- Diana Fuego
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- 2021-12-01 00:00:00
Este sorprendente y magnético rincón de las Rías Baixas guarda en su interior un tesoro botánico –con más de 370 ejemplares de camelias–, pero también viñas y olivos donde se fraguan vinos y aceites muy singulares, aromáticos y frescos.
El otoño prende con sus rojos imposibles el jardín de Pazo Pegullal, y su belleza flamígera se vuelve casi hechizo. Y eso que Charo Andrade, su propietaria, nos cuenta que abril es el mejor momento, con todos los paseos cubiertos de glicinias moradas: "¡Está más bonito incluso que con las camelias!". Con más de 370 ejemplares de esta preciosa flor –Galicia atesora casi 8.000 variedades diferentes–, Pazo Pegullal se ha ganado un lugar en la exigente Ruta de la Camelia.
Pero, además de ser un refugio inesperado de camelias, también alberga olivos, viñas, kiwis, limoneros, cerezos, hortensias, gardenias, rodoendros, magnolios, laberintos de hiedras... ¡y hasta un carballo de más de 600 años! "Le hicimos una cura que me dio muchísima pena, pero ahora parece un jovencito. Lo cuidamos mucho, como al viñedo, las plantas, los olivos, los bichitos... ¡todo!", dice Charo. Y la tierra les devuelve ese cariño en forma de flores y frutos que se convierten en vino, aceite, kiwis... y hasta en una original línea de productos cosméticos de camelia.
Un paraíso botánico
Este proyecto tan curioso comenzó precisamente por el jardín donde crecen: "En vez de hacer la casa por el tejado, ¡la empezamos por el jardín!", comenta Charo divertida. El espectacular Pazo Pegullal fue construido en el siglo XVIII en Salceda de Caselas (Pontevedra) y está envuelto en una monumental muralla. En 1987, cuando lo compraron, tuvieron que restaurarlo por completo: "No había absolutamente nada (solo la iglesia y un limonero), empezamos de cero, aunque para mí fue un aliciente reconstruirlo", relata su entusiasta propietaria.
Comenzaron poco a poco, primero con el diseño del jardín, que se lo encargaron al prestigioso paisajista Fernando Caruncho, un verdadero artista que creó espacios muy sugerentes y amplios para que se pudiese pasear relajadamente y para que entrase la luz, protagonista junto con la piedra y el agua: "En total hay 24 estanques y fuentes", apunta Charo. Una de ellas dedicada a la vendimia. Porque la viña también es un elemento muy importante en Pazo Pegullal, donde ahora mismo cultivan seis hectáreas de Albariño que van a ampliar con otras variedades: "Estoy quitando el kiwi porque quiero plantar Godello, algo de Loureiro y un poquito de tinto de aquí", adelanta. El exótico kiwi fue una de las primeras especies en llegar al jardín, y la familia de Charo tiene la plantación más antigua de Europa junto al río Miño: su suegro fue quien introdujo el cultivo de este éxotico fruto en los años sesenta.
Producción artesanal
Esta familia de pioneros autodidactas fue la primera en comprar una almazara en la zona: "Pusimos una pequeña plantación de seis hectáreas de olivos para ver qué variedad se daba mejor en Galicia, y se dan todas fenomenal, sobre todo la Arbequina. Por eso compré una almazara pequeña, la única que hay en Pontevedra, y hago mi propio aceite en frío: de muy buena calidad, pero poca cantidad", explica Charo. Sus tres aceites de oliva virgen extra –Arbequina, con aromas a hierba fresca y a fruta madura; Picual, muy fresco y suave; y el complejo pero sutil Premium D'Inés– ya les están dando muchas alegrías: "No hay tanta tradición como en Andalucía, pero como soy muy atrevida lo mandé a Córdoba antes de la pandemia... ¡y nos dieron medalla de oro en el Arbequina y el Picual!".
Uno de los secretos de su éxito es el peculiar terroir donde crecen los olivos y las viñas, que acentúa la singularidad de sus frutos: "Los kiwis que tenemos en el área del pazo confieren al vino un frescor y toque afrutado con toques cítricos". La subzona del Condado de Tea es la menos húmeda y más continental de Rías Baixas, y Charo cuenta que es la que menos acidez tiene. Los dos vinos que elaboran, Pazo Pegullal –muy aromático y elegante, con una untuosidad muy seductora– y Tanto Me Da –muy fresco, exuberante y divertido–, ¡vuelan! Por eso van a aumentar su producción: "No quisiera volver a quedarme sin stock como durante la pandemia, ¡fue inesperado!".
Además, comercializan una original línea de productos cosméticos de camelia –elixir, crema hidratante, jabón de limpieza y champú sólido– que tiene propiedades antioxidantes y calmantes.
Muchos de los productos artesanos de Pazo Pegullal se pueden probar en las recién inauguradas visitas enoturísticas (que en pocos meses han atraído a visitantes de todo el mundo)... ¡y descubrir muchas más sorpresas!
Pazo Pegullal
Rua Pegullal, 12
36470 Salceda de Caselas (Pontevedra)
www.pazopegullal.com / Tel. 986 343 004