- Redacción
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- 2013-05-01 09:00:00
La operación verano, la lucha contra la lorcita o el descarado michelín ya ha empezado, con los primeros rayos de sol. Pero la palabra dieta no ha de ser sinónimo de drama y sufrimiento. A veces basta con cuidar los detalles, con sustituir los bocados entre horas por un sano, refrescante y exquisito zumo de fruta.
La dieta mediterránea, esa que, según los estudios médicos, promueve una vida larga y saludable, se basa en el equilibrio de ingredientes como los cereales, las legumbres, el aceite de oliva, el vino y, en gran medida, las hortalizas y frutas. Pero sobre todo estas últimas son productos de temporada, a veces muy breve, y para acceder a la máxima variedad hay que buscarlas en lo más diverso y distante de la geografía global: frutas tropicales en los países cálidos, bayas rojas en el norte, cocos en el Caribe, bananas en África...
Y sobre todo, a lo largo de la historia de la alimentación hubo que ingeniar sistemas de conservación y fórmulas que facilitaran el consumo. Sin duda, la forma más sencilla y natural es el zumo y ahora, cuando asoman los primeros calores, es la tentación más refrescante y portátil, la que se puede llevar en el bolso o hasta en el bolsillo, la que se puede almacenar en la despensa, en la nevera doméstica, en la cartera del colegio o en el trabajo para hacer un alto a cualquier hora.
No valen excusas, los hay para todos los gustos, desde los más clásicos y naturales hasta los más sofisticados y exóticos, desde los más ligeros filtrados hasta los que conservan densa pulpa en el néctar.
En El Club del Gourmet en El Corte Inglés se encuentra, por ejemplo, esa novedad convertida en tendencia que son los Fruii, un canto a la naturaleza, a la esencia de las frutas -granada, mora, lichi o fruta de la pasión- diluidas en las aguas más puras del mundo, las del Himalaya.
Alain Millait, tras su presentación tan chic, encierra frutas seleccionadas y recogidas a mano en el momento óptimo de madurez, de aromas y sabores plenos y pletóricos de vitaminas. Es el redescubrimiento de frutos tan básicos como la manzana reineta, la zanahoria o el tomate, y el encuentro con la mejor frambuesa, arándanos silvestres, mango, grosella, pomelo rosa, mandarina, melocotón o piñas baby.