- Diana Fuego
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- 2023-12-05 00:00:00
Estos vinos de monte y salitre, con su frescura magnética y su extraordinario potencial de guarda, dan lugar a una gran variedad de elaboraciones.
Ningún producto cuenta tan bien la historia de Vizcaya como el txakoli, reflejo de un territorio tan fascinante e indómito que resulta casi inabarcable: Mundaka y su ola imposible, el mágico monte Oiz, las playas salvajes de Bakio, los sabores infinitos de Bilbao, el encanto irresistible de Bermeo y hasta ese San Juan de Gaztelugatxe que refugió a Daenerys Targaryen y sus dragones en Juego de Tronos.
Esta riqueza de zonas de producción –con diferentes suelos y microclimas– da lugar a vinos muy diversos, salpicados de matices, aunque todos ellos comparten una personalidad atlántica muy marcada. Su sugerente frescura y su capacidad de guarda les aseguran una vida casi eterna, y las uvas autóctonas con las que se elaboran –Hondarrabi Zuri y Hondarrabi Zuri Zerratia–, una originalidad deliciosa e inagotable.
Sugerente diversidad
La inquieta D.O. Bizkaiko Txakolina, en constante evolución y muy consciente del potencial de sus vinos, es la que vela por la autenticidad de los txakolis de Vizcaya, y ha entendido a la perfección su realidad actual, trabajando de forma colectiva con bodegas y viticultores. "Los nuevos estilos de txakoli, sumados a los que tradicionalmente se han elaborado en nuestra Denominación, reflejan y refuerzan el origen geográfico que constituye la identidad de los vinos de Bizkaia", apuntan desde el Consejo Regulador.
Dentro de esta Denominación, encontramos diferentes tipos de vino: "Los tradicionales blanco, rosado y tinto, y la nueva categoría de Txakoli Bereziak, que reconoce los blancos, rosados y tintos criados con sus lías o fermentados en barrica", señalan.
La extraordinaria acidez y magnética frescura de los txakolis de añada se convierte en elegante complejidad en esos txakolis bereziak, con al menos cinco meses de crianza. Esta nueva categorización surgió del pacto sobrenatural de estos vinos con el tiempo: "Durante los últimos años, las bodegas han podido comprobar el potencial de envejecimiento que tienen las variedades Hondarrrabi Zuri y Hondarrabi Zuri Zerratia. Fruto de esta experiencia y del carácter innovador del sector, un buen número de bodegas está elaborando vinos con crianza sobre lías y fermentados en barrica".
Esta categorización se da principalmente en txakolis blancos, que en nariz se catacterizan por "sus aromas derivados de las diferentes crianzas (como especiados, balsámicos o frutos secos), además de los aromas propios de los txakolis clásicos (con una amplia gama de matices, en los que predominan las notas de frutas blancas y cítricas, junto con otras florales y herbáceas)".
Sabores inexplorados
Pero más allá de los míticos txakolis, también destacan los nuevos tipos de vinos que han surgido gracias al carácter innovador de las bodegas de la Denominación: "Se optó por incluirlos como vinos amparados dentro del Reglamento, pero en una Disposición Adicional. Aquí están los vinos de última vendimia –Uztagoienak–, los espumosos –Apardunak– y otros vinos especiales –Apartak–, obtenidos a partir de procesos de elaboración menos habituales". Vizcaya, siempre desbordante de sabor y talento, nunca deja de sorprendernos, como podremos comprobar el 11 de marzo de 2024 en Barcelona en el Salón Bizkaiko Txakolina.
C.R.D.O. Bizkaiko Txakolina
Palacio Mendibilie - Barrio Mendibile, 42
48940 Leioa (Vizcaya)
Tel. 946 076 071
