- Diana Fuego
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- 2021-06-02 00:00:00
La bodega riojana Ramón Bilbao se ha marcado como objetivo prioritario asegurar un futuro respetuoso con el medio ambiente a las próximas generaciones. Para conseguirlo, está apostando por diversas estrategias, entre ellas la reducción de gases de efecto invernadero.
Construir un futuro sostenible para las generaciones venideras es uno de los grandes desafíos de nuestros tiempos, y por supuesto también supone un reto apasionante (y acuciante) en el sector del vino.
Ramón Bilbao es una de esas bodegas que han hecho de la sostenibilidad bandera, dando un gran paso adelante para convertirse en una empresa consciente. Nacida en el corazón de La Rioja hace casi 100 años, construye su legado de futuro trabajando sobre diferentes pilares: reducción de residuos, reciclaje, eficiencia energética, gestión del agua y disminución de gases de efecto invernadero. Contribuir a la creación de un mañana sostenible es una de sus principales prioridades, y por eso se han marcado el exigente objetivo de lograr una reducción del 20% en todas las áreas para el próximo año.
Rodolfo Bastida, director técnico y enólogo de Ramón Bilbao, es un firme defensor de esta estrategia, y defiende que el viaje hacia la sostenibilidad debe comenzar en el viñedo, el lugar donde todo empieza. Su misión es explorar todo el potencial de los viñedos de Ramón Bilbao para elaborar vinos frescos, elegantes, con estructura y acidez que preserven el carácter frutal del paisaje de Rioja. La viticultura de precisión y las vides cultivadas en altura son dos de sus herramientas fundamentales para ayudar a elaborar vinos modernos y asegurar ese anhelado futuro sostenible: "La tecnología significa que podemos administrar nuestros viñedos de manera más eficiente. Podemos monitorizar áreas con más vigor y un mayor rendimiento y controlar la carga de las cepas que requieran más o menos agua", sostiene Bastida.
Primera parada: la viña
En Ramón Bilbao utilizan datos de estaciones meteorológicas locales para predecir patrones y fluctuaciones climáticas o programar el trabajo en los viñedos, empleando riego adicional en el caso de una ola de calor o posibles tratamientos que prevengan enfermedades en la cepa. Una apuesta que se manifiesta también en la viticultura en altitud, donde se obtienen vinos tintos frescos y elegantes: "Los viñedos plantados se benefician un poco más de temperaturas más bajas y mejor ventilación para ayudarnos a evitar problemas de enfermedades y la necesidad de pesticidas y herbicidas. El cambio climático también es un factor determinante. En este momento, estamos cosechando veinte días antes de lo que solíamos hacer en Rioja, y eso dice mucho de cuánto está cambiando el clima", apunta Bastida.
El reto climático
Para afrontar el enorme reto que implica el cambio climático, en Ramón Bilbao desarrollan una intensa labor de investigación, desarrollo e innovación, fundamentales dentro de su filosofía.
Algunas áreas de interés para la bodega son el estudio de las enfermedades de la madera, el establecimiento de modelos matemáticos para ayudar a predecir el desarrollo de mildiu y oídio, o la monitorización de los microorganismos en los suelos para comprender mejor el estado sanitario de una cepa.
Además, Ramón Bilbao ya ha conseguido la certificación ecológica de sus dos bodegas en línea con el esquema de Wineries for Climate Protection –la primera y única certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental–, sello avalado por la Federación Española del Vino. Este proyecto responde a la estrategia iniciada por la bodega riojana hace ya décadas y culminará con el próximo lanzamiento de su primera gama de vinos orgánicos: un Verdejo de Rueda y un tinto de Rioja, coupage de Tempranillo y Garnacha.
"El cambio climático es un hecho, por lo que debemos estar preparados para un desafío que cambiará la viticultura y la elaboración del vino en el corto plazo", destaca Bastida. "Nuestro objetivo es garantizar que las próximas generaciones puedan continuar con el nombre de Ramón Bilbao de forma sostenible", concluye.
Si cada viaje, por largo que sea, siempre comienza con un pequeño primer paso, Ramón Bilbao ha iniciado con firmeza un camino hacia la sostenibilidad. El único camino posible.