- Diana Fuego
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- 2020-12-04 00:00:00
Este es el evocador título de la clasificación de los vinos de la D.O.Q. Priorat, vinos que transmiten la esencia de un territorio hipnótico, único en el mundo.
El Consejo Regulador de la D.O.Q. Priorat implantó en el año 2017 un sistema de trazabilidad que identifica los vinos con las parcelas vinícolas en las que son cultivadas las uvas. Este sistema de control respecto al origen de las uvas se denomina Los nombres de la tierra: "Se trata de un proceso de trazabilidad que permite al consumidor identificar un vino con su viñedo, que se hace eco del nombre de la finca o del paraje donde han sido cultivadas", explica Salus Álvarez, presidente de la D.O.Q. Priorat.
Un gran vino transmite la esencia del terroir de donde provienen sus uvas. Precisamente en el Priorat, ya era habitual que la mayoría de las bodegas utilizaran nombres asociados a sus viñedos para identificar algunos de sus vinos. Por este motivo, desde el Consejo Regulador de la D.O.Q. Priorat se implantó el sistema de catalogación Los nombres de la tierra. Un proyecto que se desarrolla conjuntamente con las bodegas, quienes mediante una APP comunican al Consejo el inicio de la vendimia en la finca. Es a partir de este momento cuando la bodega y el Consejo inician la trazabilidad, que controla todos los movimientos del vino hasta su embotellado.
El valor del territorio
Como señalan desde la D.O., se trata de poner en valor un territorio concreto y único, formado por pequeñas parcelas donde la pizarra fija un ADN particular que también es heredero de una climatología de extremos: fría durante el invierno y muy cálida los días de verano, donde la escasez del agua en la pizarra determinará la baja producción de los viñedos, situados en laderas de una belleza singular.
En el Priorat la viticultura es heroica, puesto que se lleva a cabo en pendientes que llegan en algunos casos hasta el 45% de desnivel y cuenta con 534 protagonistas, viticultoras y viticultores que se encargan de cultivar 2.050 hectáreas de viñedos donde la Garnacha y la Cariñena negras son las dos variedades con mayor representación, llegando a ocupar 1.358,38 hectáreas, porque transmiten la esencia de una tierra donde el vino forma parte de su historia social, cultural y económica.
Asimismo, desde el Consejo Regulador de la D.O.Q. Priorat se aplican unos parámetros de preservación del entorno natural y geológico para que el territorio no pierda su esencia. Un control supervisado previo a la plantación de nuevas hectáreas de viñedos.
Aula de formación
A partir de principios del 2021, el Consejo Regulador pondrá a disposición de los amantes del vino y profesionales del sector el aula de formación que nace con la voluntad de divulgar e impulsar el conocimiento de los vinos, las bodegas y también el atractivo enoturistico del Priorat.
A través de la Aula de Formación, con actividades dirigidas a importadores, prescriptores, profesionales del vino y winelovers, se facilitará la formación, la cata y también el descubrimiento de un territorio único: el Priorat, donde el cultivo de la vid nos regala desde hace más de mil años vinos excepcionales para vivir y disfrutar de momentos únicos.