- Redacción
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- 2002-05-01 00:00:00
Con la primavera aparecen en nuestras mesas los mejores quesos extremeños de oveja. Cuando tenemos el placer de encontrarlos en forma de torta, la experiencia se transforma en gloriosa. Una de las queserías más sobresalientes en la comarca del Casar, es la de los hermanos Santiago e Ignacio Pajuelo, dos enamorados de su trabajo. Controlan todo el proceso, desde el cuidado de sus 1.500 relucientes ovejas, hasta el embalado final. Hay quien afirma que las tortas extremeñas son las mejores del mundo. ¡Y pensar que hasta hace poco eran consideradas como el proyecto fallido de un queso!
El Queso
Hnos. Pajuelo Bautista
La Vega, s/n. 10132 Almoharín (Cáceres)
Tel. 927 38 63 43
Elaboración
Se elabora todos los días y con leche cruda. Se eleva la temperatura de la leche en cuba de cuajar a 28/30º. El cuajo es vegetal, extraído de la flor de cardo. Para su preparación se dejan los pistilos en remojo toda la noche y se pulverizan, se mezclan con la leche y se dejan reposar durante una hora. La cuajada se corta muy fina. Después del desuerado, se preparan los moldes con gasa, pasan en la prensa 24 horas, se les da la vuelta, se prensan de nuevo y finalmente se salan a mano. La crianza se realiza en cámaras a 4º C. El resultado es sencillamente extraordinario, untuoso, de aromas complejos, suave. Y cuando crees que ya todo ha terminado comienza el elegante posgusto, el toque amargoso tan delicado que prolonga la sensación láctea. Todo un lujo para los sentidos.
DO: Torta del casar. Tipo: Pasta blanda. Forma: Redonda y lisa.
Peso: Alrededor de 1,200 Kg. Cabaña: Ovina, raza entrefina.
Curación: 80 días mínimo. Cuajo: vegetal (flor de cardo).
Precio (Kg.): 24,04 e
El Vino
Finca La Anita Malbec 1999
Alto Agrelo Mendoza (Argentina)
Tipo: Tinto crianza. Varietal: Malbec.
Grado alcohólico: 13,5%. Crianza: 12 meses en
barricas de roble francés. Precio: 43,15 e
Un Malbec muy original. Es un vino rotundo, con un color atractivo, cubierto, muy aromático, pleno de fruta en sazón, con finas notas de cuero y con la sensación de aromas especiados al final, sin apabullar. En la boca es carnoso y bien estructurado, con un final largo. Un buen acompañante para el queso, una fusión gastronómica con final feliz. Y los amantes de los vinos blancos para acompañar al queso que no deseperen: pueden optar por el Tocai Friulano, de la misma casa. El encuentro resulta más vivo y fresco, aunque el poderío de la torta se imponga al final
