- Redacción
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- 2012-04-01 09:00:00
Nada distrae la vista del plato, nada perturba el delicado silencio del servicio. El minimalismo en blanco de la decoración en los pasillos, en los cortinajes, pone el acento en lo fundamental: la mesa y el genio.
CCuando Bernd Knöller viajó a España por primera vez sufrió esa atracción indomable que te lleva a sentir que tu lugar en el mundo está allí, donde tu corazón late. Uno se enamora de las ciudades, de los mercados y de las mujeres. Bernd encontró todo esto (incluida su mujer, Lidia) y el impulso de abandonar su Alemania natal para refugiarse primero en las cocinas del maestro Pedro Subijana, y después -1993- animarse a abrir su primer restaurante, El Ángel Azul. Más tarde, en septiembre de 2001, en Valencia se abría el restaurante Riff, un sueño que en pocos años se colocaría entre los mejores de España, con su Estrella Michelin más que merecida en 2009.
No hay adornos superfluos en la sala del Riff. Blanco es el pasillo largo que te conduce a una sala igualmente blanca, cuyas pocas mesas se separan unas de otras por cortinajes impolutos… Tanto minimalismo suaviza el espíritu y baja el volumen de la voz. Aquí las sorpresas de cada bocado se susurran al oído de tu acompañante. ¿Quién se atreve a romper tanta perfección?
Lo mejor es dejarse hacer. Sentarse, elegir un menú degustación -creación, según el mercado- y comenzar a levitar con los sentidos: besugo con ragú de clochinas; arroz de ostras del Delta del Ebro; pulpo asado con patatas ahumadas; San Pedro con hierbas, parmesano, tomate y albahaca… Lo que se guisa es tradición, renovada, eso sí, pero tradición y producto de la tierra que Bernd crea en una cocina cómoda, entre lo profesional y lo casero, abierta a quien desee ver cómo y dónde se guisa la excelencia.
El vino es otra cosa a destacar: la sumiller Paquita Pozo, más de 15 años junto a Bernd, es andaluza de nacimiento y enamorada de los vinos alemanes. Así que no faltan los Riesling en la carta –más de 60 diferentes- y los Gewürztraminer, pero aquí se fusionan los mundos así que la selección de vinos españoles -y de cualquier lugar- es otro de los lujos de la casa. Más de 300 referencias de nuestro país, unas 50 sugerencias de champagnes y así… un largo etcétera.
A la mesa
La comida:
Cocina de mercado creativa.
El vino:
A destacar la carta de Riesling. Unos 500 vinos del mundo, excelente selección.
Su sello especial:
Partir de la tradición y de lo que da la tierra y el mar para hacer platos potentes de sabor y aromas.
Dirección:
Calle Conde Altea 18. 46005 Valencia.
Tel. 963 335 353 / 671 875 975.
Martes a sábado de 13.30 a 15.30 y de 20.30 a 23:00.
www.restaurante-riff.com.