- Redacción
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- 2019-09-02 00:00:00
El innovador proyecto GOVALMAVIN, liderado por la PTV junto a otras quince entidades, pone en valor la crianza en tinajas de barro 'tecnológicas' para elaborar vinos frescos y afrutados de calidad.
El futuro pasa por contemplar el pasado con una nueva mirada, y en el mundo del vino es una práctica muy habitual. Uno de los casos más atractivos de esa vuelta a la tradición es la puesta en valor de métodos de elaboración ancestrales, como la crianza en tinajas, con la aplicación de tecnología avanzada. El grupo operativo GOVALMAVIN (Valorización de Materiales Tradicionales para la Vinificación de Vinos de Calidad), creado en 2017, abandera una innovadora iniciativa que recupera la sabiduría de los antiguos productores a través de métodos de elaboración y crianza alternativos en tinajas de barro tradicionales y tecnológicas de nuevo diseño.
La Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) lidera este revolucionario proyecto respaldado económicamente por la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el que participan otras quince entidades –entre ellas diferentes bodegas, denominaciones de origen o universidades– y que también cuenta con el apoyo del MW Pedro Ballesteros. Su principal objetivo es dar respuesta a la creciente demanda de vinos frescos y afrutados en el mercado europeo; por eso apuestan por la crianza de vinos de las variedades Tempranillo, Garnacha, Monastrell y Macabeo en tinajas de barro en combinación con nuevas tecnologías. Mario de la Fuente, gerente de la Plataforma Tecnológica del Vino, destaca que "gracias a GOVALMAVIN se recuperará un legado ancestral y se revalorizarán estos materiales, cuyas características y propiedades ayudan a la mejora de la elaboración, conservación y maduración del vino, con el objetivo de lograr una vinificación de calidad que aumente el valor del producto, acercando este a las actuales demandas de los consumidores". Para lograrlo, centran las tareas en tres ámbitos: conocimiento del material dirigido al diseño de procesos de fabricación industrial de tinajas en gran formato, diseño y validación de los diferentes itinerarios enológicos que permitan sacar el máximo partido al uso de estos materiales y estudio de la aceptación y grado de satisfacción de los vinos elaborados en tinajas de barro. La apuesta es ambiciosa: "Recuperar el patrimonio etnográfico español con una clara orientación de futuro".