• Redacción
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• 2017-10-09 14:23:39

Se dice que en Navarra tienen el corazón dividido, por el idioma, por su sempiterno mosaico político, por la diversidad geográfica entre el blanco desierto y la verde montaña, por el difícil equilibrio entre el apego al pasado y el tenaz trabajo hacia el futuro. Pero no. Es que tienen muchos corazones, tantos como caminos para el viaje, tantos como variedades de uva, aunque la imagen, el recuerdo, sea siempre la amalgama en forma de deliciosos rosados y en una compleja pero idílica y plena vie en rose.

D urante todo este verano, desde que el último chupinazo clausuró los Sanfermines, el Ayuntamiento de Pamplona ha venido ofreciendo 500 plazas de cata de vino para aficionados y novatos. Una docena de bodegas navarras ponían sus vinos, el Ayuntamiento la sede y el Consejo Regulador la logística y el profesorado. El precio: 6 euros por 5 copas acompañadas por los tres quesos locales más afamados: Roncal y los dos Idiazabal, el natural y el ahumado. ¿Para qué contamos esto si ya ha pasado? Porque es un estupendo método de enseñanza transversal. Así se aprende desde bien pronto a apreciar los productos locales y a beber con criterio, con conocimiento y con mayor disfrute. Esa es la fórmula que a la larga puede hacer innecesarias las prohibiciones y las amenazas. Y es un ejemplo de hacer política: analizar y promover con la vista puesta en el futuro y coordinando a todos los protagonistas implicados: quienes producen, quienes venden, quienes cuidan, quienes lo disfrutan y hasta los artistas que lo publicitan. Todos a una y sin perder el espíritu crítico, que aquí abunda. Todos, hasta algo más de 650.000 habitantes de una población dispersa y variopinta que, por encima de todo, goza de uno de los IDH (el mundia Índice de Desarrollo Humano) más altos de este país.

No es nada más que un ejemplo, una muestra de una manera de funcionar que se hace palpable en cada detalle cuando uno recorre esta tierra. La primera imagen es la del cuidado del entorno, de los espacios naturales, de los agrícolas y hasta de los industriales, desde Zugarramurdi a Aralar o desde Estella hasta la Ribera: Cárcar, Lodosa, Azagra, Mendavia...

Tras la estela del Ebro

Por ahí podíamos empezar, guiados por olfato. Aquí donde el Ebro marca caprichosamente la frontera con La Rioja y donde las piedras vivas del Imperio Romano se mezclan con todos los siglos cristianos, cada pueblecito, cada portal, huele en esta época a carbón y a hogar. De aquí a Navidad, los pimientos van cubriendo de oro rojo los campos primorosos, y mientras dura la recolección los braseros arden en cada puerta y lo perfuman todo. Hay grandes conserveras de ese lujo que son los Pimientos del Piquillo, triangulares y puntiagudos, a la vez carnosos y sedosos, pero lo sorprendente es que se conserve el proceso artesanal en cada casa, flanqueando la carretera, invitando a una parada en cada plaza, bajo cada campanario, desde San Adrián a Lodosa, que viene a ser algo así como la capital del Piquillo y que por estos días, del 6 al 8 de octubre, celebra la Fiesta del Pimiento con música, jolgorio y, por supuesto, un alarde gastronómico que no impide una escapada hasta el acueducto romano del siglo ii.

Allí por San Adrián podría empezar también la ruta Sur del vino, hacia Calahorra, Alfaro, Corella, Cintruéñigo, Tudela... O hacia el norte por Peralta, Olite, Tafalla, Obanos, Puente la Reina a Señorío de Sarría.

Toda Navarra, en cinco subzonas, en 114 pueblos, en dos Denominaciones de Origen, Navarra y Rioja –en torno a Viana– es un muestrario de vinos, desde los más históricos y tradicionales como los rosados de Garnacha o Tempranillo que aquí llaman claretes y han sido la base de la producción cooperativa, o los dulces de Moscatel de Grano Menudo, hasta los que poco a poco y con el apoyo de un Consejo Regulador de talante pionero pero de control exigente han ido aclimatando y combinando con éxito uvas foráneas, como las Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Cabernet Franc o Syrah. Un proceso que comenzó en los años setenta del siglo pasado con las experiencias de los Magaña en Ablitas, que se consolidó en manos de los históricos Chivite, Castillo de Monjardín, el caprichoso Guelbenzu y también en blancos en Castillo de Javier, Nekeas, Príncipe de Viana, Ochoa, Marco Real... Y que ahora ve reflejada su variedad y calidad en nuevos vinos de pago –Otazu, Prado de Irache y Arínzano– y un par de Indicaciones Geograficas: Tres Riberas y Ribera del Queiles, que Navarra comparte con Aragón.

Descubrimientos

La Ruta del Vino de Navarra, que nace y se gestiona en ese prodigio histórico que es Olite, propone un recorrido monumental y enológico que se detiene en monasterios como el de la Oliva, museos, exposiciones y, por supuesto, en las bodegas al paso, siempre abiertas a los enoturistas. Visita imprescindible es el Señorío de Arínzano en un espacio protegido y prodigioso por paisaje, flora y fauna, con una magnífica bodega construida por Moneo y un refugio de paz envuelta en detalles de lujo.

Aunque realmente toda Navarra es un lujo, sea comiendo en uno de los estrellas Michelin –Rodero, con Pilar Idoate, en Pamplona o El Molino de David Yárnoz en Urdániz– o sea durmiendo en una tienda de campaña: encontrar fresas silvestres en el Pirineo, temblar con una noche de brujas en el Baztán, escuchar el estruendo o el remanso de los ríos en la montaña o bajo los puentes de piedra de cada pueblo, de Estella la bella, de la recóndita Bera o en la Foz de Lumbier, camino de Sangüesa. O en Elizondo y en todo el Baztán, en esos bosques encantados tapizados de robles, avellanos, castaños, hayas y poblados de seres de leyenda y de trágicas memorias, esos que tan bien ha retratado últimamente la trilogía de la novelista Dolores Redondo. Y pisar con reverencia lo más bello y agreste del Camino de Santiago desde Puente la Reina, o sentarse a la mesa primaveral de las jornadas de las verduras de Tudela o, cuando se abre la veda, frente a unos pichones de Echalar o los platos más solemnes de caza mayor.

Navarra, tan pequeña como un bodoque y tan variada y fronteriza como un continente, es una invitación a abandonarse en los encantos de cada estación. Y quizá el otoño sea la mejor.

Bodega Pago de Cirsus
D.O.P. Navarra
www.pagodecirsus.com
Tempranillo, Syrah

16ºC | Platos especiados | 15 - 20 €

Aromáticamente es muy completo. Tiene notas de fruta madura (arándanos), especias (pimienta), flores, ahumados y un toque exótico que le da el punto extra de interés. En boca goza de una agradable estructura, una acidez bien planteada y un recuerdo final con predominio de los recuerdos especiados y de incienso que se prolongan tras el paso.

Blaneo 2015

Bodegas Pagos de Araiz
D.O.P. Navarra
www.bodegaspagosdearaiz.com
Syrah

14ºC | Setas | 10 - 15 €

Tres perfiles aromáticos se identifican en nariz: el frutal, donde los matices de frutos rojos se presentan maduros; el floral, con recuerdos de violetas, y el de la crianza, con detalles especiados. En boca muestra poderío por su estructura y una sensación silvestre que conjuga con la calidez del posgusto. Al final se aprecia una delicada mineralidad.

Palacio de Sada Viñas Viejas 2013

Bodega de Sada
D.O.P. Navarra
www.bodegadesada.com
Garnacha

14ºC | Pasta y arroz | 7 - 10 €

Con las uvas procedentes de viñedos viejos de altura se ha elaborado este vino que en su conjunto es agradable porque nos deja detalles de golosina, regaliz y frambuesas confitadas. La barrica aporta detalles avainillados con mesura. En boca es de tanino suave, acidez bien dispuesta y sensaciones cremosas que concluyen en un posgusto medio.

Las Fieles Garnacha 2014

J. Chivite Family Estates
D.O.P. Navarra
www.chivite.com
Garnacha

14ºC | Quesos | 7 - 10 €

La fruta se percibe con claridad, limpieza y mucha personalidad varietal. Notas de frambuesas, fresas, endrinas con el punto de maduración apropiado. En un segundo plano, recuerdos de especias y golosina. En boca es rotundo y con un paso marcado por la sensación silvestre. La barrica apenas cobra protagonismo, es un actor secundario para sazonar la variedad.

Marco Real Reserva de Familia 2010

Bodegas Marco Real
D.O.P. Navarra
www.familiabelasco.com
Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Graciano

16ºC | Carne blanca | 10 - 15 €

Aroma personal bien conjuntado y generoso en matices (especias, chocolate, mermelada de arándanos, mentolados). En boca muestra contundencia tras su paso, pero sin aristas, Es de tanino firme y expresión basada en los recuerdos especiados y dulzones de su crianza de 36 meses en roble francés. Mantendrá el tipo durante un par de años más.

Ochoa Moscatel Vendimia Tardía 2015

Bodegas Ochoa
D.O.P. Navarra
www.bodegasochoa.com
Moscatel de Grano Menudo

8ºC | Quesos | 10 - 15 €

Limpio, fragante, con un marcado aroma de piel de naranja y flor de azahar. Además, se distingue un toque balsámico refrescante. Tacto sedoso en la entrada, dulzor compensado por una buena acidez y final amplio donde queda cierta sensación licorosa y matices de fruta escarchada. Los quesos y los postres sus mejores aliados en las sobremesas.

Ontinar Reserva Selección 14 Barricas 2010

Alex Viñedos de Calidad
D.O.P. Navarra
www.vinosalex.com
Merlot

16ºC | Potajes y legumbres | 10 - 15 €

Perfumado en nariz con un importante elenco de matices procedente de su crianza (café, hoja de tabaco, ahumados, especias). Al fondo, los aromas de mermelada de arándanos completan el conjunto. Paladar consistente donde se percibe cierta complejidad en los detalles. Posgusto dibujado por recuerdos de maderas nobles y fruta en sazón.

Desierto 2015

Azul y Garanza
D.O.P. Navarra
www.azulygaranza.com
Cabernet Sauvignon

16ºC | Aves | > 20 €

De escasa producción –únicamente 1.500 botellas– y procedente de un viñedo situado junto a las Bardenas Reales. Es refinado en aromas de fruta roja confitada, flores y adornos minerales (grafito) y de la crianza. En boca tiene peso y sus matices son frescos y especiados (pimienta, monte bajo, tostados). Tras el paso queda una agradable sensación de cacao.

Príncipe de Viana Edición Rosa 2016

Bodegas Príncipe de Viana
D.O.P. Navarra
www.principedeviana.com
Garnacha

10ºC | Mariscos | 7 - 10 €

Se trata de uno de los rosados con mejor proyección en el mercado por presentarse honesto y respetar la identidad de la uva. Notas de fruta roja, flores, detalles siveltres, minerales. Amplio en boca, sabroso, envolvente y elegante, todo en perfecto equilibrio. Termina con una maravillosa salinidad que hace que permanezca en el recuerdo.