- Redacción
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- 2023-02-01 00:00:00
La conservación es un aspecto fundamental en el disfrute del vino. Para ello, la oferta hoy es mayor que nunca. Pero no todas son iguales. Nos lo cuenta Mónica Jiménez, directora adjunta de Caveduke, líder en vinotecas de alta gama.
Conservar una botella de vino en perfectas condiciones es esencial para disfrutar de todas sus características originales, aquellas que lo hacen tan especial para nosotros y que hicieron que nos decidiésemos por esa botella y no por cualquier otra. Y, por supuesto, queremos que cuando llegue el momento de descorchar esa botella, su contenido se encuentre en óptimas condiciones para disfrutarlo. ¿Cómo lo conseguimos? Para ello hablamos con Mónica Jiménez, directora adjunta y directora de Comunicación de la archiconocida marca de la torre.
Caveduke, empresa líder en la fabricación de soluciones de alta gama de almacenamiento de vino, nació en 1985 de la mano de un grupo de "amigos ingenieros y maestros artesanos que tenían una pasión en común: el mundo el vino" y querían encontrar una manera de preservarlo de la mejor manera posible. Desde entonces, trabajan incansablemente para fabricar vinotecas con los más altos estándares de calidad y se han convertido en la marca de vinotecas personalizadas más importante del mundo, pero los comienzos fueron diferentes: "Al principio se vendía a través de tiendas de cierto prestigio de vino y de electrodomésticos, pero aún no había un nombre de marca consolidado", recuerda Jiménez. Esto cambia en 1999, cuando Santiago Marín llega a la empresa como director comercial: "Santiago se dedicaba a la bolsa y, al ser experto en mercados y también un apasionado del sector del lujo, su principal fijación era llevar la marca hacia el mercado de alta gama. Por eso, ese mismo año, tras una larga investigación se crea la marca Caveduke con su peculiar logotipo de la torre en curva. Un nombre de marca y un logo icónicos, reconocibles, que representan la sofisticación de la empresa".
Un viaje hasta lo más alto
A partir del lanzamiento de la marca, comienza la gran expansión: aparecen en los grandes medios, "en las ferias más importantes del sector (Alimentaria, Gourmets, ProWein...) y nos convertimos en los primeros", siendo una de las marcas premium del sector con un crecimiento más rápido, tanto a nivel nacional como internacional. Pero, ¿cómo ha llegado Caveduke a ser actualmente la marca más exclusiva en el sector de vinotecas premium a nivel mundial? ¿Cuál es el secreto de este éxito? "Apostar por las mejores calidades y los diseños premium, así como una gran estrategia de marca", reconoce Mónica, aunque no olvida que "ha sido muy importante contar con un equipo muy comprometido que siempre ha buscado el mejor servicio para nuestros clientes. Sin personas como Xavier, ingeniero industrial, o Carlos, ingeniero de proyectos, no habría sido posible". Tampoco han olvidado la promoción para posicionarse, "con campañas de publicidad muy extensas en medios físicos y digitales dentro y fuera del sector", dice. O diferentes promociones que han unido Caveduke a marcas del mundo del motor del más alto prestigio –como la Ruta Gastronómica Caveduke de cada verano en restaurantes de altísimo nivel– o a iniciativas solidarias como la cena de la Fundación Esport Solidari Internacional (ESI).
El límite, nuestra imaginación
Pero para llegar a ser un referente en el mundo de las vinotecas hace falta mucho más: es fundamental renovarse constantemente y trabajar en la innovación, algo presente desde siempre en el espíritu de Caveduke, como demuestran dos de sus inventos más revolucionarios, que causaron un gran impacto en el sector de la restauración: "Los dispensadores de vino –sirven la dosis exacta para cada copa y permiten tener la botella abierta durante un mes en perfectas condiciones– y sobre todo el enfriador de vino ultrarrápido –que tiene el glicol alimentario a -45°C y en un par de minutos la botella puede pasar de 20°C a entre 4 y 6°C–", una cifra que se acerca a lo que la directora adjunta de Caveduke nos dice que sería la temperatura idónea de servicio del vino blanco o el champán.
A la hora de conservar el vino, la temperatura es un factor decisivo ("Aunque sus temperaturas de servicio o degustación sean distintas, todos los vinos evolucionan perfectamente entre los 12 y los 15 grados. Para una buena conservación, la temperatura ideal estaría entre los 12 y 14 grados", asegura Mónica), pero no el único; también "es imprescindible la ausencia de vibración, que la vinoteca disponga de filtros contra los rayos ultravioleta y que permita lograr una humedad relativa no inferior al 50% y no superior al 80% (una media del 65% es perfecta)", asegura Jiménez. Son parámetros que no están al alcance de cualquier vinoteca, ya sea para conservar el vino que vamos a consumir habitualmente o para envejecer nuestras botellas más preciadas: "Nuestras vinotecas están preparadas para cubrir ambas necesidades. Al conseguir ajustar todos los parámetros de conservación de forma idónea, los vinos pueden conservarse simplemente para el consumo diario o bien guardarse durante largos periodos de envejecimiento".
Fabricadas en diferentes materiales como madera, acero o cristal, la tendencia parece dirigirse "hacia lo minimalista, aunque también tenemos proyectos importantes de vinotecas-estancia de más de 20 metros cuadrados que buscan diseños clásicos y provenzales con mucha madera". Orientados principalmente al sector del lujo ("el objetivo está claro: ser punteros en el mercado de gama alta, mantenernos ahí"), ya avisan en su web de que "su imaginación prácticamente sería el límite en el diseño que podemos ofrecerle". Y es que pueden "personalizar la bodega como el cliente quiera. A medida, hidrófuga, lacada en negro piano, en blanco, en azul, en madera de roble, en nogal, en acero, en cristal tipo pecera...
En definitiva, hay diseños que se adaptan a todos los gustos en diferentes rangos de precio que prometen mantener las botellas en perfectas condiciones ("cada lugar tiene su vinoteca", defienden, y por eso ofrecen opciones casi interminables), pero ya nos advierten de que no debemos creer "que vinotecas de un importe alrededor de los 500 euros darán un servicio idóneo. Estas máquinas económicas al final no cumplen su función correctamente y no se conseguirá el objetivo para el que buscamos aparato en cuestión". Palabra de experta.