- Diana Fuego
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- 2021-07-02 00:00:00
El proyecto de Vintae en Toro, que rinde tributo a los viticultores de la zona, inicia un nuevo y emocionante camino con La Jefa de Matsu 2018 explorando el gran potencial de los viñedos de uvas blancas y poniendo en valor el papel de la mujer en los campos toresanos.
El mundo del vino está lleno de pasiones, de tierras que se meten dentro y no queda sino escuchar su llamada... sobre todo cuando se enreda entre viñedos centenarios y viticultores que entregan su vida al campo. Eso es lo que le sucedió en Toro a Raúl Acha, director técnico de Vintae: al pisar sus viñas viejas en 2005 supo que aquel sería el lugar donde la compañía iniciaría uno de sus primeros proyectos fuera de Rioja. "Toro tiene todos los elementos necesarios para elaborar grandes vinos: una región de viñedos centenarios, con un clima excepcional para garantizar la sanidad de las cepas y, lo mejor de todo, viticultores que trabajan la tierra de manera artesanal, tradicional, siguiendo los ritmos que la naturaleza marca", explican desde Vintae.
En 2009 salió al mercado su primer vino de la zona, Matsu El Viejo 2006, que definen como una combinación de la potencia que proporciona la zona y la finura que forma parte del estilo de la compañía. Aquella apuesta por Toro fue un éxito, y pronto se incorporaron a la familia El Pícaro y El Recio. De hecho, desde Vintae explican que los de Matsu son los vinos de la compañía con mayor presencia en todo el mundo, "precisamente por conectar esa parte ancestral, de apego a la tierra, con un espíritu cosmopolita propio del consumidor urbano".
Quince años después, Vintae ha vuelto a arriesgarse con una de las grandes sorpresas vinícolas de la primavera: La Jefa de Matsu 2018, un atrevido homenaje a las viticultoras toresanas del que han elaborado únicamente 7.300 botellas.
Apuesta rompedora
Este vino, elaborado con Malvasía castellana de viñas viejas (algunas de ellas prefiloxéricas), ha marcado la madurez del proyecto, que inicia un nuevo y emocionante camino explorando el gran potencial de los viñedos de uvas blancas en la zona de Toro –que suponen poco más del 6% del total de su superficie vitícola–.
"Son las viñas más maltratadas y olvidadas, ¡se puede decir que estamos doblemente locos!", comentó divertido Richi Arambarri, CEO de Vintae, en la presentación oficial de La Jefa. Elegante, original, expresivo, envolvente y complejo, dicen que conecta "con el mismo espíritu de veneración a la tierra y llega para mostrar que el camino de Matsu no ha hecho más que empezar".
La Jefa de Matsu 2018 procede de una selección de cepas blancas de viñedos viejos (desde 50 hasta 150 años) enraizados en los pobres (pero inexpugnables) arenales –con un componente pedregoso granítico que dota de una atractiva mineralidad al vino– que lograron frenar a la filoxera: "Con unas condiciones así de favorables para cultivar viñas sanas, se precisa muy poca intervención tanto en el viñedo como en la bodega", donde el vino descansará 14 meses en bocoyes nuevos de 600 litros de roble francés.
Este "retrato líquido de la mujer del campo toresano" revela su carácter desde la etiqueta, donde una expresiva mirada capturada por la brillante fotógrafa Bèla Adler (autora de las fotografías que ilustran el resto de etiquetas de Matsu) refleja la personalidad del vino y la fortaleza serena de las viticultoras de la zona: "La Jefa es un tributo a esas mujeres poderosas, a esas damas del viñedo que a veces se ocultan tras él, pero están presentes y realizando una intensa labor, un trabajo imprescindible".
Un bello tributo
La razón de ser del proyecto de Matsu –en japonés, esperar–, nacido para rendir homenaje a los viticultores de Toro, es "hacer que su trabajo no se pierda en el olvido y dar a las viñas nueva vida". Por eso, sus vinos rinden tributo a las tres generaciones de viticultores que aparecen en las etiquetas de El Pícaro, El Recio y El Viejo, "una analogía, también, con lo que contiene cada una de las botellas: vino de viña más joven –representa el descaro y la valentía de la juventud–, de viñedo con más edad –un equilibrio entre juventud y madurez– y, por último, el tinto que procede de las viñas más viejas –con la extrema complejidad que solo aportan los viñedos centenarios–", cuentan.
El Pícaro 2020 (una cosecha espectacular en Toro) muestra una nariz muy expresiva y una boca muy vehemente y viva, plena de fruta; El Recio 2019 combina la frescura de la fruta (más madura) con pinceladas de tostados y balsámicos, mientras que El Viejo 2019 tiene una complejidad fascinante, absolutamente adictiva. Diana Fuego
Bodega Matsu
Ctra. de Tordesillas, 13. 49800 Toro (Zamora)
www.bodegamatsu.com
Tel. 941 271 217