlot) con mucho encanto.