- Redacción
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- 2000-10-01 00:00:00
La majestuosa pularda, de muslos poderosos y rotundos, cuyo andar bamboleante recuerda a una poderosa nao que, recogido el velamen, enfila la bocana del puerto, luce sobre la cabeza una cresta que semeja una barretina colocada al desgaire. Es homóloga al infortunado capón, y si bien no es mutilada como él, conoce el mismo martirio del cebo, pues se la encierra en estrecha y oscura prisión desde los tres o cuatro meses y allí se la mantiene inmovilizada para hacerle tragar metódicamente, y a la fuerza, grandes cantidades de alimento hasta que adquiere el tamaño y el peso deseados para ser sacrificada. Para entonces, sus carnes blancas y abundantes adquieren un delicado sabor y una textura grasa y blanda muy agradables, a la que se ha conferido fama de exacerbar los apetitos genésicos. Así lo cuenta el gran Curnonsky, quién asegura que tal fama de afrodisíaco se debía a la forma de prepararla, y más en concreto, a la fórmula del relleno, consistente en hígado picado muy menudo y mezclado con tres yemas de huevo, una chalota y una mezcla de clavo, jengibre, pimienta y nuez moscada; luego se rehogaba durante un minuto y, sin separarlo del fuego, se mezclaba con una pasta para freír. Después de rellena, la pularda se embridaba, embardaba y se cocía a fuego lento con cebollas, zanahorias y un ramito aromático; finalmente, se rociaba con un vaso de buen brandy para animarla. Se presentaba guarnecida con abundantes berros. No está acreditado, por supuesto, que tal receta resuelva los problemas amorosos, pero lo que asegura, sin duda, es un placer gastronómico intenso, sobre todo si es pularda de Bresse, cuyo epílogo bien puede ser que termine en feliz amancebamiento.
Tiene fácil y gozoso acompañamiento de numeroso tipos de vinos, preferentemente tintos muy afrutados, de concepción moderna, sin una presencia excesiva de la madera, y con buena dosis de alcohol.
Albet i Noya
Un color picota violáceo, una fruta intensa y fragante, además de la madera marcada en la lejanía, dan paso a un vino con estructura, concentrado y carnoso. Emocionante. 2001 a 2009.
Calzadilla
Complejo, sugerente, con recuerdos de frutillos negros, especias, torrefactos. Armado y corpulento en boca, con un final muy aromático. 2000 a 2005.
Dominio de ValdepusaDominio de Valdepusa.
De un espléndido color. Muestra potentes aromas frutosos, y ya aparece un toque de aceitunas junto a la fruta y las especias. Concentrado en boca, sabroso y elegante. 2000 a 2009.
Manzaneque
Abundancia de frutillos de bosque, notas minerales y buena madera como soporte. Muy sabroso y estructurado, muestra sus taninos jugosos y aromáticos con generosidad. 2000 a 2008.
Mendoza Sirahz
Es un syrah voluptuoso y aromático, en cuyo buqué encontraremos notas balsámicas. Está francamente bien estructurado en boca, es corpulento y alcanza un excelente final. 2000 a 2009.