• Redacción
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• 2022-09-28 00:00:00

La historia, el paisaje y la personalidad de Rioja no pueden entenderse sin su unión a la cultura vitivinícola. La grandeza y diversidad de sus tierras regalan una experiencia única donde colores, sabores y paisaje convierten a los cinco sentidos en los protagonistas de tu próximo viaje a la D.O. líder de España.

M ás de 65.000 hectáreas, 144 municipios y alrededor de 600 bodegas dan forma a la Denominación de España líder también en enoturismo: Rioja es el destino turístico vinícola más importante a nivel nacional, a la cabeza en número de visitantes y calidad de la oferta, con una amplia diversidad de planes para disfrutar y acercarse al vino. Y es que en Rioja no solo se elabora vino: se vive y se respira. Más de 200 bodegas ofrecen una media de tres planes diferentes que se adaptan a todas las opciones, gustos e inquietudes de los visitantes más exigentes.
Solo, acompañado o de la forma más premium, el enoturismo en Rioja ofrece un amplio abanico de posibilidades y es la opción perfecta para una escapada, pasar unos días en familia o simplemente disfrutar de volver al origen. Estas experiencias permiten disfrutar de vino, deporte, ocio, arquitectura, paisajes, gastronomía, herencia histórica y cultural, formación a través de catas y visitas y un largo etcétera. Tanto si buscas relajarte como no parar, Rioja es sinónimo de una oferta diferenciada, especializada y de calidad.

Siente Rioja
En esta época del año, violetas, amarillos, y rojos intensos tiñen la Denominación para compartir toda su belleza, cultura y manera de entender el vino con el turista. Rioja propone para estas fechas una serie de actividades que convierten el enoturismo en una parada casi obligada para quienes buscan un viaje de los que dejan huella, además de unas fotografías espectaculares.
Un paseo a caballo o a pie es la forma perfecta de conocer los emblemáticos viñedos de Rioja y estar en contacto con la naturaleza. Durante el recorrido, se puede disfrutar de una impresionante vista de la zona y descubrir viñedos, ríos y sierras. Para los amantes de los paseos a dos ruedas, el enoturismo en bicicleta permite apreciar la tierra de cerca, como las particularidades de los Viñedos Singulares, los más emblemáticos y antiguos del país. Las agradables temperaturas en la región durante el otoño lo convierten en el momento idóneo para realizar estas actividades. ¿Y qué mejor para completar la andanza por los viñedos que coger a mano unos racimos de uva y llevarlos a la bodega para elaborar nuestro propio vino? Aprender cómo se gesta uno de los vinos más prestigiosos del mundo en primera persona es una experiencia única. Otra opción muy recomendable para descubrir la región desde una perspectiva diferente es un inolvidable paseo en globo. Esta actividad en las alturas se acompaña de un brindis en el aire atravesando nubes, sintiendo el entorno y la naturaleza con la punta de los dedos.

Recorre sus rincones
Rioja cuenta con innumerables rincones por los que merece la pena perderse, entre los que destacan algunos pueblos con encanto como Arnedo, Haro, Laguardia o Briones, declarado mejor destino turístico nacional de este verano y donde se encuentra el Museo Vivanco de la Cultura del Vino. Estas localidades ofrecen una panorámica espectacular de la región y permiten vivir su cultura en primera persona. Las tres zonas de Rioja (Alta, Alavesa y Oriental) cuentan con otros atractivos, algunos no tan conocidos, que merece la pena descubrir, como el yacimiento arqueológico de Contrebia Leucade, uno de los más espectaculares de la Península; la singular ruta de los dinosaurios o la de los dólmenes; grandes joyas del Románico, como la iglesia de San Bartolomé de Logroño, o pequeñas ermitas cercanas a municipios rurales.
El vino de Rioja y la gastronomía forman un tándem perfecto, capaz de adaptarse a todos los paladares y más que conveniente para reponer fuerzas tras las excursiones, sobre todo si se ha optado por hacer deporte al aire libre por los viñedos y pueblos de la región. Las opciones abarcan desde un recorrido de pinchos por los numerosos bares de la región (y las archiconocidas Calle del Laurel y Calle San Juan en Logroño) hasta disfrutar de alguno de los restaurantes con estrella Michelin. Y en esta época, qué mejor combinación que un Rioja con platos típicos de la zona como caparrones, patatas con chorizo o chuletillas al sarmiento, cuyo aroma impregna los barrios de bodegas de cualquier localidad de la Denominación.
Bien sea gozando de un picnic en un viñedo, o aprendiendo de catas y maridajes en una bodega mientras disfrutamos de su menú degustación, o experimentando la genial combinación de la cocina más innovadora e internacional con un Rioja, las experiencias gourmet te acompañarán durante el viaje y tiempo después, al poner en práctica lo aprendido.