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Arínzano, el deleite de la Chardonnay

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  • Redacción
  • 2024-06-03 00:00:00

El actual proceso creativo e interpretativo de la variedad Chardonnay en la D.O.P. Pago de Arínzano es uno de los más exhaustivos y precisos que se conocen. El eje sobre el cual bascula el resultado final tiene que ver con la confianza ciega de la uva en este entorno privilegiado.


Los mil años de historia de Arínzano han ido tejiendo un relato que cabalga entre lo mágico y lo racional, entre lo que ha sido y lo que es, pero, lo verdaderamente fascinante es que todavía hay margen para asombrar con lo que está por llegar. Una suerte de eterno misterio vitícola que, cuando parecía estar revelado, resulta que aún guarda bellísimos detalles por desentrañar. Ese emocionante proceso iniciático de ahondar en el conocimiento del territorio de Arínzano para crear el mejor Chardonnay posible es lo que su enólogo José Manuel Rodríguez Aguado lleva haciendo desde la añada 2021, cuando decidió crear Chardonnay Lab. Un espacio de experimentación y reflexión que ha resultado ser una fuente inagotable de conocimiento con el que crear diferentes interpretaciones de una variedad como la Chardonnay, que se ha adaptado al entorno con paciencia y excelencia.

Talento desde la viña

Como debe ocurrir en el mundo del vino, todo comienza en la viña y su entorno. En este caso, el elemento que vertebra las cualidades diferenciales de Arínzano es el río Ega. Su caudal, longitud y majestuosidad no son de récord, pero imprime un carácter único. El suelo es una buena muestra de ello. Si en las zonas más cercanas predominan las arcillas, conforme ganamos altitud nos encontramos cantos en las laderas y una estructura calcárea al alcanzar las partes altas. A esto hay que añadirle las diferentes exposiciones y la influencia de los elementos montañosos cercanos, que son capaces de impulsar eventos meteorológicos determinantes en el carácter.
Con esta excepcionalidad territorial, la expresión de la Chardonnay cabría esperar que fuera completamente diferente afinada en unos recipientes u otros dependiendo del material, forma o volumen. Entre los 36 elementos estudiados nacieron hace unas semanas Pureza y Armonía, ambos de añada 2021. El primero fue criado en depósito esférico de hormigón de 800 litros sin recubrimiento durante un año. Sin embargo, Armonía fue trabajado en barricas nuevas y de segundo uso y en ánforas de barro. Mientras que Pureza es la expresión más enérgica, fresca y vibrante de la variedad, con una finura y sapidez extraordinarias, Armonía nos habla de las diferentes expresiones conocidas de la Chardonnay en un alarde de equilibrio. Pero aún no está todo dicho, lo último rompe con toda norma para demostrar hasta dónde el ser humano interviene en ese concepto de terruño.

Arte con mayúsculas
Arínzano Eternidad es el nombre de la última creación y su manera de elaboración busca esa cualidad imperecedera de la uva cultivada en uno de los pagos más singulares del mundo vitícola. Se ha creado un sistema dinámico de crianza en cuatro alturas: solera, dos criaderas y una sobretablas. La primera saca consta de 500 botellas, cuya mezcla está formada por las añadas 2015, 2016, 2017 y 2018. Este es el comienzo de un legado que irá creciendo en complejidad e historia. Cada año recibirá el aporte del conocimiento y de la particularidad de cada añada en porciones alícuotas para dar dimensión eterna a su creación. Un perfil oxidativo delicado y muy bien definido que ya goza de complejidad, profundidad y expresividad, pero que es el primer capítulo de una obra de arte excepcional.
Para continuar con esa idea de atemporalidad vinculada a un proceso creativo artístico, la botella se ha vestido en colaboración con una de las artistas con más proyección de la actualidad, Teresa J. Cuevas. Ha entendido con especial sensibilidad la historia que encierra Arínzano, la riqueza natural del entorno y su vocación vitícola durante siglos hoy sustanciada bajo el conocimiento e interpretación de José Manuel. La obra creada por Teresa ha sido dividida en 500 porciones únicas y enumeradas para que cada una acompañe al vino en ese precioso concepto que aúna el paso del tiempo y el arte.
Cuando parece que el misterio de Arínzano ha sido desvelado, las propias respuestas abren la puerta a otras cuestiones que animan a seguir construyendo ese camino que nos conduce a la eternidad.
   

Arínzano
Carretera Nacional 132, Km. 3,1
31264 Aberín (Navarra)
Tel. 948 555 285
www.arinzano.com


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