- Redacción
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- 2019-12-03 00:00:00
Uvas autóctonas, gran diversidad de suelos y un microclima extremo: son los tres elementos que dan vida y carácter a los personales vinos de la D.O.P. gallega, con una deliciosa complejidad aromática.
Miles de años atrás, en estas tierras fronterizas regadas por el Támega (afluente del Duero) ya se practicaba el bello oficio de elaborar vino: prensas, lagares rupestres excavados en roca, vasijas de origen romano... los vestigios de aquellos tiempos de conquistas y descubrimientos todavía se palpan en esta recóndita comarca orensana. A finales del siglo IX, el cultivo de la vid se expandió en la zona a través de las órdenes religiosas: el vino se convirtió en el tributo a pagar a monasterios y señores feudales. En la Edad Media y también en la Moderna, Monterrei ejerció una gran influencia en la economía, la política y la cultura de Galicia y España. Federico Justo Méndez, autor del libro Brotes de raíces históricas, escribió sobre la histórica fama de los vinos del valle de Monterrei: "Por su excelente calidad se codeaban con los vinos de Oporto, llegando incluso su comercialización a distintas partes de América". Sucedió cuando el rey Felipe II concedió el título de virrey al V Conde de Monterrey para que gobernarse las nuevas colonias españolas en el continente americano: así fue como los vinos de Monterrei viajaron al Nuevo Mundo, convertidos en curiosos navegantes.
Su historia más reciente está marcada por el reconocimiento administrativo de la Denominación de Origen y la aprobación de su reglamentación en noviembre de 1994. La apuesta por los vinos de calidad fue clave en el resurgir de una comarca vinícola de interior cuyos viñedos bordearon el abismo de la extinción. Desde entonces, la D.O.P. Monterrei, con 27 bodegas inscritas actualmente (una de ellas se ha sumado este mismo año), siguió creciendo hasta llegar a las 579 hectáreas de cultivo. En 2018, las ventas de botellas se aproximaron a los cuatro millones, y en 2019 la producción de uva recolectada ha alcanzado su máximo histórico: ¡más de 5,6 millones!
Sabores autóctonos
La D.O.P. Monterrei es la más meridional de las cinco denominaciones gallegas, situada al sureste de la provincia de Ourense, en la frontera con Portugal. Su zona de producción engloba los municipios de Monterrei, Oímbra, Riós, Vilardevós, Verín y Castrelo do Val, y se reparte en dos subzonas: Valle de Monterrei y Ladera de Monterrei.
El microclima de la región es extremo, con veranos calurosos y secos, inviernos muy fríos y considerables oscilaciones térmicas durante la época de maduración de la uva.
Los suelos se dividen en tres tipos diferenciados: pizarrosos y esquistosos, graníticos y arenosos, y arcillosos y sedimentarios. Su variedad da lugar a vinos muy expresivos y distintos, con el personal carácter de las uvas autóctonas: las blancas Godello, Treixadura y Doña Blanca; y las tintas Mencía y Merenzao. También están autorizadas las blancas Albariño, Blanca de Monterrei, Loureira y Caíño Blanco, y las tintas Tempranillo (o Araúxa), Sousón y Caíño Tinto, aunque su porcentaje no puede superar el 40% en los assemblage con las uvas preferentes.
Las diferentes combinaciones de estas variedades tan especiales dan lugar a fragantes blancos –con recuerdos a frutas de árbol o tropicales– y tintos frutales y sedosos; vinos muy personales y con una gran complejidad aromática.
Armonizarlos con otros ricos productos gallegos es la mejor forma de saborear este territorio de belleza insolente: pulpo, pote gallego, empanada de xoubas, bica, marrón glacé... o incluso lamprea (¡para gourmets atrevidos!).
Entrevista a Lara Da Silva Rodríguez
Presidenta D.O. Monterrei
La D.O. Monterrei ha concluido la vendimia 2019 con cifras históricas (más de 5,6 millones de kilos). ¿Cómo serán los vinos?
Debemos mostrar nuestra satisfacción, ya que se ha alcanzado el máximo histórico de la D.O. En variedades blancas se han superado los 3,5 millones de kilos y en tintas, los 2 millones, algo muy significativo, ya que, paulatinamente, se está incrementando el porcentaje de tintas. Además, las buenas condiciones climáticas durante la vendimia han permitido que se recolectaran las uvas de modo gradual, conforme conseguían su punto óptimo de maduración. Por eso, encontraremos complejidad, diversidad y aromas florales y frutales en blancos; mientras que en tintos existirá una mayor amplitud de expresiones por el clima, suelos y variedades.
¿Qué diferencia a los vinos de la D.O. Monterrei?
Son tres las cuestiones fundamentales que diferencian a Monterrei de otras zonas vitivinícolas: variedades autóctonas, suelos y microclima extremo. Gracias al trabajo de nuestros viticultores y bodegueros (que están ligados a nuestro territorio, historia y tradición), esto se traduce en vinos con características diferenciadas, personales y con gran complejidad de aromas.
¿En qué momento se encuentra la D.O. Monterrei?
En cifras de vendimia, como hemos indicado, seguimos con la línea de crecimiento de los últimos años. Además, estamos a punto de cumplir los 25 años y acabamos de cambiar de sede a un nuevo local propiedad del Consejo Regulador. Continuamos potenciando las labores de control para seguir ofreciendo un producto de máxima calidad, y también de promoción, lo que ha permitido que nuestros vinos hayan recorrido muchas ciudades españolas en los últimos años.
En los últimos años son numerosos los reconocimientos conseguidos por la denominación, ¿cuáles destacaría?
Todos son importantes (medallas en el Concurso Nacional de Vinos de las Pequeños DO’s, Premios Baco de la Unión Española de Catadores, Decanter Awards, Concurso Mundial de Bruselas, etc.). Pero también, y eso es muy destacable, en once años los vinos de Monterrei han sido reconocidos en ocho ocasiones como el mejor tinto o blanco de la Cata de Vinos de Galicia.
¿Qué retos de futuro tiene por delante la D.O.?
El fundamental es seguir garantizando nuestra calidad, que cuando el consumidor abra una botella de Monterrei tenga claro lo que va a encontrar, una apuesta segura por la calidad diferenciada. Pero también seguir apostando por la profesionalización del sector, el refuerzo de las labores de control y la promoción (mantener los prescriptores nacionales e internacionales y buscar nuevos).