- Laura S. Lara
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- 2023-03-01 00:00:00
En su afán de explorar la España vitivinícola, la Compañía de Vinos Vintae se asienta en el Alto Najerilla para elaborar espumosos que muestren el carácter singular de este territorio y su potencial para competir con las grandes burbujas del mundo. Siguiendo el sueño de su padre, para Richi Arambarri este es el lugar perfecto para recuperar la tradición de aquellos pueblos que cultivaron el viñedo durante milenios y combatir, de paso, los efectos del cambio climático en las cepas riojanas. Aquí, en los confines del viñedo riojano, nace Pandemonium, una puerta a lo desconocido y un desafío a lo sagrado.
El territorio es tan mágico y evocador como la propia idiosincrasia de Pandemonium. Estamos en los límites de la D.O.Ca Rioja, en San Millán de la Cogolla, un paraje lleno de misticismo, amparado por los monasterios de Suso y Yuso. En las laderas más altas del Alto Najerilla, el lugar perfecto, según la Compañía de Vinos Vintae, para elaborar vinos espumosos imposibles de repetir en cualquier otro rincón del país. Burbujas con una frescura, acidez y equilibrio únicos gracias a la combinación de un clima extremo y unos suelos privilegiados, que suponen un nuevo paradigma para los espumosos españoles.
Todo lo que ahora cubre el cereal fue viñedo hasta bien entrado el siglo XX. Se trata de una zona que atesora una tradición vitícola milenaria, y de allí, precisamente, procede la familia de José Miguel Arambarri Terrero, fundador de Vintae, un visionario que hace 20 años ya vislumbraba el potencial de ese terroir para la elaboración de espumosos de montaña con una finura singular. "Aunque el desarrollo industrial terminó creciendo alrededor del ferrocarril, estamos en una región de mucho peso histórico cuyos viñedos quedaron relegados, para bien y para mal", explica Richi Arambarri, segunda generación de esta compañía de vinos riojana. "El valle de Cárdenas es hoy el lugar con mayor porcentaje de viñedo viejo por encima de 80 años de la D.O.Ca Rioja, una tierra todavía desconocida en la que se encuentran viñedos singulares como con el que elaboramos El Pacto, y que antaño daban lugar a vinos que reflejaban la esencia de cada pueblo". Y eso es lo que quieren conseguir: vinos que hablen de un territorio y también de una subzona.
Para demostrar que el sueño de su padre podía hacerse realidad, en 2015 Richi Arambarri puso en marcha un estudio del clima y los suelos en la zona en el que colaboraron Fernando Martínez de Toda, catedrático de Viticultura de la Universidad de La Rioja, y el experto en espumosos Jean Pierre Valade, originario de Champagne. Las conclusiones fueron definitivas: algunas zonas del Alto Najerilla cumplían con los requisitos más exigentes para la elaboración de espumosos de calidad. Y no solo eso. La integral térmica de la zona resultó ser muy similar a las de la Montaña de Reims, el corazón de Champagne. Así fue cómo Vintae se lanzó a elaborar, hace ahora ocho años, la primera añada de Pandemonium partiendo de viñedos viejos de Garnacha Tinta y Viura plantados en torno a los 700 metros de altitud, en la linde de los robledales de la sierra. Una zona que, por su altitud, su clima y la vocación vitícola de sus suelos, es perfecta para combatir los efectos del cambio climático en las cepas riojanas. Para demostrarlo han instalado un viñedo experimental en Villaverde de Rioja, a casi 900 metros. Dos hectáreas plantadas en cordón vertical con un tutor en cada cepa donde estudian, con excelentes resultados, la adaptación al terreno y al clima de variedades minoritarias locales como Maturana Blanca, Turruntés, Tempranillo Blanco, Garnacha Blanca y Trepat.
Elaborados según el método tradicional por Raúl Acha, director técnico de la compañía, tanto Pandemonium Blanco de Blancas como Pandemonium Blanco de Tintas ("En la cuna del castellano no podíamos poner los nombres en francés", defiende Arambarri) sorprenden con una frescura inusual y una pronunciada acidez proveniente de la vendimia temprana, y encuentran el equilibrio con la complejidad y la cremosidad que les aporta la larga crianza en contacto con sus lías. Dos vinos elegantes, redondos, armónicos y largos que se alejan del carácter mediterráneo y exuberante de otros grandes espumosos nacionales en pro de la sutileza y la verticalidad, y auguran la prevalencia de este rincón escondido que podría poner a La Rioja en el mapa internacional de las burbujas.
Un nuevo paradigma
Desde tiempos inmemoriales, este paraje de la geografía riojana ha atraído la magia y la espiritualidad. Cargado de energía y misticismo, allí se instaló el eremita San Millán en el siglo V, dando origen al famoso monasterio, centro neurálgico del conocimiento en la Península durante siglos y cuna de las primeras palabras escritas en castellano y en euskera. En medio de toda esta contemplación y sabiduría que se extiende al mundo vitivinícola, Pandemonium llega para crear un nuevo estilo de vino espumoso en España, más afilado, con un frescor y una finura singulares. "En el mundo espiritual, de la iglesia en concreto, siempre está esa dicotomía entre el bien y el mal que, vista en perspectiva, también se refiere a nuestra historia. El nombre de la rosa es un ejemplo fantástico de todo esto. Lo que está bien y lo que está mal, lo sagrado y lo profano, lo correcto e incorrecto es relativo al contexto en el que nos encontramos, porque aquí hasta hace poco estaba prohibido plantar viñedo", comenta el líder de Vintae. Pandemonium es un proyecto que supone la recuperación de un estilo de elaboración histórico de La Rioja, pero que muy pocas bodegas mantienen a día de hoy. Una iniciativa para la que Vintae ha cruzado la frontera dogmática y se ha dispuesto a plantar más allá de los límites de la Denominación en una muestra de rebeldía con conocimiento. Fuera de lo sacro, de la marca Rioja, como osados herejes que defienden el más allá de una región que todavía tiene mucho que contar. "Saltarse las normas se puede ver con buenos ojos o con malos, pero en esta vida hay que tener un poquito de osadía", añade. Con esa dualidad juega Pandemonium, la puerta entre el bien y el mal, la lucha entre el ángel y el demonio que todos llevamos dentro.
Pero Pandemonium es, sobre todo, un proyecto que mira hacia las generaciones venideras. "Estando más allá de los límites de la Denominación y teniendo la posibilidad de crecer en viñedo, esta iniciativa fijaría población y haría que un paisaje ya de por sí maravilloso de bajo monte, con una energía tan especial y lleno de tradiciones paganas, se enriqueciese todavía más", confía Arambarri. Se trata de recuperar la tradición vitivinícola de todos esos pueblos que históricamente han trabajado el viñedo en una zona que se encuentra al límite del cultivo de la vid. "Esto no es solamente el sueño de mi padre, es un sueño de varias generaciones que nace con la vocación de descubrir el territorio para la elaboración de espumosos e invitar a otras bodegas a apostar por ello. Que estas tierras que están hoy al margen de la viticultura puedan volver a estar un día llenas de viñedos, y que no sean proyectos individuales, sino que se pueda llegar a crear un sello de calidad".
Vintae
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Tel. 941 271 217
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