- Laura López Altares
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- 2020-12-04 00:00:00
El singular y apasionante proyecto de la familia Pérez Cuevas en su pueblo, Quel (Rioja Oriental), comenzó hace más de 30 años con la recuperación de viñas antiguas y recónditas, y se ha consumado a través de cuatro vinos muy especiales.
Esperar. Tal vez sea uno de los verbos más bellos de nuestro idioma por las promesas que entraña su final, y también de los más complicados. Pero el viticultor y bodeguero Gabriel Pérez, un pionero en Rioja Oriental, lo puso en práctica con infinita paciencia e ilusión, y acaba de ver cumplido un largo sueño: el nacimiento de Queirón, el precioso proyecto vitivinícola de la cuarta generación de la familia Pérez Cuevas en su pueblo de origen, Quel. La idea de recuperar viñedos históricos y variedades en aquel lugar tan especial comenzó hace más de 30 años: extraordinarias y frágiles viñas centenarias de Garnacha, tempranillos y gracianos de altura... que brotan en una zona absolutamente única y genuina, la Rioja más desconocida.
Rioja recóndita
Esta Rioja remota invita a (re)descubrir territorios con un patrimonio ampelográfico tan sorprendente como Quel, en el valle del río Cidacos, flanqueado por las sierras de Yerga y la Hez. Queirón realiza un trabajo fundamental que gira en torno a ese inesperado patrimonio de viñas: algunas se han recuperado, en otras zonas se han hecho nuevas plantaciones y las que se mantienen son un auténtico tesoro. Porque son capaces de llevar al vino el espíritu del fascinante territorio en el que habitan: "Representan la tradición histórica más profunda de Rioja Oriental y Quel, por eso son tan importantes", explican desde la bodega.
Queirón está en el extremo sur del Barrio de Bodegas de Quel, descrito por el dramaturgo riojano Manuel Bretón de los Herreros –queleño excelso– con estas poéticas palabras: "Tal es la cosecha de vino recogida en una vasta llanada a espaldas de las bodegas, que por ella ha sido necesario fundar una nueva población (...) Baco tuvo allí más templos que en Grecia". Esta joya del siglo XVIII alberga 200 calados que tejen un curioso entramado de galerías y excavaciones subterráneas. Como destacan desde Queirón, "la enriquecedora historia de la bodega y el lugar forman una unión de pequeñas singularidades que convergen en una singularidad global muy atractiva".
Gabriel Pérez ha diseñado la bodega (que se empezó a construir en 2010) con una doble inspiración: la elaboración por gravedad de las bodegas tradicionales queleñas adaptada al siglo XXI –el edificio está integrado en el paisaje, respetando la tradición de la zona y de sus antepasados–; y el homenaje a su amigo fallecido Miguel Ángel Sainz, el brillante artista de Aldeanueva de Ebro que creó la Bodega-Museo Ontañón en Logroño, donde la mitología clásica siempre ha tenido un protagonismo reverencial.
Las cuatro joyas de Quel
El genio de Gabriel también se refleja en su predilección por la belleza y la fragilidad de viñas antiquísimas que se decidió a recuperar cuando todo el mundo optaba por arrancarlas o abandonarlas. El Arca es uno de esos tesoros recuperados por este viñador visionario: una finca de menos de una hectárea con tres siglos de historia en la que cada una de las cepas representa casi un milagro. Sus sufridas garnachas expresan la afinidad absoluta a un territorio a través del primer vino de Viñedo Singular –la categoría más exigente de la D.O.Ca. Rioja– de la bodega: Queirón El Arca 2017. Nacido de un terreno pobre y extremo, y fiel a la viticultura ancestral de Rioja, concentra intensidad frutal, sabiduría y paisaje, y su personalidad agreste se mantiene con toques de finas hierbas. Dicen que cada añada sorprende y es un misterio constante...
De esta exquisita fotografía de un pequeño majuelo pasamos a una bella panorámica de Quel: Mi Lugar 2017, elaborado con las mejores uvas del pueblo, entre ellas las de los viticultores con los que llevan trabajando ya muchos años, y a los que consideran prácticamente de la familia. El espíritu del lugar queda plasmado en este vino silvestre y con carácter de Garnacha y Tempranillo, un homenaje a la tradición viticultora de Quel.
El máximo respeto al entorno, clave en la viticultura de Queirón, también se respira en La Pasada, salvaje e inaccesible ("¡Casi de locos!", dicen), con tempranillos que se encaraman a la zona más alta de Yerga, a 800 metros. Queirón Reserva 2011, "el sueño de Gabriel", mezcla ese asombroso Tempranillo con el Graciano en altura de El Pozo, que le imprime una frescura casi mágica.
Precisamente esta compleja variedad es la protagonista del retador Ensayos Capitales Número 1 2018, muy balsámico y floral, un ensayo de investigación sin sulfitos que exige un trabajo feroz.
Bodega Queirón
Barrio de Bodegas de Quel, 9. 26570 Quel (La Rioja)
www.queiron.es
Tel. 941 234 200